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los pequeños comercios en constante declive

¿Una ciudad sin tiendas de discos?: Radiografía del exiguo negocio musical que hay en Castellón

La piratería, la eclosión de las plataformas digitales o la falta de relevo generacional podría terminar, en cuestión de décadas, con los dos únicos comercios dedicados a la venta de música que habitan en la ciudad: Discos Medicinales y Discos Ritmo

16/01/2019 - 

CASTELLÓN. Las tiendas de discos podrían convertirse en cuestión de décadas en un mero recuerdo para Castellón. Poco queda de aquella eclosión en los años 80 cuando más de ocho negocios copaban las calles de una ciudad tan pequeña. La llegada de las plataformas digitales, la no erradicada piratería o los estantes de música en los grandes supermercados han ido desvaneciendo poco a poco las posibilidades de un mercado que creía con ilusión. El contexto local no es pues nada alentador. Y es que en la actualidad únicamente sobreviven dos tiendas: Discos Medicinales (C/Josep Pascual Tirado) y Discos Ritmo (C/O'Donnell), la cual se ha visto obligada, además, a acrecentar sus posibilidades económicas combinando la venta de CDs con la de mochilas, paraguas y otro tipos de accesorios.  

"Si no vendemos música, tendremos que vender otras cosas. Aun así, nuestra tienda -abierta en 1978- ha estado desde siempre ofreciendo exclusivamente discos. Me gustaba el género y me decanté por ahí. De hecho, al principio funcionaba muy bien, a pesar de las muchísimas tiendas que había en la ciudad. Sin embargo, en los últimos ocho años las ventas empezaron a decaer debido a la entrada tan fuerte de Internet y las descargas ilegales. Así que tuvimos que descolgar los carteles que acompañaban a las bandas y cantantes para complementar el local con otros artículos". Vicente Boix, dueño de Discos Ritmo, ha visto como su negocio pasaba de contar con dos locales y hasta nueve trabajadores -en las temporadas de mucho trabajo- a no tener apenas margen para renovar el catálogo musical de su tienda. De hecho, sus novedades están copadas, principalmente, por recopilatorios de cadenas de radios musicales o de talents. "Aún recuerdo cuando salían 50 álbumes a la semana y las discográfica nos los enviaban todos. Pero ahora, recibimos cinco novedades, que se consideran como las más fuertes, y encima no las vendemos. Con ello, los vendedores poco a pocos nos vamos hipotecando porque no podemos absorber todo ese volumen de trabajo. La solución pasa por no adquirir tantos discos, ya que después no sabrás cómo desprenderte de ellos". 

Tampoco José Luis Roig, socio y fundador de Discos Medicinales -en marcha desde 1983- puede incluir la oferta "inabarcable" que le ofrecen las discográficas. Un handicap frente a las grandes cadenas de venta al por menor que trata de suplir con encargos personalizados. "Tu pide por la boquita que yo te lo daré. Ahora bien, lo único que necesito es paciencia porque son procesos que requieren de su trámite". 

Como una "locura de la juventud" define el vendedor la puesta en marcha de su local que empezó a tejer el imaginario musical del centro de Castellón desde hace décadas. Lo hizo además junto a otros dos compañeros con quienes impulsó incluso un sello discográfico. "O somos un establecimiento de música o dejamos de serlo, no queremos un pseudónimo", sostiene todavía a día de hoy el emprendedor. Así mismo, Roig remarca el importante cambio que hubo en la industria nacional tras vivir la época dorada de los 80 y 90. "A partir de los 2000 se rompió el afán por comprar la música. La gente ya no quería pagar por ella, preferían descargarse una canción sin necesidad de profundizar más en el artista. Por esto, en cinco o seis años desaparecieron más de 1000 locales. Realmente, en muchas provincias solo quedan una o dos tiendas", explica. 

Foto: ANTONIO PRADAS

La fórmula mágica del 'black friday' no apta para pequeños comerciantes

Junto a esta problemática que afecta, con la misma fuerza, al cine o a la lectura, se sumó otro problema para los pequeños comerciantes: el trasladó de la música a hipermercados. "Si ya es difícil la competencia de por sí, porque pagamos un 21 por ciento de IVA cultural, todo ello sin ayudas; solo nos faltaba el que para mi fue el gran error de las grandes compañías. Estas optaron por volcarse con las grandes superficies, yendo a favor de ellas y claramente en contra de las pequeñas tiendas. Sin embargo, éramos nosotros los que trabajábamos el fondo de su catálogo", señala Roig. 

Igualmente, ninguno de los dos trabajadores ve con buenos ojos las precipitadas bajadas de precios que ha traído consigo el popular black friday. Una iniciativa que, todavía hoy, queda lejos de su alcance. "Es lo mismo que decir pan para hoy y hambre para mañana. Todo lo que ocurre con el comercio es debido a estos inventos. Se empieza un mes antes de la campaña navideña con grandes descuentos que no te hacen ganar dinero, pero además la gente se acostumbra a buscar ofertas y a no comprar fuera de esos días. Es evidente, que a los clientes en cierta medida les beneficia, pero para nosotros repercute en malas ventas y en desempleo", sostiene Vicente Boix. Por su parte, José Luis Roig no ve en esta fórmula un modelo a seguir para su negocio: "Son montajes de las grandes superficies para evacuar al gran consumidor".

Foto: ANTONIO PRADAS

¿Qué hay del futuro en Castellón?

Todo acaba en el centro de Castellón; es inevitable pero así es. En una ciudad pequeña las posibilidades terminan gestándose entre las calles más concurridas. Sin ir más lejos, el dueño de Disco Ritmo admite que su local sobrevive por este preciso motivo: "Si bien continúa vendiéndose música porque se sigue regalando música, cada año el porcentaje de venta disminuye. No hemos cerrado porque no estamos en las afueras. Una tienda de barrio -como una panadería o una verdulería- puede subsistir con mayor facilidad, pero los comercios necesitamos afluencia de gente y aquí, en Castellón, solo ocurre en el centro".

La esperanza de las tiendas reside ahora en aprovechar el auge de los vinilos para, al menos, paliar sus pérdidas. "Las compañías impusieron en su tiempo el disco porque era más barato para ellos, sabiendo que el vinilo tenía más calidad. Por ello, ahora hemos dado la vuelta a plaza y estamos donde antiguamente estábamos. La gente, al igual que los artistas, vuelve a valorarlo y quienes no los conocían ya lo están redescubriendo. Aún así hay que tener cuidado porque en ciertos formatos, el precio es un tanto prohibitivo", expone Roig. El fundador de Discos Medicinales admite además que su establecimiento "no contará con relevo generacional", por lo que les "tocará desaparecer". "Solo espero llegar a la jubilación manteniendo el tipo, pero veo difícil salvar estos locales ya que nunca hemos recibido ayuda. Al final, inevitablemente, el consumidor tendrá problemas porque solo tendrá las canciones que las plataformas digitales les ofrezca y no podrán saborear ni ver ni tocar un producto antes de comprarlo. Nuestro plus siempre va a ser el conocimiento y la atención especializada que ofrecemos. En precios no podemos competir, porque los grandes comercios tienen unas condiciones que no nos dan a nosotros, pero sí podremos superarles en calidad, en servicio y en variedad", concluye este amante de la música, que no duda en afirmar que su mismo negocio en Barcelona o Madrid "hubiera arrasado". "Pero bueno, estábamos aquí y había que luchar e ir hacía adelante desde aquí". 

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