VALÈNCIA. La Unión Europea (UE) no inspeccionará la entrada de naranjas procedentes de Sudáfrica y Argentina para controlar la plaga de la falsa polilla, con el consiguiente peligro de contaminación de los cítricos europeos y, en particular, de los valencianos. Así lo ha declarado por escrito la comisaria de Salud y Política de Consumidores, Stella Kyriakides, ante la pregunta de la eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero y su compromiso manifestado también por escrito en diciembre del año pasado de que habría inspecciones en los puertos de origen.
En 2020 se interceptaron 11 cargamentos de naranjas y limones contaminados, lo que provocó un aumento de las inspecciones al llegar a los puertos europeos. En aquel momento, la Comisión se comprometió a reforzar en 2021 los controles de los cítricos que vienen de Sudáfrica y Argentina con controles en origen, para evitar que lleguen al continente europeo con plagas. Ahora, con la campaña de la naranja del hemisferio sur a las puertas de Europa, Bruselas ha decidido posponer las inspecciones.
La Comisión Europea ha negado por escrito que vaya a realizar esa labor preventiva en los puertos de origen, pese a anunciar su compromiso en diciembre de 2020. En este sentido, Stella Kyrikiades confirma que, “en estos momentos, la Comisión no tiene previsto llevar a cabo auditorías sobre los controles de plaguicidas en Sudáfrica ni Argentina”. Y reconoce que las últimas auditorías de ese tipo se efectuaron en 2014 y 2016, respectivamente, aunque no respecto de cítricos sino de manzanas y peras.
En su respuesta a la diputada Rodríguez-Piñero, la Comisión explica su programa de trabajo para 2021 “en materia de auditorías, y análisis de salud y alimentarios”, que incluye auditorías a Argentina y Sudáfrica en materia de cítricos. No obstante, estas auditorías abarcan solamente las condiciones fitosanitarias en las que estas frutas se exportan a la UE, pero “no incluyen evaluaciones de los controles de plaguicidas ni controles de residuos de plaguicidas”. Tampoco incluyen inspecciones ni interceptaciones de los cargamentos previos a su salida de puerto.
Respecto a las auditorías previstas en materia de salud y alimentación, la de Argentina se llevó a cabo del 8 al 19 de febrero de 2021 y evaluó el sistema de controles fitosanitarios oficiales, así como la certificación de cítricos para su exportación a la UE. El informe, que ya se está ultimando, se enviará al Parlamento Europeo. En el caso de Sudáfrica, la Comisión planificó también una auditoría con el objetivo de evaluar los controles fitosanitarios para la exportación de cítricos. No obstante, “dicha auditoría se pospuso para poder tener en cuenta una evaluación que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria estaba efectuando en ese momento sobre la eficacia del enfoque sistémico de Sudáfrica para tratar la Thaumatotibia leucotreta en cítricos”, añade el comunicado.
Las auditorías sirven para evaluar si los países exportadores cumplen las condiciones de importación de la UE. Los acuerdos comerciales de la UE no modifican los requisitos fitosanitarios de importación. Por consiguiente, todos los productos que se importan a la UE deben cumplir sus requisitos fitosanitarios de importación, independientemente de si existe o no un acuerdo comercial entre la UE y el país de origen.
El aumento de importaciones de naranjas y limones, tras el acuerdo comercial de eliminación de aranceles de 2016, ha demostrado fallos en los controles fitosanitarios de los puertos europeos, como el de Rotterdam, lo que ha provocado la entrada de plagas y la consiguiente contaminación de los campos de cítricos en la Comunitat Valenciana.
Ante una pregunta previa de las eurodiputadas socialistas Inmaculada Rodríguez-Piñero y Clara Aguilera, la Comisión se comprometió a “controlar, por primera vez, las importaciones de cítricos en los puertos de origen, en concreto los de Sudáfrica y Argentina”. Y explicaba que, a partir de 2021, realizaría inspecciones de cítricos en estos países para controlar las importaciones de plagas y el uso de plaguicidas prohibidos.
Los inspectores europeos en origen debían “verificar el cumplimiento de la legislación, del sistema de control de requisitos fitosanitarios y de interceptación de plagas”, según consta en el capítulo “Condiciones fitosanitarias para la exportación de cítricos a la UE” del informe de auditorías. Ésta iba a ser la primera inspección en origen de este tipo en cítricos y también la primera tras la aprobación en 2016 del acuerdo comercial con Sudáfrica.