CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Vinaròs ha aprobado el proyecto de urbanización de la avenida Gil de Atrocillo y otros viales del entorno, lo que en la práctica permitirá lograr el solar para la ampliación del IES José Vilaplana. La avenida Gil de Atrocillo posee unos 20 metros de anchura con aceras y carril bici pero queda interrumpida abruptamente en ambos extremos: por el sur, justo a la altura del instituto, donde acaban las dos aceras y el carril bici; y por el norte, en el paso subterráneo sobre la N-232.
Las obras que impulsa el propio consistorio pretenden, en esta primera fase, prolongar la avenida Gil de Atrocillo por su extremo sur para urbanizar la parcela donde se ampliará el IES José Vilaplana y, en su extremo norte, mejorar la conexión con el Camino San Gregorio. En la segunda fase se mejorará el vial de servicio del ferrocarril.
El consistorio prevé invertir 532.200 euros en las obras de urbanización, que se prolongarán durante 12 meses. Incluirán nueva red de saneamiento, aguas pluviales, abastecimiento, alumbrado público, telefonía, energía eléctrica y jardinería.
Por otro lado, también en materia urbanística, el Ayuntamiento de Vinaròs ha retirado a la empresa Promociones Bemir la condición de agente urbanizador del sector SUR 12 por lo que no podrá ejecutar los trabajos adjudicados en agosto de 2010.
La pugna entre el consistorio y la promotora por la no urbanización del PAI ubicado entre el Camí Fondo y el almacén municipal se arrastra desde hace años. El Ayuntamiento ya rechazó el proyecto de reparcelación en 2013 porque su edificabilidad, de 30.838 metros cuadrados, era superior a la permitida por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), de 29.396 metros. Los tribunales dieron la razón al consistorio en 2016 pero la empresa reclama desde entonces la devolución de los 234.944 euros que depositó como aval del PAI y una indemnización de 501.726 euros.
Las obras de urbanización llevan paralizadas desde 2018, cuando la empresa formalizó su renuncia al PAI.