70 pueblos de castellón se benefician de este servicio

Un bus para llevar libros donde no llegan las bibliotecas

17/01/2023 - 

CASTELLÓ. Una biblioteca móvil llegará este martes a las nueve de la mañana a Catí, a las onze estará en Canet, a las doce en La Jana y a las 15:15 en Xert. Al día siguiente la ruta volverá a empezar pero su punto de partida será otro. Empezará en Xodos y desde ahí, viajará hasta Vistabella, Benafigos, Els Ibarsos y La Serra. Cada mes el bibliobús establece nuevas rutas con las que trata de llegar a aquellos pueblos de la provincia de Castellón que tienen menos de mil habitantes.

En la actualidad son dos los autobuses que la Diputación ha habilitado para 74 pueblos castellonenses, pero tras la reciente compra de un tercero, a principios de 2024 será posible que la biblioteca itinerante llegue a todos los pueblos que no tienen biblioteca. María Jesús Gimeno, su máxima responsable, así lo afirma: "Hicimos un estudio y vimos que con tres sería suficiente". 

Fue Castellón una de las pioneras en instaurar este servicio que poco a poco ha ido extendiéndose por todo el país. No es el bibliobús un espacio donde poder recrearse leyendo o estudiando, ni tampoco puede entretenerse una buscando aquel libro que quiere llevarse prestado, porque más pronto que tarde esta furgoneta llena de historias arrancará para viajar hasta otra parte. Es su utilidad otra.

 

El bibliobús sale cada mañana desde su punto de partida para acercar la lectura y la cultura a aquellos municipios que carecen de herramientas propias, y sin embargo, las necesitan. Durante su primer año funcionado, el bibliobús de Castellón hizo entrega de unos 14 mil libros prestados. "Tenemos un ratio de lectura muy elevado. Incluso mayor que las bibliotecas tradicionales", asegura su responsable. Son además los niños y niñas, así como las personas de avanzada edad, sus principales consumidores.

Un archivo sobre ruedas

¿Y qué hay en su interior?, se preguntarán. Aunque sería un lujo poder transportar toda una biblioteca sobre ruedas, esto es algo que de momento solo podría pasar en Hogwarts. Los bibliobuses de Castellón transportan alrededor de tres mil y cuatro mil libros en cada viaje, si bien en su catálogo digital se pueden encontrar y solicitar algunos más. 

En cualquier caso, el Servicio de Publicaciones analiza previamente el tipo de lectura que prevalece en cada municipio, ya que en la mayoría de los casos se trata ésta de población envejecida. "Las revistas de decoración y de labores o los cuentos son el contenido que más nos solicitan. Pero, tenemos una web donde cada usuario puede hacer su encargo, así cuando el bibliobús llegue al punto de encuentro ya tendrán su lectura preparada", cuenta su responsable. 

Entre las últimas adquisiciones están, por ejemplo, el nº 28 de Bola de Drac o la trilogía A la sombra del árbol Kauri, de Sarah Lark. Pero también hay disponible un catálogo de películas o series en DVD, además de música en formato CD. Así, se puede coger prestado desde el álbum High Voltage de AC-DC a un documental de la National Geographic sobre La construcción de las catedrales. "Aunque el tiempo para estar dentro es el que es, la gente puede entrar y tocar el contenido sin problemas. La única vez en la que esto dejó de ser posible fue en los meses más duros de la pandemia, porque no estaba permitido entrar dentro", explica Gimeno.

Un encuentro entre bibliobuses

Combatir la escasez de servicios en el mundo rural es un reto que no se puede postergar más. Durante la pandemia quedó demostrado que la brecha digital entre la España vacía y la urbana era muy profunda, pero además de las zonas que todavía hoy no pueden acceder a Internet, hay una falta real de infraestructuras que dejan a sus habitantes sin poder cumplir muchas de sus expectativas personales y laborales. Frente a esto, en los últimos años, no han dejado de aparecer iniciativas culturales que buscan hacer frente a esta desigualdad. 

Es el caso de los bibliobuses, que incluso cuenta con una asociación de Profesionales de Bibliotecas Móviles, que se dedican a salvaguardar este servicio y extenderlo, con la ayuda de instituciones públicas, a cada vez más rincones. "Cada dos años hay un encuentro en España. Justo en octubre hubo una reunión en la que se constató que los bibliobuses son fundamentales para trasladar la cultura a la España despoblada y hacerla más igualitaria", señala su responsable en Castellón. 

2022 cerró con dos nuevos bibliobuses en Navarra y en Castelló, y con proyectos embrionarios en Salamanca o València, donde también la Diputación ha publicado los términos de su concurso para adquirir dos bibliobuses. En total, cuenta España con 75 vehículos, que atienden a más de diez millones de habitantes, es decir, la cuarta parte de los ciudadanos con servicio de biblioteca pública en España. 

Empaparse de literatura es, al fin y al cabo, un derecho y si no hay bibliotecas para todos, tocará -como dicen desde la asociación- acercarla a la gente como sea. 

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