El 'efecto Emery' contra el potencial del Bayern
El 'efecto Emery' contra el potencial del Bayern
Fotos: CARLOS PASCUAL
VILA-REAL. Vila-real ya está preparada para vivir una nueva gran jornada de deporte... y de actividad económica. La llegada de uno de los equipos más importantes del fútbol internacional, el Bayern de Múnich, pone de nuevo a la localidad de la Plana Baixa en el centro de la actualidad deportiva europea. No en vano, disputar unos cuartos de final de la Liga de Campeones no es una experiencia que se viva todos los días.
De hecho, el conjunto groguet lo ha disfrutado hasta ahora en dos ocasiones, y ya ha pasado más de una década desde la última, en la temporada 2008-09, cuando fue eliminado por el Arsenal inglés. Ahora, el equipo bávaro, que ya visitó el estadio de La Cerámica (entonces el Madrigal) hace diez años, entonces en una fase de grupos de la máxima competición continental, trae hasta Vila-real uno de los partidos más atractivos de los que la afición amarilla puede disfrutar en la actualidad.
El 'efecto Emery' contra el potencial del Bayern
Pero, además de la vertiente futbolera, un partido de estas características tiene consecuencias positivas en una población de poco más de 50.000 habitantes. Así, con las 22.500 entradas disponibles para el partido agotadas, junto a los 2.500 aficionados alemanes que llegarán con su billete para acceder al campo se espera el aterrizaje en la Plana Baixa de unos 1.500 con la esperanza de hacerse con él.
En estos es precisamente en los que más esperanzas guarda la hostelería local. No en vano, el dispositivo policial dispone que los desplazados en viajes oficiales aguarden hasta prácticamente la hora del partido en València, donde es más sencillo su control. En cuanto a los que lleguen por libre, los bares y restaurantes de Vila-real esperan que se dejen ver ya por la mañana en la localidad. "Ahí es donde está un poco el juego para la hostelería", reconoce el vicepresidente y portavoz de la Asociación de Hostelería y Ocio de Vila-real (Ashiovi), Edu Ripollés. Con ellos, y la inestimable ayuda de los aficionados locales, "esperamos que sea un día muy bueno para nosotros", remarca.
El centro neurálgico de la actividad previa al partido estará, como ya es habitual, en la Plaça de la Vila y la del Llaurador, puntos calientes de la animación que precede a un choque de estas características. Los barriles de cerveza ya reposan tras las barras a la espera de los aficionados bávaros... y también de los autóctonos. No en vano, en un día como el de hoy "la facturación se triplica en los restaurantes", reconoce el portavoz del sector. Y en algunos bares el incremento es todavía mayor.
No en vano, en estas jornadas de Champions es muy habitual entre los aficionados del Submarino concluir la jornada laboral a mediodía para comer con los amigos en alguno de los locales de restauración o en las propias peñas, que ya calientan motores cara a Sant Pasqual. Quizás la más activa es la Celtic Submarí, una institución en la localidad y que para este miércoles prepara dos paellas para los 70 comensales que ya han confirmado... "y que seguro serán más", apunta Salva Manrique.
Con el tardeo posterior, que contará con la actuación "de una pareja de músicos irlandeses", el lleno está asegurado en la peña con el fin de animar una tarde de celebración y en la que los aficionados acompañarán al autobús del equipo hasta el campo en su recorrido final. Todo, con el objetivo de animar y disfrutar de una nueva jornada histórica en Vila-real. En el punto de mira, tratar de batir al Bayern... aunque para algunos el resultado es lo de menos.
Ambiente en Vila-real previo al partido entre el Submarino y Bayern. (Fotos: Carlos Pascual)