VALÈNCIA. Las cartas ya están sobre la mesa en el PPCV. La escalada de tensión en las últimas semanas podría precipitar las decisiones en los próximos días y nadie se atreve a descartar que incluso antes de las elecciones madrileñas del 4 de mayo se desvelen las claves de futuro para la formación de la gaviota en la Comunitat Valenciana.
Una pista de que se avecinan acontecimientos decisivos se produjo este miércoles con la ausencia matinal de la presidenta del PPCV y portavoz parlamentaria, Isabel Bonig, en Les Corts. Fuentes oficiales aseguraron que su no asistencia a la cámara se debió una reunión privada en la sede del partido. Es más, aseguraron que sí acudió a mediodía a comer y mantuvo reuniones de trabajo en los despachos de la Cámara. Sin embargo, no estuvo presente en la sesión ni en los bulliciosos pasillos donde los políticos interactúan con los medios de comunicación.
¿Cuál es la razón? Fuentes populares confirmaron lo que Castellón Plaza ya apuntó el sábado pasado: el viernes tuvo lugar una reunión en Madrid entre el secretario general del PP, Teodoro García Egea, la propia Bonig y su 'número dos', Eva Ortiz. Un encuentro en el que el lugarteniente de Pablo Casado habría expuesto el deseo de la dirección nacional de realizar una transición tranquila de liderazgo, incluso manteniendo a la actual presidenta como síndica en Les Corts y planteando una salida a futuro en un puesto destacado en Congreso o Senado.
Una solución sobre la que Bonig nunca ha estado conforme. La líder regional, firme defensora de las primarias, ha manifestado en público y en privado su deseo de presentarse a la reelección y que sea la militancia quien decida si debe seguir al frente del partido. Sin embargo, en Génova, desde donde apuestan claramente como sucesor por el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, prefieren evitar en la medida de lo posible cualquier batalla congresual por los liderazgos.
En este sentido, y además de las reticencias de Bonig de dar un paso a un lado sin que haya un mandato de la militancia, fuentes populares apuntan también al deseo de la presidenta regional de que sus principales colaboradores mantengan una continuidad política en el nuevo proyecto, algo a lo que desde Génova no parecen dispuestos a comprometerse al menos en todos los casos.
Con estos antecedentes, la silencio de Bonig en la agenda pública estos días y, especialmente, este miércoles, ha resultado más ruidoso si cabe. Desde su entorno evitan concretar si se encuentra en un periodo de reflexión antes de tomar una decisión, aunque deslizan que cuando tenga algo que decir sobre esta cuestión, será ella misma la que dé un paso adelante para situarse ante los medios de comunicación.
En Madrid, pese a que la intención era esperar a después del 4M para tomar decisiones en la Comunitat Valenciana, están dispuestos a fijar fecha para el congreso regional si Bonig anuncia que no se presentará a la reelección, aunque no se descarta ningún escenario si se incrementa la resistencia de la líder regional.
Por su parte, el líder del PP, Pablo Casado, evitó este miércoles pronunciarse precisamente sobre este asunto y, más en concreto, respecto si al final será el presidente del PP de Alicante, Carlos Mazón, el que sustituirá a Isabel Bonig al frente del PP valenciano.
"No hay ningún congreso convocado y, por tanto, no me corresponde a mi valorar cualquier proceso que ni siquiera se ha convocado todavía", aseguró Casado en una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados. Una línea similar a la que empleó el propio Mazón en su acto junto al presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, eludiendo responder sobre su papel en el futuro congreso del partido al recalcar que no hay fecha para el cónclave.