VILA-REAL. La ristra de sentencias urbanísticas todavía pesa en la gobernabilidad de Vila-real. El Ayuntamiento recurrirá a un nuevo crédito de 2,2 millones para desbloquear el pago de la última parte de la reforma del Mercado Central y costear diversos fallos urbanísticos. El grueso del préstamo corresponde a la herencia urbanística pero se hace uso para asegurar el fin de las obras del mercado, ya que el consistorio corría el riesgo de perder la subvención de Next Generation si no las acababa a final de año.
El pleno municipal ha aprobado este miércoles un rocambolesco modificado de crédito, que ha recibido los votos a favor del PSPV y el edil no adscrito Manu Rubert, la abstención de Compromís y la posición contraria de PP y Vox. Contempla la consignación de fondos propios para impulsar la última fase del mercado y la solicitud de un préstamo a futuro para costear las sentencias.
El objetivo prioritario del acuerdo, según el alcalde, José Benlloch, ha sido el de poder completar en los plazos marcados por la UE la adecuación del mercado. Para ello, para poder utilizar fondos propios para su último contrato los servicios municipales pedían asegurar la financiación de sentencias pendientes. "Desde la Intervención municipal se nos ha advertido que no podemos consignar ni un euro más para gasto nuevo si hay deuda pendiente y por eso para poder aportar el dinero que se necesita para completar el proyecto de reforma de los antiguos juzgados y del Mercado Central con todos los expedientes favorables ha sido necesario incluir el pago de estas sentencias”, ha explicado.
Este nuevo préstamo no estaba en el guion en este ejercicio tras aprobarse el presupuesto este verano. También se habían conseguido solventar con los remanentes del año pasado facturas pendientes y fallos urbanísticas. Pero la deuda derivada de resoluciones por expropiaciones de 2008 a 2010 todavía sigue presente y el gobierno local tiene que acudir a otro préstamo. Asimismo, las cuentas municipales recogen una partida de 3,7 millones para afrontar estas cuestiones judiciales.
De los 2,2 millones, 73.000 euros se destinarán a la instalación de nuevas puertas del Mercado Central. Es una pequeña parte de un proyecto valorado en 1,1 millones de euros. De este total, Next Generation financia 920.000 euros, y esta cuantía corría peligro si la totalidad de la ejecución no termina antes de 2025.
El primer edil ha resaltado que con los 2,2 millones se abonarán 11 sentencias por confiscaciones de terrenos a particulares ejecutadas en los años 2008,2099 y 2010. De estas, ha mencionado que un millón de euros corresponde al proceso del jardín de Botànic Calduch. 290.000 por la avenida Suroeste y 47.000 euros por la avenida Francia.
El alcalde ha acusado al PP de "lanzar bulos cuando dice que se podría haber llegado a acuerdos para no tener que pagar cantidades millonarias por los empastres del urbanismo”. “Sólo en el caso del Botànic Calduch, el propietario tenía reconocido en primera instancia un derecho a cobrar 6 millones de euros, pero después de luchar en los tribunales para defender los intereses de los ciudadanos de Vila-real, ahora vamos a pagar 1 millón de euros que es la cantidad que el Ayuntamiento no discute porque somos conscientes de que estos terrenos se confiscaron si pagar al propietario”, ha continuado. En el caso de los terrenos de la avenida Francia, un propietario reclamaba 1,7 millones de euros “y hemos logrado, luchando ante la justicia, que se valore como rústico y sólo tengamos que pagar 46.796 euros”, ha añadido.
Benlloch ha concluido asegurando que “ojalá no tuviéramos que sacar este préstamo, hemos intentado buscar recursos pero el dinero no cae del cielo y los efectos de esta Dana del urbanismo del PP han venido como un tsunami que lo ha arrasado todo”.