Nadie pone en duda que la Comunicación ha variado en los últimos años a la velocidad de la luz y que las formas que utilizábamos para comunicarnos nada tienen que ver con las nuevas maneras que usamos para hablar entre nosotros. Las redes sociales han colaborado mucho en este cambio. Tenemos una gran variedad y cada una cuenta con unas funciones muy diferentes, que distan mucho de la utilidad que tenían en sus inicios. Con el paso de los años, lo que no ha variado ni un ápice (y nos acerca a los cavernícolas) son las ganas de comunicarnos entre nosotros.
Si Facebook se abrió a todo el mundo fue precisamente por esa necesidad que los humanos tenemos de estar en permanente contacto, de mostrar y de expresar. Se creó primero por esa necesidad y luego ya se convirtió en negocio. En sus inicios, nos servía para poner mensajes a los amigos, nos gustaba más que el SMS, era más cercana. Sin ni siquiera pretenderlo, esta red social se transformó en una agenda personal y una forma de saber lo que hacían las personas que conocíamos o admirábamos. Poco a poco, aumentó sus pretensiones, admitió a grupos de interés comunes y páginas empresariales o dedicadas a famosos a los que seguir admirando.
Facebook continúa siendo la estrella. Es la red que más usuarios aglutina, ha tratado de actualizarse y seguir las tendencias juveniles sin acabar de lograrlo del todo pero, a pesar de esto, ha conseguido aumentar un 11,8% más y obtener 2.740 millones de usuarios en enero de 2021, según un informe realizado por We Are Social y Hootsuite. Otro tema sería la media de edad, que la tiene muy repartida, una garantía de que perdurará en el tiempo y no sufrirá los efectos de la desaparecida Tuenti. Habrá quien ni siquiera haya oído hablar de esta red social que aglutinaba a los más jóvenes como ahora lo hace Tik Tok, Twitch, Youtube o Instagram. En el otro extremo, LinkedIn, cuya media de edad es más elevada dado que su función es laboral o formativa.
Al igual que en nuestro día a día están presentes las redes sociales, existe un nuevo lenguaje más emotivo y cercano representado a través de dibujos de 18x18 pixeles como máximo. Hoy, 17 de julio, celebramos el Día Mundial del Emoji (del japonés e imagen y moji de carácter), y me gustaría darles a estos dibujitos el lugar que se merecen. No solo porque se aceptan como lenguaje sino porque además nos traen a la memoria a nuestros ancestros que ya usaban los dibujos para comunicarse. Los emojis no son solo smileys aunque con ellos empezó la revolución hasta llegar a conseguir representar -por votación popular- una auténtica paella valenciana, con garrofón incluido.
Cada año se vota el Emoji del año, se celebra este día y se amplía el catálogo que se recoge en la Emojipedia porque estos dibujos -divididos por categorías- representan a diario los sentimientos de miles de personas pero también vienen a apoyar a la diversidad cultural, ideológica y sexual y son el reflejo simplificado de la sociedad actual. Estoy segura de que tienes tu emoji preferido, y si no, ¿a qué estás esperando?
Maria Bellmunt Pons, la autora del artículo, es miembro de la Asociación Networking Directivas Castellón, licenciada en Comunicación Audiovisual y máster en Comunicación Interna y Externa en las Organizaciones, actualmente dirige Fundación Globalis.