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Ya se puede volver a quemar: agricultores y pueblos valencianos tienen tres años para dejar de hacerlo

14/05/2022 - 

CASTELLÓ. Una de las medidas que más polémica había alzado en las últimas semanas en el campo valenciano deja, en la práctica, de afectarle. Los agricultores de la Comunitat pueden volver a quemar sus restos de poda, excepto en el período estival (del 1 de junio al 16 de octubre) en que está prohibido por el riesgo de incendio, como ya era habitual. Lo podrán hacer porque la Conselleria de Agricultura ha anunciado, en una nota explicativa, que se acoge a la Disposición Transitoria Cuarta de la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular.

Con esta ley el Ministerio para la Transición Ecológica ha prohibido, por regla general, la utilización del fuego para que los agricultores gestionen sus restos de poda y barbechos y los aprovechen para el abono de sus campos. Ahora, al acogerse a esta excepcionalidad, la conselleria permite que, en aquellas localidades que cuenten con planes y ordenanzas de quemas sus agricultores podrán seguir quemando los restos durante los tres próximos años (siempre con la excepción del lapso veraniego). 

Esta salvedad cubre casi cuatro de cada cinco municipios de la Comunitat, dado que, según ha informado la conselleria, en el territorio valenciano hay 392 municipios con planes locales de quemas y otros 33 que presentaron la documentación antes de la entrada en vigor de la ley, lo que supone el 78,5% del total. 

Una resolución para amparar a los demás

Para que los productores primarios del resto de municipios se encuentren en una situación similar, el departamento dirigido por Mireia Mollà lanzará "en breve" una resolución con la que abrirá la puerta a quemas agrícolas individuales con el objetivo de evitar la propagación de plagas e incendios. Con ello, y después de que los agricultores presenten una declaración responsable al Ayuntamiento, estos también podrán gestionar de esta manera los restos biológicos de sus huertos. 

Con ello, la conselleria atiende lo que se había convertido en un clamor en las últimas semanas, ya que la quema todavía es el método de gestión de los restos mayoritario en el campo valenciano. Tan solo en algunas parcelas específicas se apuesta por la trituración, más cara, mientras el compostaje es prácticamente inexistente. Por todo ello, las organizaciones agrarias habían alzado la voz. La Unió de Llauradors había llegado incluso a llamar a la desobediencia civil ante la inexistencia de alternativas viables a la quema (hay zonas en que la entrada de trituradoras es muy complicada y transportar los restos a otras zonas difícil y caro), mientras la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) ha llegado a plantear este problema al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, "de quien aún no ha recibido respuesta", señala. 

Piden reformar la ley

Ambas entidades insisten en la reforma de la ley estatal recientemente lanzada por el Ministerio para la Transición Ecológica, con Teresa Ribera al frente, que considera los restos de poda agrícola como un residuo para ser tratado en una planta. A la espera de ver si se atiende su reivindicación para la derogación del artículo 27.3 de la referida norma, lo evidente ahora mismo es que agricultores y municipios tienen tres años para ir adaptando la gestión de estos restos a la ley. Para ello, desde conselleria han anunciado que reforzarán las ayudas a los municipios -cuyo plazo está abierto hasta el 19 de mayo- para impulsar sistemas alternativos, como el triturado o el agrocompostaje. 

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