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LAS CANTIDADES JUGADAS SE DESPLOMARON UN 39 % EN EL AÑO DEL CONFINAMIENTO Y LOS CIERRES

Una caída de 1.134 millones: la covid lleva al sector del juego a su segundo peor año en este siglo

20/12/2021 - 

VALÈNCIA. El dinero jugado por los valencianos en casinos, máquinas, bingos y apuestas se desplomó un 39,4 % durante el primer año de pandemia y encajó su segundo peor ejercicio en este siglo. Los cierres de establecimientos y el confinamiento domiciliario dejaron en el sector privado una caída de 1.134 millones de euros respecto al último ejercicio de normalidad, y llevaron a un segundo plano las posibles consecuencias de la nueva Ley del Juego. Así pues, y tras seis años consecutivos de recuperación después del estallido de la crisis económica de 2008, las cantidades apostadas se desinflaron hasta situarse cerca de sus peores niveles en veinte años.

Según los informes sobre el sector que elabora cada año la Generalitat Valenciana, solo en 2012 fue inferior el dinero jugado en la Comunitat. A ese ejercicio, que aún marca el mínimo histórico de la serie, se llegó no obstante de forma muy distinta, puesto que vino precedido de cinco años de caídas. Entonces, el subsector privado agrupaba al 55 % del total apostado, mientras que ahora, y pese a perder parte de su fuerza, supone todavía el 61 %. Ello se debe a que las caídas forzadas por la pandemia afectaron también a las apuestas estatales y a las gestionadas por la ONCE, aunque su retroceso fue menor. Mientras, el juego online, de competencia estatal y no autonómica, apreció un avance significativo que, con todo, no compensó lo perdido de forma presencial.


En este sentido, el último informe del Consell, elaborado por la Dirección General de Tributos y Juego, adscrita a la Conselleria de Hacienda, ya destaca que en el “evidente descenso de la actividad” jugó un papel relevante la covid-19. “No solo ha afectado a la apertura y a los horarios de los distintos establecimientos del sector, sino que también ha podido influir en el incremento del juego online como consecuencia del confinamiento domiciliario”, mantiene el escrito. A su vez, el director general de Tributos y Juego, Rafael Beneyto, ya comentó hace una semana que el año 2020 refleja “el claro impacto de la pandemia” en un área económica que se vio afectada “como el resto de locales de ocio y la hostelería, por las restricciones sanitarias”.

Por segmentos de actividad, las mayores caídas del pasado ejercicio se encuentran en los casinos, que ya llevaban desde 2007 perdiendo fuerza de forma casi ininterrumpida. Ahora son también quienes más acusan el golpe de la pandemia y agrandan su declive al registrar solo 51 millones de euros en cantidades jugadas, menos de la mitad de lo obtenido en los dos años precedentes, en los que la cifra apenas se movió. Así pues, y lejos de sus mejores resultados, cuando se jugaban anualmente más de 200 millones de euros, en 2020 únicamente el importe medio apostado por los jugadores de casinos superó al de 2019. Pese a ser muchos menos, se dejaron cada uno más de 174 euros, tres más que hace un año.


Tras la caída de los casinos, la otra modalidad de juego privado que más padeció la caída de la crisis fue el bingo, sobre todo en su forma tradicional con fichas y cartón. De hecho, el bingo más popular se dejó casi la mitad del dinero apostado respecto a 2019, hasta los 127 millones de euros, y quedó muy cerca de los 114 millones de euros de la modalidad electrónica, que solo cayó un 27 % en pandemia. En su conjunto, ambas formas de bingo redujeron su resultado un 40 %, pero ello no afectó de forma similar al cierre definitivo de establecimientos. Las salas de bingo se mantuvieron en 62, el mismo número que el año anterior, y también la cifra de casinos se mantuvo invariable con tres locales, uno en cada provincia, y dos salas apéndice.

Por otro lado, el subsector privado de las apuestas experimentó su primer descenso desde su puesta en marcha en 2012, y se dejó más de cien millones en cantidades jugadas. De este modo, todas las modalidades privadas del juego se desplomaron en mayor o menor medida, y ello provocó también que la recaudación de la Generalitat Valenciana cayera un 33 %. Así pues, y tras incrementar la recaudación hasta los 156 millones de euros en 2019, en el primer año de la pandemia la cifra se redujo hasta los 103,6 millones. Por su parte, y aunque su gestión corresponda al Estado, los tributos recogidos del juego online en 2020 crecieron un 39 %.


Ello demuestra, como ya afirmaba Beneyto, que esta manera de apostar se incrementó notablemente como consecuencia del confinamiento domiciliario, aunque los impuestos generados fueron muy inferiores a la caída acusada por los tributos del juego presencial. En concreto, la recaudación tributaria de las apuestas in situ fue 53 millones de euros inferior a la de 2019, mientras que lo recogido por el Estado mediante la modalidad online fueron 18,4 millones, solo 5,3 más que en el año anterior a la pandemia. A las arcas de la Generalitat, el tipo de juego que más ingresos aportó fueron las máquinas, seguidas de los bingos.

Dinero jugado por habitante

Tras rebasar por primera vez en 2019 la barrera de los 1.000 euros jugados por habitante en la Comunitat, el montante total apostado en cualquier modalidad de juego presencial, ya sea mediante loterías públicas o privada se redujo a los 731 euros por valenciano. De ese importe, 488 euros se quedaron en el subtotal privado del juego, principalmente en las máquinas, mientras que la Lotería Nacional agrupo 152 euros. Las modalidades en las que menos se jugó fueron los casinos y la ONCE, con 13 euros y 47 euros por persona respectivamente.

Por su parte, la reducción de la actividad en 2020 también condujo a una caída de las sanciones impuestas, que pasaron de 992.746 euros en 2019 a 477.323 euros, menos de la mitad. Según la Conselleria de Hacienda, las faltas más graves se han asociado al juego ilegal, y más concretamente a partidas de cartas y apuestas no permitidas, cupones ilegales y la organización de juegos de bingo no autorizados. A su vez, el número total de empresas inscritas en el Registro del Juego de la Comunitat fue de 767 el pasado año, un número muy similar al de 2019. Así pues, se aprecia un descenso de locales de apuestas y empresas operadoras que se compensa, principalmente, con la creación de más salones de juego.

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