CASTELLÓ. Compromís y Podem-EUPV, los dos socios minoritarios del Acord de Fadrell en el Ayuntamiento de Castelló, corren el riesgo de pagar un peaje si al final el PSPV y Ciudadanos llegan a un acuerdo sobre el presupuesto para 2021. El partido liberal plantea reducir partidas gestionadas por valencianistas y la confluencia para incrementar el fondo de ayudas directas por la covid-19.
No obstante, ese recorte también afecta a los socialistas, aunque con la diferencia de que ambos grupos comparten la necesidad de reorientar ciertos capítulos. Por ejemplo, la consignación del Patronato Municipal de Fiestas que, ante la imposibilidad de celebrar la Magdalena y otros eventos tradicionales en unas circunstancias de normalidad, abogan por aplicar un tijeretazo de entre 600.000 y 800.000 euros respecto a las cuentas de 2020.
Fuentes próximas a la negociación entre el PSPV y Cs insisten en que el borrador económico de 2021 ha de priorizar las medidas encaminadas a revitalizar aquellos sectores más golpeados por la pandemia. En consecuencia, para la formación naranja cualquier proyecto considerado como prescindible debe quedar aparcado este año. Y con ello no solo se refiere a las 15 medidas propuestas para arrancar las conversaciones con los socialistas. Las mismas fuentes apuntan que existen partidas menores susceptibles de recortarse o incluso de eliminarse, para lo cual en la cita de este jueves piensan persistir en lo imperativo de disponer de los presupuestos para analizarlos.
El partido liberal maneja un amplio listado de más de 50 puntos, casi todos para reexaminar. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, la Ruta del Agua, el coto Arrocero o el Parque Agrario, que forman parte de las líneas estratégicas de la concejalía de Transición Ecológica (Podem-EUPV). También cree revisables algunos conceptos de Cultura (Compromís), como el programa de actividades en la Universitat Jaume I o la Fira Valenciana de la Música. De igual manera apuesta por reajustar la consignación de Memoria Democrática y Participación Ciudadana, que también dependen directamente de la coalición valencianista. Además, defiende un cambio en la gestión de Vivienda, controlada por la convergencia.
En efecto, esa recomposición presupuestaria choca frontalmente con el programa de los dos socios minoritarios del Fadrell, que en los últimos días vienen reclamando mayor celeridad al PSPV para cerrar definitivamente el anteproyecto que se concretó en la última comisión de seguimiento, cifrado en 190 millones de euros. No en vano, Podem-EUPV instó este miércoles al gobierno municipal a celebrar un cónclave el próximo lunes con el propósito de sellar ese acuerdo económico, en vista de que no terminar de rematarse pese a avanzar el calendario.
Antes de esa reunión, este jueves socialistas y naranjas se volverán a ver las caras para aproximar posturas. Desde Cs existe un moderado optimismo a tenor de la buena sintonía con el PSPV desde la primera cita el pasado 21 de diciembre y que se percibe en cada acto público de la agenda municipal, como en los plenos o comisiones. Sin ir más lejos, ambos grupos se han aliado para defender en la sesión ordinaria una enmienda a la totalidad sobre el Conservatorio de Música y Danza que, más allá de tumbar una moción del PP, cuestiona el planteamiento de Compromís respecto al emplazamiento.
Cabe recordar que los grupos que lideran Amparo Marco y Alejandro Marín-Buck suman 14 concejales (10 y cuatro, respectivamente), con lo que se bastan para sacar adelante cualquier iniciativa. Desde el pleno del Debate del Estado de la Ciudad, celebrado en septiembre de 2020, los guiños del Partido Socialista a Ciudadanos (y viceversa) han ido en aumento. El propio portavoz naranja ya señaló en una entrevista a este diario que "Castelló estaría muchísimo mejor con un gobierno Cs-PSPV que no con el Fadrell".