Vila-real sustituirá las bombas hidráulicas de Solaes por los atascos causados por las toallitas húmedas

6/07/2020 - 

VILA-REAL. Las toallitas húmedas que la ciudadanía de Vila-real arroja al inodoro obligarán al Ayuntamiento a sustituir las bombas hidráulicas de la estación de aguas residuales de Solaes. La acumulación de estos productos higiénicos en el canal de salida de las aguas pluviales y residuales provoca frecuentes averías en la maquinaria de la estación de bombeo, según han admitido fuentes municipales.

Las toallitas quedan atrapadas en los rodetes de los tres equipos de bombeo al succionarlas. Poco a poco se va formando una maraña de trapos, lo que ralentiza el caudal bombeado hasta que la maquinaria se atasca por completo. El colapso del sistema de impulsión hidráulica se da sobre todo en época de lluvias, cuando es mayor el caudal de agua que llega a la estación de Solaes.

Esta infraestructura recibe una parte de las aguas residuales generadas en Vila-real. Llegan desde el alcantarillado a través del colector subterráneo que transcurre por el Camí Vell de Burriana y por el Camino Cuarto Sedeny, y a continuación prosiguen hasta la depuradora mancomunada.

Un gasto de más de más de 44.000 euros

Fuentes municipales han explicado que, además de las averías provocadas por las toallitas húmedas que se arrojan a través del inodoro, la sustitución de las bombas hidráulicas también responde a la “antigüedad de la estación de bombeo”, cuya maquinaria fue instalada en el año 1989. La sustitución de las bombas hidráulicas en la instalación que gestiona la empresa Facsa supondrá un gasto de 44.038 euros al consistorio.

Además de las toallitas higiénicas, otros productos que también se suelen arrojar por el inodoro como los bastoncillos de los oídos o los preservativos contribuyen a obstruir la maquinaria de impulsión de las aguas residuales hasta la depuradora. El papel higiénico es el único producto de higiene personal que es biodegradable.

Las averías provocadas por la obstrucción de los canales de salida del agua pluvial y residual no son un problema exclusivo de Vila-real. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Valencia extrae cada dos años una media de 5.000 toneladas de residuos, principalmente toallitas higiénicas, solo del Colector Norte de la ciudad.

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