Puig, el 'títere' de Sánchez: la nueva estrategia del PPCV de Mazón
Puig, el 'títere' de Sánchez: la nueva estrategia del PPCV de Mazón
VALÈNCIA. El adelanto electoral de Pedro Sánchez es una sombra que sobrevuela el tablero político con mayor o menor intensidad en los últimos meses, aunque nunca sin disiparse de forma definitiva. Según sople el viento -y los sondeos-, los distintos analistas y estrategas resucitan o minimizan esta posibilidad según los beneficios o perjuicios que pudiera causar al presidente del Gobierno.
Pues bien. Ahora, tras varios meses en los que un adelanto electoral por parte de Sánchez parecía altamente improbable, la teoría de que sí se produjera un avance de los comicios generales ha comenzado a repuntar tímidamente y, con ello, un aumento de preocupación exponencial en el PSPV ante esta posibilidad. ¿Qué ha cambiado para ello?
La llegada en abril del nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, supuso un soplo de aire fresco para la formación conservadora. El estallido de la guerra en Ucrania, con las consiguientes dificultades económicas y las tensiones en el Gobierno de España entre los socios, dejaron a Sánchez en un momento de baja popularidad, en contraste con el aterrizaje de Feijóo, un destacado presidente autonómico al que todavía no podían imputársele errores en el debate estatal.
Ahora bien, esta tendencia se ha ido estabilizando en los últimos meses. Como se suele decir en el mundo del fútbol: "Ni éramos tan buenos cuando ganábamos, ni éramos tan malos cuando perdíamos". O lo que es lo mismo, la luna de miel de Feijóo con la opinión pública se ha rebajado y el líder del PP ha pasado de ser la alternativa perfecta a, lógicamente, ser una alternativa con sus defectos. Por otro lado, Sánchez, aunque sigue sin pasar un gran momento de popularidad, también ha superado el mayor momento de crisis y los sondeos le vuelven a situar en una posición, pese a estar en inferioridad con el PP, de mayor igualdad.
Es aquí donde aparece la tesis del posible adelanto. Si Feijóo pierde fuelle y se produce una recuperación económica, algunos creen que quizá no sería tan mala idea para Sánchez lanzarse a un 'all in' -apostar todo de golpe- a la fecha del 28 de mayo, donde deben celebrarse las elecciones autonómicas y municipales.
Bien es cierto que, en este punto, existe un contraargumento importante: en junio de 2023, España, debe asumir la Presidencia de la Unión Europa. Una gran ocasión para Sánchez de marcar tendencia con la hoja de ruta de nuestro país y, también, de reforzar su liderazgo precisamente de cara a las elecciones generales si se celebran en la fecha original (noviembre de este año.
Esta tesis, que es la que ha servido ahora para rechazar el argumento de un adelanto, contrasta con otros argumentos que vienen escuchándose en las filas socialistas y que, en algunos casos, tienen como denominador común la "audacia" de Sánchez en este tipo de situaciones. Así, existen dirigentes del PSPV que no consideran definitivo el argumento de la Presidencia de la UE. En este sentido, señalan que un mandato de estas características es mucho menos influyente si se produce cuando un líder -en este caso Sánchez- tiene que enfrentarse en breve a las elecciones; algo que cambia si acaba de ser elegido presidente y tiene cuatro años de legislatura por delante.
Así, y aunque se antoja una estrategia arriesgada, hay quien cree que sería una decisión en consonancia con el estilo del líder socialista. "Si hay recuperación y Feijóo flojea, podría lanzarse al adelanto para, si gana, luego apuntalar su liderazgo con la Presidencia de la UE", reflexiona un veterano socialista preguntado por este diario.
Una hoja de ruta que provoca cierta intranquilidad en la federación valenciana. Tal y como informó este diario, y pese a que la relación entre la dirección valenciana y Ferraz es buena, no todo el PSPV digirió con alegría las visitas anunciadas por Sánchez a València. El problema no era de sintonía, sino de la coincidencia con polémicos debates nacionales existentes en el candelero como la reforma del delito de sedición y malversación, y la maniobra para el relevo en el Tribunal Constitucional.
Unas tensiones -incluso con protestas de otros barones autonómicos socialistas contra Sánchez- en las que a Puig no ha mostrado interés en implicarse, puesto que viene apostando por un liderazgo tranquilo, con importantes refuerzos económicos -la llegada de la gigafactoría de Volkswagen- y cierta presencia en asuntos nacionales aunque casi siempre en un tono equilibrado de reivindicación autonomista.
Sin embargo, en los últimos días el presidente de la Generalitat sí ha tenido que dar un paso al frente para oponerse al Gobierno central con una cuestión especialmente delicada como es el trasvase Tajo-Segura, sobre la que incluso ha anunciado que presentará alegaciones en el Consejo de Estado. Una situación de confrontación que podría alargarse en el tiempo y a la que se podrían unir otras discrepancias como la todavía no abordada reforma del sistema de financiación que el Gobierno de España tiene metida en el congelador. O lo que es lo mismo, asuntos delicados que podrían convertirse en munición en una campaña electoral donde se mezclaran comicios autonómicos y estatales.
Puig, el 'títere' de Sánchez: la nueva estrategia del PPCV de Mazón
En esta línea, tal y como informó Valencia Plaza, el PPCV liderado por Carlos Mazón ya ha comenzado una estrategia de identificación de Puig con Sánchez, incrementando la presión sobre el líder de los socialistas valencianos para que se vea obligado a desmarcarse del presidente del Gobierno.
Es por todo ello que muchos de los colaboradores del presidente Puig no quieren ni oír hablar de un posible adelanto de Sánchez que haga coincidir todas las elecciones en un 'superdomingo' el 28 de mayo de 2023. Es más, algunos aconsejarían al presidente de la Generalitat que, si esto ocurre, Puig debería activar de inmediato un adelanto para desmarcarse de ese calendario.
Una postura que evidencia, a diferencia de lo ocurrido en 2019 cuando Puig adelantó sus comicios para hacerlos coincidir con los generales, la duda que ofrece la marca PSOE como garantía positiva para el líder autonómico. Bien es cierto que la situación podría cambiar y dentro de cinco meses la coyuntura no sea la misma pero, a día de hoy, los socialistas valencianos se sienten más seguros de sus posibilidades sin la intromisión de un proceso electoral estatal.