CASTELLÓ. El nuevo Plan Estratégico de Turismo de Altura apuesta por poner en valor la Cartuja de Valldecrist y el Santuario de la Cueva Santa, sin duda los dos principales reclamos históricos de la localidad.
La Universitat Jaume I, encargada de redactar este documento, que ya está en vigor, apuesta por crear un centro de recepción de visitantes en la hospedería de la cartuja, así como exhibir sus piezas museográficas, reconstruir una de las celdas originales de la cartuja y poner en marcha el centro de estudios de la Asociación Cultural Cartuja de Valldecrist. La Generalitat anunció en marzo que destinará 800.000 euros a rehabilitar el recinto histórico sin precisar más detalles.
El Ayuntamiento ya empleó en 2022 una subvención de 6.125 euros de la Generalitat para conmemorar con diferentes actos el 650 aniversario del otorgamiento de la Carta Pobla por parte de Ramón de Castellsent a los cristianos de Altura para ocupar las propiedades dejadas por los sarracenos. Los actos implicaron al tejido asociativo del pueblo y culminaron con una edición comentada y contextualizada del manuscrito de la Carta Pobla a cargo de Francisco Guerrero y José Manuel López Blai donde se refleja la estrecha relación de Altura con la Cartuja de Valldecrist, su joya histórica y turística.
En el caso del Santuario de la Cueva Santa, la apuesta de la UJI pasa por proseguir la rehabilitación de la hospedería y abrir un restaurante. La última intervención fue en 2019 y consistió en la reparación de las cubiertas y los forjados de la hospedería.
El Plan Estratégico de Turismo centra también su atención en otros recursos históricos desaprovechados en la localidad, como el Convento de las Capuchinas, que podría potenciarse como albergue, o la Casa Grande, cuya restauración podría dar pie a un museo. El Ayuntamiento está inmerso en la recuperación del edificio en varias fases para reconvertirlo en una biblioteca, un archivo y una sala de exposiciones y conferencias. A finales del año pasado, el consistorio invirtió 134.465 euros en la colocación de una escalera y la caja de un ascensor.
El oleoturismo y las rutas senderistas y ciclistas existentes a los pies de la Sierra Calderona son dos opciones turísticas más que la UJI ve aprovechables con el año 2026 como horizonte.
Pese a las posibilidades de desarrollo que ofrecen esos dos recursos y el atractivo de los otros 83 que identifica el estudio de la UJI (Altura ha quedado recientemente segunda clasificada en la elección estatal de la capital del Turismo Rural 2024), los datos de afluencia turística registrados en los últimos años son modestos. En 2021 se contabilizaron 2.798 visitantes, casi todos ellos españoles. Pese a lo escaso, la cifra es muy superior a los apenas 324 del año 2017.
En consonancia, Altura apenas cuenta con 422 plazas de alojamiento repartidas en el camping municipal, tres apartamentos turísticos, un hostal y ocho casas rurales. Los ocho restaurantes abiertos aportan 577 plazas. En este sentido, el Ayuntamiento también ultima una pequeña remodelación del camping, ya que acaba de sacar a licitación por 184.759 euros la renovación de los aseos y la sustitución de la valla exterior.
Para estructurar esa escasa oferta, la UJI propone crear un ente local de gestión turística y un club de producto que reúna a todos los empresarios de Altura vinculados al turismo, además de crear un aparcamiento disuasorio a las afueras del pueblo y elaborar un Plan de Movilidad Urbana.