CASTELLÓ. Bonavista nace el mismo día en que Júlia Badia y Glòria Esteve pudieron quedar, después de muchos meses confinadas, para tomar algo en una cafetería. La cosa fue rápida, no había demasiado que pensar. Las dos habían estado en un ERTE y eso les había hecho darse cuenta de que tampoco estaban creando tanto como querrían. "Por más que la covid haya sido una desgracia, no quería que mi vida laboral terminase aquí ni así. Vivir al límite te hace pensar que peor no puedes estar. Así que decidimos crear Bonavista, que es mucho más que un estudio de diseño, es un lugar de creación", apunta Esteve.
A partir de aquí las artistas, una de Benicàssim y la otra de Castelló, deciden instalarse en el paseo Bonavista del Grau. Un sitio alejado de la metrópoli que les iba a ayudar a conectar, además, con algo que ambas echaban de menos en sus respectivos trabajos: el poder crear solamente con las manos. "Queríamos abrir nuevos horizontes y hacer trabajos que antes no podíamos tratar. Salir como se dice de la zona de confort", explica Badia, quien en la actualidad compagina sus horas en el estudio con el diseño gráfico textil para una proveedora que se dedica a hacer estampados de ropa con Inditex, Mango o El Corte Inglés. Por su parte Glòria, que se ha especializado en el diseño de superficies de cerámica, ha llevado sus láminas hasta marcas como Leroy Merlyn.
"Todas sabemos hacer encargos con el ordenador, pero si nos preguntan si tenemos herramientas para dar solución a los problemas creativos solo con las manos diremos que sí. Ahora esto es nuestro rasgo diferencial. Solo hacemos trabajos manuales. Además, como tenemos pocos recursos, utilizamos materiales que no son caros, como cartulinas o rotuladores. Y en lugar de ir a una fábrica a que nos hagan una estampación digital de un azulejo, lo pintamos nosotras a mano. Es más primario pero funciona igual", explican las creadoras, que recientemente se han encargado del escaparatismo de dos tiendas del centro de Castelló. "Nunca antes habíamos diseñado un escaparate, pero llamamos a la puerta, planteamos nuestras ideas y gustaron. Como estamos en un momento donde todo es tan efímero -un escaparate lo es- diseñamos todo con materiales reciclables, que se pueden quitar fácilmente en cualquier momento y no requieren de un gran montaje".
Parte de esta filosofía que sigue Bonavista responde a la nostalgia estética que tiene atrapada a Glòria Esteve desde hace años. Ella misma lo deja claro en su perfil de Instagram, donde firma la frase: "Nacida en el tiempo equivocado". Aunque su día a día se centra en la parte más creativa del lanzamiento de nuevos productos cerámicos, su estilo, la estética con la que se identifica, está en los 90, 80 o incluso en los 70. "Me gusta resaltar en mis trabajos todos esos rótulos y elementos antiquísimos que me encuentro en la calle. A mi el Illustrator no me llena", sentencia.
¿Y por qué el Grau de Castelló y no otra ciudad? Hasta aquí les llevaron básicamente los pocos recursos que ambas tenían. El estudio donde trabajan pertenecía a una empresa familiar. Pero, también, fueron las ganas de desconectar del entorno habitual. Por lo que hace, a la decisión de abrir en sí un estudio, esto se lo deben más bien a la pandemia y al deseo de volver a ocupar un espacio de trabajo 'real'. Bonavista es un proyecto creado en plena cuarentena que, sin embargo, no quiere tener nada que ver con los días de sofá y café en casa. El momento panda se acabó.
"Estamos acostumbradas a trabajar dentro de un taller con otros artistas y hacer cosas en común. Así que el teletrabajo no ha sido lo que más me ha gustado del mundo ahora que lo he probado. Hay muchos hándicaps. En la oficina tienes materiales que en tu casa no puedes encontrar. Al final no son trabajos con una parte tan manual como en Bonavista. También me ha parecido como una manera de relacionarse muy fría. He echado de menos estar cerca de mis compañeros. Por eso ahora, en cuanto tenemos una duda, preferimos quedar en el estudio para hablarlo y resolverlo, antes hacerlo a través del móvil", ha expresado Badia.
En definitiva, Bonavista se cuela en este extraño 2020 como un 'oasis' creativo que ha fijado sus coordenadas en Castelló y se inspira en toda la simbología marinera para no olvidar sus raíces. Las que echamos durante meses en nuestros hogares no, no son las que nos representan. Son las del mediterráneo. Como dicen Júlia y Glòria, ya no "queremos tener una barrera". "Somos muy jóvenes pero llevamos años en el mundo laboral y necesitamos siempre tener nuevos retos, volver a la época del taller y que nadie nos diga nada más allá".