CASTELLÓ. La localidad de Villanueva de Viver ha conseguido un "acuerdo histórico" para la provincia con la constitución de la primera agrupación de propietarios forestales de Castellón, formada por 55 miembros. Según ha indicado el ayuntamiento a través de un comunicado, este acuerdo no solo marca un antes y un después en la salvaguarda de los montes del pueblo y su limpieza, también va a devolver a la localidad el medio de vida que fue el bosque para decenas de familias.
Amparo Pérez Benajas, alcaldesa de Villanueva de Viver, ha expresado que "nuestro pueblo tiene un término municipal de 700 hectáreas de las cuales 350 son pinares y monte bajo. La distribución territorial tradicional de minifundios de menos de 2 hectáreas de media y dispersos, hacía casi insalvable la explotación rentable de la madera y la limpieza de subestrato, que con la nevada de 2016 dejó los montes llenos de madera caída". "Estas circunstancias obligaban a poner todo de nosotros para resolver esta situación porque para nuestro pueblo, los montes son la vida. Y lo hemos conseguido. Estamos muy ilusionados", añade la primera edila.
Tradicionalmente, el bosque era un medio de vida para las familias, que utilizaban animales de arrastre para trabajar. "Antes se utilizaban animales de arrastre y ahora es imposible para la maquinaria forestal, que prefiere grandes extensiones a pequeñas parcelas. La agrupación forestal resuelve estas circunstancias", explica la alcaldesa.
La constitución de la agrupación forestal ante notario permitirá a Villanueva de Viver acceder a subvenciones de Europa. "Iniciamos esta andadura con el objetivo de trabajar a través de una agrupación territorial. Y así fue como pusimos en marcha la gestión de riegos para la encina trufera que ahora da un paso más con la gestión forestal".
Según el consistorio "el acuerdo alcanzado marcará un hito en la gestión del bosque", puesto que las ayudas a las que la agrupación va a poder acogerse promueven la redacción de un plan para clareos, desbroces, repoblaciones, plantaciones de terrenos no arbolados, compra de trampas para insectos, recuperación de bancales y ribazos, podas, eliminación de restos forestales con peligro de incendio y vías de saca para las talas.
En definitiva, "una explotación sostenible, prevenir incendios y permitir que los pinares puedan seguir siendo un medio de vida para los municipios rurales de interior", señala Pérez Benajas.
La constitución de la agrupación de propietarios forestales ha sido posible gracias a la unión de la tradición rural y la veteranía, junto a los conocimientos económicos y empresariales. "Nuestra corporación es humilde, somos tres concejales. Dos de ellos, José Manuel Colás y Agustín Soriano, han sido bomberos forestales y son conocedores profundos de las montañas del municipio". Fueron ellos los que vieron la necesidad urgente de un cambio en la gestión de la masa forestal y que pusieron en común con Pascual Llop, vicepresidente del Consejo de Medio Ambiente.
Pascual Llop, economista y empresario, lideró la iniciativa de la creación de la agrupación y, de la mano de Colás y Soriano, dieron en pasos en firme "para que este viernes podamos anunciar la creación de este colectivo que es pionero en la provincia de Castellón". "Una excelente noticia para toda la población que ha sabido trazar la estrategia para la conservación de nuestros pinares en un acto de modernidad y compromiso social".