CASTELLÓ. Caen un 40% los casos derivados desde los tribunales a las unidades de mediación intrajudical y también lo hacen de forma importante las negativas de las partes en conflicto a participar en la mediación, incluso en la sesión informativa previa.
Es una de las “preocupantes conclusiones”, a juicio del Col·legi Oficial de Treball Social de Castelló, que dejan las jornadas organizadas con motivo de la IV Semana de la Mediación de la Comunitat Valenciana, celebradas recientemente y en las que se ha puesto en valor la labor que en materia de mediación ejercen las y los trabajadores sociales.
El organismo castellonense se ha sumado a estas sesiones informativas en el Menador Espai Cultural de la capital de La Plana impulsadas de forma paralela y vía telemática en Elx, Valencia y Alicante por la Dirección de Justicia de la Generalitat Valenciana.
El magistrado y presidente de la Audiencia Provincial de Castellón, José Manuel Marco, impulsor de la Unidad de Mediación Intrajudicial de Castellón (Umicas) en 2015, ha ofrecido los datos consecutivos sobre el funcionamiento de este servicio hasta hoy. Durante su intervención, ha manifestado también su “preocupación” por la “deriva descendente” que viene arrastrando la actividad de Umicas.
Así, ha dicho que en el caso de Castellón, la mediación intrajudicial se da, en mayor medida, a través de derivaciones de los casos a Umicas por parte de los tribunales, muy lejos de las que se hacen por parte de los letrados. Ha indicado que desde 2016 hasta 2019, la media de casos derivados anuales fueron 100, mientras que en 2020 cayeron a 60. En cuanto a la conclusión con acuerdo de las partes, se ha pasado de obtener un 16% en el primer año, hasta un 3% al cierre del año pasado.
Del resto de las mediaciones que han sido iniciadas pero que no han llegado a ningún acuerdo, bien porque no han pasado de la sesión informativa o porque no ha sido deseo de las partes, se ha conocido que venían dándose acuerdos entre las partes de manera informal, después de haber abandonado las sesiones de mediación. En este sentido, se confirma que ha sido mayor el número de acuerdos “oficiosos” que de acuerdos “oficiales”, después de pasar por Umicas.
Cabe recordar que cuando se ofrece un servicio de mediación por parte del tribunal a las personas contendientes, éstas tienen la libertad de aceptarla o desestimarla. Mientras en 2016 se desestimó un 16%, en 2020 fue el 75%, y en estos primeros meses de 2021 ya se cuenta el 70%. Para Marco, las razones que llevan a las partes “a no acceder ni siquiera a una sesión informativa de mediación” puede deberse a que las audiencias previas se han convertido “en un trámite y no logran despertar el interés de las partes en contienda”. “Derivar a mediación supone una reflexión, un tiempo, un convencimiento y una implicación de los letrados o de los jueces en que la mediación puede funcionar”, señala.
Marco espera que la solución a la mediación intrajudicial llegue de la mano de “nuevas generaciones de tribunales, que no solo tengan formación en la materia sino que la conozcan” y se ha referido a la experiencia en las escuelas, donde se resuelven conflictos a través de la figura del mediador escolar.
Desde COTS Castelló, que dispone de un Registro de Mediación, inciden en la función mediadora del Trabajo Social, “porque forma parte de nuestro ADN en la intervención social con personas, grupos y comunidad”, señala Jaume Agost, presidente de la entidad.
A juicio del colegio, la mediación se hace “especialmente necesaria “en el actual contexto, en el que nos hemos encontrado solos, vulnerables, aislados, indefensos y asustados por la situación extraordinaria derivada por la pandemia de la Covid-19”.