CASTELLÓ (EFE). Una grúa de gran tonelaje ha sido trasladada este jueves al lugar del derrumbe de un edifico en Peñíscola con el fin de retirar el forjado más pesado y los bloques grandes, y así poder encontrar a la mujer que permanece desaparecida bajo los escombros.
Así lo ha explicado el president de la Generalitat, Ximo Puig, en su visita a la zona, donde ha manifestado a los medios de comunicación que la mujer sepultada es la madre del joven que fue rescatado con vida anoche, y que el menor que ha fallecido tenía 14 años y es el hijo de la pareja de la mujer a la que están buscando.
Según Puig, se ha cambiado la zona en la que se busca a la mujer atrapada, ya que primero las labores de rescate se centraron donde testigos oculares apuntaban que podía estar, pero al no haberla encontrado allí se ha requerido la presencia de una grúa especial para ayudar a desalojar los grandes bloques que impiden acceder.
El president, que ha transmitido las condolencias a la familia por la muerte del joven y ha agradecido el "enorme esfuerzo" del personal que ha trabajado durante toda la noche en las labores de rescate, ha destacado que la prioridad en estos momentos es encontrar a la mujer sepultada y luego garantizar la seguridad del resto de edificios.
Ha explicado que, según testigos presenciales, hubo dos estruendos, con dos derrumbes, espaciados unos quince minutos, lo que permitió a muchas personas salir antes de que se desplomaran sus casas en esta urbanización compuesta por 55 viviendas, de las que se han caído 18.
Puig ha indicado que todas las personas que han sido realojadas podrán recoger los enseres cuando se considere que es seguro, y que se va trabajar sobre la parte del edificio que continúa en pie para ver su posibilidad de pervivencia.
El president ha ofrecido todo el apoyo de la Generalitat al Ayuntamiento de Peñíscola y ha agradecido la labor de los servicios de emergencias que participan y la coordinación y cooperación institucional, que ha permitido que se pudiera rescatar con vida a una de las tres personas que estaban desaparecidas tras el derrumbe.