Bonig trata de enfrentar al PSPV con Bravo: "Sabemos quién es la Torquemada del Botànic"

Foto: KIKE TABERNER
12/02/2021 - 

VALÈNCIA. El president de la Generalitat, Ximo Puig, se enfrentó este jueves a la primera sesión de control de Les Corts del año. Una jornada en la que el clima de tensión que se respiraba hace unas semanas entre los partidos del Gobierno y los de la oposición se mantuvo -incluso, en alguna intervención se incrementó- y en la que PP, Ciudadanos y Vox aprovecharon para cuestionar el proceso de vacunación en residencias o el cierre de hostelería, pero también las polémicas que giran en torno a los hospitales de campaña. 

En este sentido, de hecho, la portavoz del PPCV en Les Corts, Isabel Bonig, se dirigió al finalizar la intervención a la consellera de Sanidad, Ana Barceló, para advertirle que se "cuidase en lo jurídico" porque tenía al "enemigo en su partido". Así, tras criticar las deficiencias halladas en estas infraestructuras, la líder de los populares le trasladó a Barceló que no vería en el PP "un enemigo político". "Su problema no es Compromís, el enemigo está en su partido. Todos sabemos quién es la mano que mece la cuna, la Torquemada del Botànic, la que hace las veces de guía espiritual del president, la que envía a la hoguera mediática y judicial a quien ella quiere. Cuídese jurídicamente y no asuma errores que no son suyos", espetó Bonig. 

La intervención no pasó inadvertida. Aunque sin mencionarlo, la síndica del PPCV hacía referencia a la consellera de Justicia y Administración Pública, Gabriela Bravo, pues fue su departamento el encargado de la contratación de los hospitales de campaña. La polémica que acompaña a estas infraestructuras es larga y semana tras semana suma nuevos episodios. Entre las más significativas se encuentra que los hospitales tardasen más de nueve meses en ser recepcionados por la Generalitat después de que fueran inaugurados por Bravo y Barceló en abril de 2020. Un acto formal y reglado muy importante porque señala el momento en el que el promotor se hace cargo del inmueble y empiezan a correr los plazos de responsabilidad de la empresa constructora. No recibir la obra significa que el promotor, en este caso la consellería, no tiene por correcta la ejecución y no la acepta.

Pero no ha sido la única. También ha habido rifirrafes entre Sanidad y Emergencias por los sobrecostes de los hospitalesla Agencia Antifraude inició una investigación de oficio para conocer si se cumplieron las garantías en los pliegos de condiciones a la hora de contratar de manera directa con una sola empresa la construcción de estas infraestructuras. Además, meses después un informe de la Inspección de Prevención de Riesgos Laborales alertaba del "riesgo de explosión" al encontrarse el cableado del alta tensión "al aire", y un largo etcétera en el que aún queda por resolver si Idat -la empresa adjudicataria- y la Generalitat alcanzan algún tipo de acuerdo que les impida terminar en los tribunales por los sobrecostes. 

Con todo, el recado no cayó en saco roto y horas después todavía era comentado por varios parlamentarios socialistas en el patio ficus de Les Corts. El dardo, aunque dirigido a Barceló en particular por los hospitales de campaña, sirvió para agitar el PSPV. 

La campaña catalana se cuela en el debate

La jornada, no obstante, no había hecho más que empezar. Tras la intervención de Bonig, el portavoz de Ciudadanos, Toni Cantó, subió al atril y crispó aún más el ambiente con su discurso hasta el punto que el president de la Generalitat le recomendó que repensara las palabras que había pronunciado. De hecho, Puig llegó a advertirle al líder de Cs que con "insultos y descalificaciones, no se avanza ni se ayuda en nada". 

No en vano, Cantó criticó que Puig no acudiera a Les Corts desde hacía más de dos meses, cuestionó que el Consell hubiera cerrado los bares en lugar de permitir que se mantuvieran abiertos ofreciendo ciertas "garantías", instó al jefe del Ejecutivo a cambiar de socios -Compromís y Unides Podem- y le pidió que en el Botànic "dejen de pelearse como chiquillos mientras la sociedad valenciana se arruina o mientras muere gente". "Paren de una puñetera vez", bramó. "No nos hable de las magníficas instalaciones del futuro cuando cuando se les vuelan los hospitales de campaña, no nos vendan vacunaciones masivas cuando solo han vacunado al 2% de los valencianos, no nos han enseñado el protocolo de vacunación, Barceló se reúne ayer con la señora Oltra para hablar de las vacunaciones... más de un mes y pico después de que comenzaran, y sus cuentas sobre fallecidos no cuadran", continuó. 

No terminó ahí el portavoz de Cs, que anunció que tras el pleno se iría a Cataluña a hacer campaña para las próximas elecciones del 14 de febrero, censuró que el vicepresidente segundo fiche como asesora a "una jueza chavista" y criticó que Compromís pida cerrar la central nuclear de Cofrentes". Los tachó de "inútiles populistas que no saben hacer la o con un canuto" y se dedican a hacer "el ridículo" y cuestionó que ahora busquen el apoyo de Ciudadanos para reformar la ley electoral con el objetivo de "mantenerse en su poltrona en la próxima legislatura", pero en la negociación de Presupuestos "no quisieran bajar los impuestos para no hacerse una foto" con ellos. "Son unos impresentables", concluyó tras asegurar que Cataluña es "territorio comanche donde tres partidos constitucionalistas que no pueden hacer campaña electoral en condiciones y tiene una baja calidad democracia", en referencia a las declaraciones de este miércoles en las que Compromís se mostraba en sintonía con la intervención de Pablo Iglesias en la que cuestionaba la calidad democrática de España. 

En este sentido se pronunció también la síndica de Vox, Ana Vega, que lamentó que su formación no pueda estar realizando campaña en condiciones para las elecciones catalanas, acusó a Barceló de "tener a pacientes en pasillos y capillas" por "puro sectarismo" al no contar con la sanidad privada, pidió de nuevo la dimisión de la consellera como ya hizo hace unas semanas y acusó al Consell de tener a la hostelería como "prisionero de guerra". 

Unas manifestaciones que molestaron especialmente al jefe del Consell, que defendió que "cuando se toman medidas" es porque son "absolutamente necesarias". "Aquí no se toman medidas simplemente en óptica valenciana, estamos en una pandemia mundial y estas respuestas se están adoptando en distintos países", agregó. "¿Usted se piensa que el gobierno de París está encantado de tener cerrada a la hostelería tres meses?", le preguntó, al tiempo que aseveró que su Gobierno "jamás ha criminalizado a la hostelería".

Oltra: "Los hermanos no se eligen, la corrupción sí"

La sesión también se revolucionó especialmente en el turno de interpelaciones de la bancada popular cuando la diputada del PPCV, Eva Ortiz, le preguntó cuándo iba a "dejar de tapar la corrupción de sus hermanos" en referencia a las subvenciones percibidas por las empresas en las que participa Francis Puig. Una cuestión que fue respondida esta vez por la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra -hasta ahora lo hacía el conseller de Hacienda, Vicent Soler-, que alegó que "los hermanos no se eligen, pero la corrupción, sí" tras recordar que 43 de las denuncias que ha presentado el PP contra el Ejecutivo autonómico han sido archivadas. Sin duda, una frase ambigua que algunos diputados -sobre todo del PSPV- dudaron si era conveniente aplaudir. 

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