CASTELLÓ. Vila-real, sede de los tres principales grupos cerámicos españoles, avanza con paso firme para consolidar y ampliar el liderazgo de la ciudad dentro del clúster. Lo hace con el impulso a dos proyectos tractores: el PAI Europlataforma Intermodal (Espai Vila-real), donde se emplazará una estación logística; y el PAI del nuevo clúster de la innovación cerámica, que completará la modernización y desarrollo del área industrial. Ambos proyectos están llamados a multiplicar las oportunidades del principal motor económico de la ciudad y serán puntal de la ciudad en el siglo XXI.
En el caso de Espai Vila-real, el proyecto resurge transformado en un puerto seco para la cerámica. La iniciativa se ha reconducido con la cesión de la condición de agente urbanizador a Espai Comercial Vila-real, un trámite que desbloquea la urbanización de cerca de un millón de metros cuadrados en el acceso sur a la ciudad, junto a la N-340. Una de las propuestas del nuevo urbanizador es, precisamente, la construcción de una estación intermodal para la cerámica. La reactivación de este PAI también supondrá la solución a los accesos con la conexión de la ronda Suroeste, una infraestructura histórica -la primera circunvalación de la ciudad- que ya contribuye, y lo seguirá haciendo, a la mejora de la competitividad del sector cerámico.
El segundo de los proyectos tractores que ha reimpulsado el actual gobierno local es el PAI industrial de la CV-20, aprobado en 1999, que quedó paralizado en 2008 a causa de la crisis con solo un 34,4% de obras ejecutadas, y que ahora renace para convertirse en el nuevo clúster de la innovación cerámica. Con la aprobación de la modificación del proyecto, la empresa adjudicataria, el grupo empresarial Simetría, podrá retomar las obras de urbanización, valoradas en más de 40 millones de euros, y reactivar el PAI reconvertido en un polígono del clúster de la innovación cerámica para dar respuesta a las necesidades del tejido industrial de Vila-real y favorecer la atracción de nuevas inversiones.
Este proyecto supone un salto de gigante en el trabajo constante que en la última década ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Vila-real a través de su Plan de reindustrialización que, entre otras acciones, incluye la inversión de más de 3 millones de euros en la modernización de zonas industriales con el apoyo económico del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial.