VALÈNCIA. Los partidos valencianos tienen previsto ponerse las pilas rápidamente en un inicio de curso marcado por la precampaña electoral de los comicios de 2023. Las candidaturas y la fórmula bajo la que se presenten las formaciones a la izquierda del PSPV son dos de los asuntos que habrán de cerrarse durante los próximos meses y que centrarán una parte importante del debate interno.
El foco se sitúa especialmente en Compromís por el lío que existe dentro de la coalición tras la dimisión de la que hasta hace poco era su todopoderosa líder, Mónica Oltra. El liderazgo que ejercía en todos los ámbitos, tanto de gestión como de estrategia electoral, suponía que en este tipo de situaciones ella siempre alzara la voz para fijar su posición. La cual era escuchada y compartida, o no, por el resto. Pero que solía prevalecer salvo en contadas ocasiones.
El escenario ha cambiado. Y uno de los grandes interrogantes que tiene que despejarse más pronto que tarde es cómo actuará Compromís con la plataforma 'Sumar', impulsada por la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, ante las elecciones. Desde hace ya semanas parecía bastante claro en el seno de la coalición que una confluencia para las autonómicas y municipales resultaba complicada y se daba prácticamente por descartada.
Dos de los factores a los que se apuntó desde el principio son que una alianza así no sería comprendida por el electorado de Compromís dada la implantación muy superior que tienen en la Comunitat Valenciana y que la estructura territorial de 'Sumar' es, por ahora, nula. Pero ahora se le añade otro que es el verdaderamente definitivo: Díaz no quiere. Y así lo ha manifestado públicamente.
Las preguntas que quedan ahora, por tanto, son dos. La primera, qué estrategia seguirá la coalición con la plataforma en precampaña y campaña electoral de las autonómicas y municipales; y, la segunda, qué puede ocurrir para las generales, las cuales tampoco distarán demasiado de las anteriores.
Por lo pronto, Díaz ha llegado a asegurar en una reciente entrevista en la revista Jacobin que la fórmula de coaligarse no funciona tras las experiencias vividas en Galicia y Andalucía. Lo cual incluye, en el caso de la Comunitat, a Podem y a Compromís. Su prioridad queda claro que es el nivel estatal, pero falta por concretar qué quiere hacer para las generales en los territorios.
El debate en el seno de Compromís, por tanto, resulta de importancia porque condicionará inevitablemente el simbolismo y los posicionamientos en los meses previos a los comicios autonómicos aunque no se haya tomado una decisión definitiva de acudir juntos a la siguiente cita.
Con Oltra, principal valedora de una integración, fuera, será el llamado comité de estrategia de la coalición el que decidirá, conformado por las tres patas de la coalición (Més –el antiguo Bloc–, Iniciativa y Els Verds). La primera reunión en la que tratarán este tema, según fuentes del partido, será la semana que viene, cuando también hay previsto otro encuentro de la Ejecutiva para abordar todo lo relacionado con el Seminari del Consell de septiembre y el inicio de la negociación de los presupuestos.
Todas las fuentes consultadas coinciden en un punto: una hipotética alianza con 'Sumar' está todavía muy verde. En Compromís, como suele ocurrir siempre, existe heterogeneidad de opiniones incluso dentro de las mismas corrientes. Y un resumen superficial podría ser que en Iniciativa existe predisposición a un acercamiento, mientras una parte de Més no lo ve.
Algunas voces partidarias de una integración con el proyecto de Díaz remarcan que lo que hay que tener en cuenta son los números aunque confíen en la marca. Pese a que las realidades de unas citas a otras son diferentes por múltiples motivos, mencionan que en 2015, cuando se presentaron con Podemos y EU en la coalición 'A la Valenciana', sacaron cuatro diputados. En 2019 concurrieron con Mas País, de Ínigo Errejón, y únicamente obtuvieron un representante, lo mismo que cuando lo hicieron en solitario. "Aquí ya estamos acostumbrados a trabajar en coalición. Autonómicas parece claro que no, pero para las generales se tiene que estudiar", afirman.
