En artículos anteriores en este mismo espacio abogaba por el valor de la autocrítica y la reconstrucción del Partido Popular. Nada de esto parecía que importaba mucho; sin embargo, en poco tiempo, hemos asistido a dos hechos casi coincidentes en el tiempo pero de distinto calado.
Por un lado se nos plantea una reorganización del partido a nivel provincial que no va más allá que la incorporación de nuevas personas a su comité ejecutivo, cuya valía en la mayoría de los casos es reconocida, pero manteniendo el esquema del equipo de dirección que ha conducido el partido en los últimos tiempos.
De otro lado, asistimos a una reconstrucción del equipo de dirección del Partido Popular a nivel nacional, donde se producen importantes cambios enfocado a los tiempos que van a venir para plantar cara a la situación originada por los últimos resultados electorales y recuperar la confianza de los antiguos votantes del PP.
La reconstrucción pilotada por Teo García y el presidente Casado es de una profundidad muy relevante y fruto de una autocrítica profunda, y de escuchar a mucha gente, que no se ha dado en otros lugares.
"Este es un nuevo PP que no renuncia al pasado de nuestro partido" dijo el presidente Casado al finalizar la Junta Nacional.
El PP de siempre, aquel que ganaba elecciones con contundencia, se abre paso de nuevo como era de esperar, porque siempre fue lo coherente. Porque la cuestión no es de nombres, ni de generaciones. Es de quienes son capaces de ganar elecciones y quiénes no.
Y es que las renovaciones hay que hacerlas en función de las ideas. Se hacen para reposicionar ideas y avanzar en las mismas. También para reconstruir las estructuras de un partido que se las había dejado por el camino. Algo de lo que hablaba no hace mucho en mi anterior artículo de opinion.
Acierta absolutamente Casado en este nuevo planteamiento y en las personas elegidas para llevarlo a cabo. También, cómo no, en aquellas personas de nuestra Comunidad que forman parte de esta nueva estructura nacional, algunos de ellos con puestos de gran responsabilidad.
Es un inicio de un buen camino que veremos cómo se va formalizando en el futuro y cómo va afectando a las organizaciones territoriales.
En cualquier caso, lo importante es que el Partido Popular se vuelva a situar en esa posición del gran partido que siempre fue y que consiguió la transformación de nuestra provincia, nuestra Comunidad y España.
El camino emprendido es el correcto. Sigamos.
El autor es exsenador, exalcalde de la Vall d'Uixó, exvicepresidente segundo y portavoz de la Diputación de Castellón y exdiputado en les Corts por el Partido Popular