VALÈNCIA. Rain Forest Valencia, empresa que gestiona el Bioparc de València, aumentó un 4,8% sus ingresos en 2019 hasta los 13 millones de euros. Así lo recogen las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, donde también se anota una ligera reducción en los beneficios, que descendieron de 1,8 millones a 1,2. "Se ha producido de nuevo un crecimiento en la cifra de negocio cercano al provocado por la recuperación del consumo y del ocio, tanto a nivel nacional como en la Comunidad Valenciana", señala el informe de gestión que acompaña a las cuentas, y que describe el año previo a la entrada en la pandemia.
En 2019 aumentó el número de visitantes respecto a 2018, mientras que redujo "ligeramente" los gatos en publicidad y aumentó los de personal. La cifra de gastos en reparaciones y mantenimiento también disminuyó debido al esfuerzo que se hizo en este apartado en el año 2018, manteniéndose a un alto nivel debido a las mejoras constantes realizadas mantener la calidad de los recintos y cobijos.
"Debemos remarcar la continuación en la disminución del endeudamiento, sobre todo con entidades bancarias durante el año 2019, aunque en el presente mes de abril (2020), debido al impacto de la covid, se han solicitado diferentes líneas ICO a los bancos", señala el informe de gestión. "El Ebitda continúa en valores positivos muy parecidos al año 2018, básicamente gracias al aumento de la cifra de negocios y de la productividad".
La compañía empezó 2020 con buenas cifras con un incremento de visitantes y consumo en restauración hasta mediados de marzo. Sin embargo, la llegada de la covid, el confinamiento y el cierre del parque provocaron una fuerte merma de ingresos. "En la fecha de formulación del presente informe el impacto del cierre está siendo muy grande ya que sin ningún tipo ingresos hay que afrontar un nivel de gasto muy significativo puesto que las instalaciones y los animales tienen que estar en perfectas condiciones, por lo que la reducción de costes que puede efectuar la compañía está siendo muy limitada", señala el documento.
La compañía ya adelantaba este mes de febrero cierre de 2020, cuando se registraron los peores resultados de la historia del parque. El cierre de las instalaciones supuso la anulación total de los ingresos durante 97 días, con el problema añadido de mantener los gastos, lo que supuso un coste diario de 22.000 euros. Desde el parque solicitaron al Ayuntamiento de València una revisión de la concesión el pasado año para aligerar la carga económica que supuso el cierre, cuestión que por el momento no ha sido atendida.