Una de las "ilusiones" de algunos miembros de Compromís sería que Díaz, aunque evite definirse ya a favor de una concurrencia conjunta, participara en actos de campaña para, al menos, poder dirigirse al mismo electorado. Supondría un espaldarazo simbólico y, creen, un empuje en los comicios. La decisión que tome la vicepresidenta del Gobierno, sin embargo, es la que cuenta. Tras lo sucedido en Andalucía, no parece del todo partidaria de significarse en los territorios, y eso incluye el valenciano pese a que sea una plaza primordial para la izquierda en la que retener el Ejecutivo.
En la coalición admiten que si un candidato busca esto especialmente es el alcalde de València, Joan Ribó, quien se ha erigido últimamente en una voz autorizada para asuntos de partido y en este ha seguido la estela de Oltra de abordar la integración con 'Sumar'. La situación en la ciudad es delicada ante la posibilidad de que la derecha recupere el Ayuntamiento y la interpretación es que hay que aglutinar todas las fuerzas que se puedan.
En el seno de Més el análisis es diferente. Existe alguna corriente más abierta a la confluencia, pero otra se muestra tajante en la importancia de no diluir la marca ni perder lo que llaman "la obediencia valenciana". "Compromís con cosas bien, pero al revés no. No podemos perder la diferenciación valenciana y más aún si no quieren autonómicas ni municipales", indican las fuentes consultadas.
Y aquí entra el siguiente elemento clave: Unides Podem. Otro lugar en el que las aguas andan revueltas. En Podem, el vicepresidente segundo del Consell y casi con toda seguridad cabeza de lista a la Generalitat, Héctor Illueca, quiere un 'Sumar' en la Comunitat junto a Compromís. Fue partidario de ello desde el principio y ha realizado sondeos internos para pulsar a la militancia y a los dirigentes locales. Además, mantiene buena relación con Díaz tras su paso por la dirección de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, por lo que el contacto es asiduo.
Quien parece no decantarse del todo es la líder del partido en la Comunitat Pilar Lima, la cual acudió junto con Illueca al acto celebrado por Oltra y Díaz en València pero que suele estar totalmente en la línea de lo que diga la dirección nacional de su partido. Y ésta tampoco parece del todo clara. El discurso público que mantiene la ministra Ione Belarra es para algunos contradictorio. De un lado, reitera su apuesta por la vicepresidenta como candidata, pero de otro plantea una coalición sin integrarse en su plataforma. Sin decisión clara desde Madrid, en la Comunitat será difícil que alguien mueva ficha.
La complicada relación Podemos-Díaz tiene, a la vez, más efectos. Por ejemplo, en lo relativo a la otra pata de Unides Podem, Esquerra Unida. Su coordinadora general, la consellera de Transparencia Rosa Pérez, también aboga por coaligarse con la vicepresidenta y Compromís de forma más entusiasta que Podem. Pero no sólo eso. En una reciente entrevista en Levante-EMV, afirmó que había que replantear la marca de Unides Podem de cara a las autonómicas. Una posición que sorprende entre los morados y que vaticina choques en la confección de las listas. "Sin Díaz y sin Podem, ¿cuál es la intención de EUPV?", se preguntan algunos.
Las consecuencias de esas tensiones entre Díaz y Podemos son igualmente seguidas por Compromís. Hay quien cree que la presencia de la vicepresidenta en actos de campaña todavía se complica más porque podría generar un mayor enfrentamiento con los morados cuando son sus socios de Gobierno. Y apuntan a que los sondeos internos que maneja la coalición apuntan a que sus votantes rechazan la marca de Podemos totalmente. Con todos estos frentes abiertos, las "mentes pensantes" de los partidos parece que comienzan ya a calcular para una toma de decisiones sobre estrategia con multitud de derivadas.