VILA-REAL. Ya es oficial. Las empresas Cespa y Urbaser renovarán toda la flota de vehículos y maquinaria del servicio municipal de recogida y transporte de residuos de Vila-real y digitalizarán el sistema de incidencias. El Ayuntamiento ha adjudicado a las dos compañías el contrato para los próximos 8 años por 29.806.589 euros. El acuerdo también incluye la limpieza urbana y la gestión del ecoparque ubicado en el camino Primer Sedeny, aunque la intención municipal es desvincular en un futuro próximo esta última pata del contrato.
Hasta ahora, Fobesa gestionaba la recogida y el transporte de basuras con 19 operarios, mientras Cespa se encargaba de la limpieza viaria con otros 28 empleados. Los contratos laborales de todos ellos quedarán ahora bajo la tutela de la UTE Cespa-Urbaser. La renovación de la flota consistirá en la compra de vehículos recolectores y compactadores de carga lateral o trasera, camiones lavacontenedores a gas natural o híbridos, nuevas barredoras mecánicas, camiones cisterna, así como vehículos de inspección y baldeo que serán híbridos o eléctricos.
La renovación del parque móvil con vehículos ecológicos irá ligada al gran reto del Ayuntamiento para los próximos años: aumentar el reciclado entre los vecinos e incorporar la recogida de la fracción orgánica (los restos de comida generados en los hogares).
Los datos de los últimos años evidencian que cada vez es mayor la concienciación ciudadana sobre la necesidad de reciclar. En 2020, los vecinos de Vila-real generaron 18.259.020 toneladas de residuos sólidos urbanos, un 4,3% menos respecto al año anterior; sin embargo, los ingresos municipales procedentes de Ecoembes por el reciclaje de envases ligeros, papel y cartón aumentaron ese año de 113.671 a 127.988 euros. Es decir, los vila-realenses generaron menos basura pero reciclaron más.
Actualmente, en las calles de Vila-real hay distribuidos 796 contenedores de basura orgánica, 147 de envases, 156 de papel y cartón y 25 de aceite usado. El nuevo contrato recién adjudicado obliga a Cespa y Urbaser a sustituirlos todos y a suministrar 300 papeleras nuevas. Además, el consistorio dará marcha atrás y eliminará todos los contenedores subterráneos que se instalaron años atrás en diez puntos de la ciudad. Serán sustituidos por depósitos tradicionales.
Respecto a la limpieza urbana, el contrato recién adjudicado abre la puerta al retorno de los mercados ambulantes al centro histórico. También concede una especial atención a la limpieza del Termet, a los 46 parques y jardines existentes con 4.289 árboles y a las 36 rotondas con 121 árboles más contabilizados.
Sobre el ecoparque, fuentes municipales aseguran que la próxima desvinculación del contrato vigente responde a la necesidad de invertir unos 50.000 euros para adaptarlo a la normativa autonómica. El recinto del camino Primer Sedeny fue inaugurado en 2003 y se ha quedado obsoleto. Las obras pendientes generarán un espacio cubierto para almacenar los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, mejorarán la ventilación de la zona techada donde se arrojan los residuos peligrosos y se implantará un sistema informático de gestión y control del acceso de personas.