Garcia (Compromís) a Marín-Buck (Ciudadanos): "Es evidente que usted quiere ser vicealcalde a toda costa"
CASTELLÓ. Compromís y Ciudadanos se soportan cada vez menos en el Ayuntamiento de Castelló. La tirante relación de sus portavoces, Ignasi Garcia y Alejandro Marín-Buck, respectivamente, evidencia que existe un creciente problema de convivencia dentro la corporación. El PSPV y PP ya no tienen la exclusividad de los rifirrafes plenarios después del episodio vivido en el Debate sobre el estado de la Ciudad este jueves.
Marín-Buck, al igual que los demás líderes de la oposición, aprovechó su intervención para afear al Acord de Fadrell su gestión en los últimos 15 meses. En su amplio repaso, habló de la subida de los sueldos del ejecutivo local, del desacord por las fiestas, del código ético, del presupuesto, del Plan General, de la covid-19, e incluso de reciclaje. Sus alusiones directas a los concejales resultaron testimoniales, aunque se mostró especialmente insistente con el representante valencianista al repetir su nombre en varias ocasiones.
Garcia interpretó los reproches del portavoz naranja al tripartito como un intento de ganarse al grupo municipal socialista y minar así la alianza de izquierdas, de la que también forma parte la confluencia Podem-EUPV. "De los 15 regidores de este gobierno, me ha nombrado tres veces y si contamos al resto [munícipes], dos, una vez cada uno. Ha habido momentos que me he sentido ruborizado. Como que mandaba yo de la ciudad y que era el responsable de todo lo que pasa aquí. Lo suyo y lo mío no es amor. Lo que tú sientes es obsesión", le replicó.
Pero no se quedó ahí el edil valencianista. "Es evidente que usted [Marín-Buck] aspira a ser vicealcalde a toda costa y sube aquí a hacer unas cabriolas para decir que Compromís y yo somos los demonios de los siete infiernos", remató. El ataque de Garcia no encontró respuesta en el concejal de Cs, habida cuenta que empleó su turno de réplica para leer el discurso que llevaba preparado, sin adentrarse en el espontáneo mundo de la improvisación.
No es la primera vez, y probablemente tampoco será la última, que los barones de ambos partidos se enzarzan en el hemiciclo. Desde aquel "10+4 suman mayoría", en alusión al número de concejales que ostentan el PSPV y Ciudadanos, la animadversión entre los dos ha ido en aumento.
Sin embargo, lo que verdaderamente incomoda a la formación valencianista son los continuos guiños del partido naranja a los socialistas en distintas instituciones a raíz de la presidencia de Inés Arrimadas. Tanto en Madrid como en València los acercamientos se suceden desde hace semanas, habiéndose traducido en distintos acuerdos de ámbito nacional y autonómico, como la ampliación del estado de alarma.
El nuevo rol de Cs, buscando desmarcarse ideológicamente del PP y Vox, supone una amenaza para Compromís en aquellos municipios donde gobierna en coalición con el PSPV. No obstante, en el caso del Ayuntamiento de Castelló la continuidad del Acord de Fadrell no parece peligrar. Al menos, por las declaraciones y gestos de la alcaldesa, Amparo Marco. Sin ir más lejos, en su discurso de este jueves en el Debate sobre el estado de la Ciudad agradeció la labor de todos los ediles del equipo de gobierno ante la pandemia y destacó algunos proyectos que no pertenecen a las competencias propias de su grupo municipal.
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara