Carlos Mazón, nuevo líder del PPCV, junto al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en una audiencia meses atrás. Foto: GVAVALÈNCIA. El proceso de primarias en el PPCV se resolvió el pasado viernes sin sorpresas: el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, lograba más de un 95% de los votos y se convertía en nuevo líder virtual de la formación popular en la Comunitat Valenciana.
Un proceso que se ha seguido con cierta atención desde la Presidencia de la Generalitat dirigida por Ximo Puig. El jefe del Consell y su equipo han tenido como rival principal en la oposición desde 2015 a Isabel Bonig, mientras que ahora pasan a tener enfrente a Mazón, un político con distinta posición institucional y, probablemente, con diferentes estrategias para hacer frente al Botànic.
Fuentes próximas al búnker del presidente Puig admiten que el cambio de líder en el eterno rival puede modificar parte de la hoja de ruta estratégica a la hora de enfrentarse al principal partido de la oposición, aunque resumen la postura a adoptar en el Palau con una sencilla frase: "Nos ocupa, pero no nos preocupa el cambio de liderazgo en el PPCV. Si hacemos bien las cosas, la ciudadanía seguirá confiando en nosotros".
Ahora bien, esta reflexión no significa que no existan tácticas a poner en práctica desde el Palau. Una de las carencias que ven en Mazón es su falta de notoriedad en la sociedad valenciana, donde todavía no es un político que acumule un alto nivel de conocimiento. Una circunstancia que, desde Presidencia, no van a contribuir a generar. Para ello, la idea por el momento es la de confrontar lo menos posible directamente con el nuevo líder del PPCV, dado que ello aportaría a Mazón una visibilidad de la que ahora no dispone y de la que sí goza Ximo Puig.
Más aún cuando el presidente de los populares valencianos no podrá enfrentarse cara a cara en Les Corts con el jefe del Consell, puesto que Mazón no es diputado autonómico, con lo no dispondrá de esa ocasión de medirse a Puig en los debates parlamentarios. Así pues, la consigna es clara: no regalar espacio de visibilización al líder de los populares.
Otra de las estrategias que se estudia en el Palau y en el PSPV-PSOE es redoblar la tarea de fiscalización en la Diputación de Alicante, la institución donde Mazón es presidente y cuyo cargo pretende compatibilizar con el liderazgo del PPCV. En este sentido, y así lo recalcan fuentes del Palau, Puig es "el presidente de la Generalitat mientras Mazón lo es de una administración local", explican, para incidir en que el nuevo líder del PP debe dar cuentas de su gestión en su rango de actuación y no tratar de utilizar la institución como trampolín para buscar el choque con Puig.
Es por ello que los socialistas planean una oposición lo más exigente posible a Mazón en la Diputación de Alicante para que deba prestar la máxima atención posible a ese puesto de responsabilidad pública, mientras que Puig trataré de evitar los enfrentamientos institucionales que permitan al nuevo líder del PPCV salir en la 'foto'.
En esta línea, desde el Palau prevén, por parte del nuevo líder del PPCV una estrategia basada en el "modelo Zaplana" de intentar ganar el espacio alicantino para después proyectarse al resto de la Comunitat. A su juicio, es por ello por lo que Mazón ha comenzado atacar por el flanco del agua con el trasvase Tajo-Segura. "Es un ejemplo de una manera de actuar de aquella época, si bien la sociedad actual no es la sociedad de los años 90", analizan fuentes próximas a Puig.
Por otro lado, apuntan también a otra línea de maniobra de Mazón con la movilización de la derecha, especialmente en los asuntos nacionales. Sobre esto, desde el Palau señalaban la posible manifestación a la que el líder del PPCV abrió la puerta este lunes de forma "complementaria" a la organizada en Madrid por la plataforma Unión 78 en contra de los eventuales indultos a los presos del 'procés'. Un movimiento que las fuentes cercanas a Puig consultadas consideran un intento de "sintonizar con la foto de Colón" y "aglutinar a la derecha" ante asuntos de carácter nacional.
Frente a todo ello, desde Presidencia plantean la gestión como antídoto a la nueva línea de oposición que intente marcar el PPCV. "Lo primero es seguir trabajando en una buena gestión sanitaria y acelerar lo máximo posible la vacunación para retomar la mayor normalidad cuanto antes", enumeran, para continuar con "la agilización de la llegada de fondos europeos para la recuperación económica". Una táctica de quemar etapas con éxito que contribuya a reforzar el liderazgo de Puig y limite al máximo los espacios de Mazón para crecer.
