VILA-REAL. El edificio de los antiguos juzgados de Vila-real volverá a abrir como dependencias municipales tras un proyecto de remodelación que ha presentado el alcalde de la ciudad, José Benlloch este viernes, y que tiene como prioridades acercar la atención a los ciudadanos y revitalizar la zona centro de la ciudad.
Benlloch ha presentado este proyecto, con una inversión de 420.000 euros, acompañado por el concejal de Territorio, Emilio Obiol, y el arquitecto municipal José Garfella. El proyecto contempla la adecuación interior del inmueble, anexo al Mercat Central, que afectará a una superficie de unos 800 metros cuadrados, con vistas a habilitar oficinas para el departamento de Tesorería así como la Concejalía de Economía, “pensando en optimizar el funcionamiento de la administración y mejorar la atención a los ciudadanos”, ha remarcado el concejal de Territorio.
En este sentido, el alcalde ha recordado que las dependencias que ocupan en la actualidad estos departamentos municipales no reúnen las condiciones más adecuadas, tanto por falta de espacio como por deficiencias de accesibilidad. Benlloch ha subrayado que la inversión de 420.000 euros en la reforma de los antiguos juzgados “no es una decisión caprichosa” sino fruto de la “reflexión” por entender que “puede ser un proyecto muy positivo para la ciudad”, que dará utilidad a un espacio ahora cerrado.
La inversión se sufragará con cargo a ahorros de 2019 y a la renuncia a proyectos como el plan piloto para instalar un juego infantil de gran tamaño, “que entendemos que ahora no es tan prioritario”, o al aplazamiento de otras actuaciones como la rotonda del Camí Les Voltes, “que todavía está en tramitación y por tanto el dinero que teníamos consignado para las expropiaciones del terreno no lo vamos a necesitar en este 2019”.
Del mismo modo, el primer edil ha dejado claro que si la adecuación de este edificio, cerrado desde 2013, no se ha llevado a cabo hasta ahora ha sido por “respeto” al pacto de gobierno con Compromís en la anterior legislatura, puesto que el ex concejal de Economía y primer teniente de alcalde Pasqual Batalla impulsó un proyecto para derribar todo el edificio del Mercat Central y los antiguos juzgados y levantar un nuevo mercado y un parking subterráneo. Una obra valorada en cerca de 5 millones de euros que, según Benlloch, hoy por hoy “es muy difícil que pueda salir adelante con los recursos actuales y las dificultades del Ayuntamiento”.
El alcalde ha señalado que se ha optado de momento por aprovechar este espacio, de propiedad municipal y situado en el centro de la ciudad, que al precio de mercado tendría un valor de alquiler de 100.000 euros anuales, asegura Belloch, por lo que “en el plazo de cuatro años, la inversión de 420.000 euros estará amortizada”. Las obras, que tienen un plazo de ejecución de seis meses, incidirán en la accesibilidad, instalando diferentes plataformas elevadoras, así como un ascensor, para salvar los desniveles, y facilitar la conexión con el mercado y el aparcamiento subterráneo.
Benlloch ha anunciado que también se priorizará la eficiencia energética de manera que estas dependencias se convertirán en el primer edificio municipal que se autoabastecerá de energía eléctrica, con la instalación de placas solares.
Obiol ha recordado que el inmueble se construyó en 1969 como mercado, aunque en 1991 parte de las instalaciones se reconvirtieron en juzgados. Tras el traslado de las dependencias judiciales al Palau de Justícia en 2013, el Ayuntamiento logró la reversión de la titularidad por parte de la Generalitat Valenciana y en 2015 se derribó una parte del inmueble para dar paso a la actual plaza de Colón. Por su parte, el arquitecto municipal José Garfella ha dado algunos detalles técnicos de la reforma, que contempla actuaciones de tabiquería interior para habilitar despachos así como aulas de formación homologadas para los cursos que realiza la Concejalía de Economía.