CASTELLÓ. (EP). La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, ha participado este lunes en la Cumbre del Clima de Madrid COP25, la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el cambio climático. La primera edila ha sido invitada a participar en la mesa técnica de la Agenda Urbana e Innovación Sostenible, donde ha presentado los proyectos que impulsa el Ayuntamiento para contribuir a la reducción de emisiones.
"Como sociedad, tenemos la obligación de hacer todos los esfuerzos para garantizar que nuestras hijas e hijos tengan un futuro mejor. Si conseguimos que las ciudades sean más sostenibles, el planeta será más sostenible", ha apuntado Marco, durante el acto en el que también han participado las ciudades de Tarragona, Alcobendas, Paterna, Sant Boi de Llobregat y Ermua.
"La lucha contra el cambio climático es y ha de ser global. Los ayuntamientos tienen un papel fundamental ante este reto y debemos coordinarnos con el resto de administraciones para dar una respuesta eficaz", ha señalado Marco, quien ha recuerado que el gobierno del Acord de Fadrell se ha marcado como reto la reducción del 40 por ciento de las emisiones de CO2 en la ciudad de Castelló antes de 2030.
La primera edila ha recordado que el programa de gobierno municipal se inspira en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y apuesta por la Ciudad Sostenible. De hecho, por primera vez, se ha incorporado la perspectiva de los ODS en los presupuestos municipales que se están elaborando para 2020, "con un compromiso claro con la mejora de la calidad del aire y la reducción de la huella de carbono", según ha explicado Marco.
Uno de los proyectos que Marco ha presentado en la convención de Naciones Unidas es el del cambio de más del 90 por ciento del alumbrado público que permitirá reducir el consumo eléctrico y los niveles de contaminación. La iniciativa está valorada en 14,8 millones de euros para la que el Gobierno municipal ha obtenido financiación de Europa, a través de la Oficina de Planificación Económica. La renovación de las luminarias permitirá conseguir un ahorro energético del 50 por ciento, lo que supone 1,1 millones de euros menos de gasto público al año.
En la Cumbre del Clima de Madrid, Marco también ha incidido en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Castelló, que establece las pautas para conseguir una mejora ambiental, entre otras, una nueva jerarquización viaria, que supone la revisión de las velocidades en el interior de las supermanzanas a 30 kilómetros/hora; la reducción de tráficos de acceso al centro; la potenciación del transporte público; o el desarrollo del Pla Director de la Bicicleta.
Además, la alcaldesa ha puesto en valor la red ciclista de la ciudad, de cerca de 80 kilómetros con un reparto modal del 4,9% en viajes internos y un servicio público en bicicletas y más de 7.000 usuarios activos que alcanzan más de 100.000 préstamos mensuales. De esta manera, Castelló se ha convertido en la tercera ciudad española con más carriles bici, según ha informado el consistorio en un comunicado.
En materia de reducción de emisiones, Marco ha destacado que el 100% de la flota de vehículos que se encargan de la recogida de residuos están propulsados a gas natural comprimido, que está permitiendo un ahorro de un 10% respecto a las emisiones equivalentes de camiones de gasoil.
La ciudad de Castelló entró en 2009 a formar parte del Pacto de las Alcaldías por el Clima y la Energía, promovido por la Unión Europea. A través de este proyecto se pretendía reducir la emisión de CO2 en la ciudad en un plazo de diez años. El objetivo era pasar de las 370.000 toneladas que se vertían en el 2008 a emitir 308.000 en 2020.
En 2018 se consiguió que las emisiones en la ciudad de Castelló estuvieran 2.000 toneladas por debajo del objetivo principal, alcanzando la cifra de 306.000. Esto representa un disminución de 64.401 toneladas respecto al 2008 y adelanta en dos años la cifra marcada inicialmente.
La mayor parte de las medidas de sostenibilidad se han impulsado a partir del 2015. Entre ellas, destacan la instalación de paneles de energía solar en dependencias municipales para la producción de agua caliente, el desarrollo de sistemas de control centralizados de las instalaciones térmicas y de iluminación de inmuebles, la mejora de la eficiencia de las fuentes ornamentales, la colocación de luces led en semáforos, la implantación de contenedores inteligentes y la realización de un plan de movilidad municipal con la creación de una red de ejes peatonales y el impulso del ciclismo urbano.
También ha contribuido la ampliación de zonas verdes y la plantación de arbolado, ya que los árboles son el principal elemento de absorción de CO2. En estos diez años del Pacto de Alcaldías se han plantado casi 13.000 árboles, lo que ha favorecido la reducción de 2.657 toneladas de CO2 al año. Ahora, la ciudad tiene 43.625 árboles.
