AL CIERRE DE 2019 en la comunitat HABÍAN desaparecido 2.729 SUCURSALES

Castellón pierde el 58,5% de la red bancaria desde 2008, casi once puntos más que la media nacional

3/06/2020 - 

VALÈNCIA. El proceso de desapalancamiento bancario en la Comunitat Valenciana se cobró 227 nuevas víctimas en 2019 en forma de oficinas, según lo constató ayer este diario de la web de la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico de la Generalitat Valenciana correspondiente al pasado ejercicio. 

De este modo, el número de sucursales repartidas por las tres provincias autonómicas se situó en las 2.332, un 8,87% menos que un año antes reduciendo la red hasta las 2.332. Además, superando el 8,30% de la media nacional donde fueron 2.160 oficinas las que bajaron la persiana en toda España hasta las 23.851. Ni que decir tiene que esta Comunitat fue un objeto codiciado antes de que estallara la crisis de 2008, al calor de las nuevas promociones inmobiliarias. Así se explica como entidades de la otra punta de España abrían al calor de una promoción inmobiliaria, con muy pocos empleados.

El informe revela que València fue la provincia más afectada a lo largo del ejercicio anterior, al ver como su red comercial se aligeraba en 132 establecimientos financieros (-9,79%). En términos porcentuales Alicante y Castellón comparten el 7,85% donde la primera ha visto cómo pasaban a mejor vida 71 para cerrar 2019 con 834; mientras que en Castellón bajaron la persiana 24 reduciéndose hasta los 282. 

Ni que decir tiene que se trata de la cifra más baja que recoge en el informe el otrora brazo ejecutor de la política financiera del Consell como era el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), cuya serie histórica recoge desde 1991... y lo que queda de desapalancamiento todavía.


Pero los números todavía son bastante más llamativos -lógicamente- tomando como punto de partida el cierre de 2008, es decir, el año que estalló la crisis subprime provocada por las hipotecas basura. Y la Comunitat Valenciana ha acusado -y mucho- el desapalancamiento, dado que desde el último día de aquel ejercicio ha saltado por el aire el 53,92% de la red bancaria o lo que es lo mismo 2.729 oficinas menos. Un ratio que supone superar en más de seis puntos el del conjunto nacional (47,77%), es decir, 21.811 sucursales menos.

De las tres provincias autonómicas ha sido, de lejos, Castellón la más afectada en términos porcentuales a lo largo de los últimos 11 años por cuanto ha visto como se evaporaba el 58,47% de su red bancaria. O lo que es lo mismo: 397 establecimientos financieros. El tijeretazo en Valencia ha sido del 54,04% (1.430); mientras que en el territorio alicantino alcanzó el 51,96% al ver como bajaban la persiana 902 oficinas.

La banca no gana para disgustos

Pero la cosa no va a quedar ahí ni mucho menos en un sector que no gana para disgustos con el avance de la digitalización y con el los nuevos hábitos de la ciudadanía. Además, la banca sigue acusando -y mucho- la política monetaria ultralaxa del Banco Central Europeo (BCE) con sus tipos negativos, una hiperregulación, la cada vez mayor competencia de las fintech y bigtech... y el coronavirus, que ha obligado a realizar multimillonarias dotaciones como se ha visto reflejado en los resultados del primer trimestre del año.

Así se explica, tal y como avanzó Castellón Plaza la semana pasada, que Bankia vaya a cerrar una quincena de sucursales en la Comunitat Valenciana antes del próximo 3 de julio, cierres de los que afortunadamente las comarcas castellonenses quedarán fuera. Quince de un total de 137 en todo el territorio nacional, cuando en 2019 solo de quitó de encima 23 oficinas. Pero los nuevos tiempos mandan y toca aligerar las redes comerciales como ha sucedido en el primer trimestre deste año donde los cinco grandes bancos españoles (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Sabadell) recortaron su rede en 125 sucurales... y su plantilla en 935 empleados.

Noticias relacionadas