VALÈNCIA. La Ejecutiva de Compromís, contra todo pronóstico, movió ficha este mismo lunes y tomó una decisión definitiva de cara a las elecciones generales del próximo 10 de noviembre. La coalición valencianista fue infiel en esta ocasión a su ya tradicional demora a la hora de afrontar cuestiones relacionadas con las urnas: esta vez, la dirección del partido acordó e hizo pública su intención de llegar a un acuerdo con el partido de Íñigo Errejón para acudir a ellas de forma conjunta. La pauta sería hacerlo bajo una plataforma -la fórmula jurídica sería una coalición de partidos- que pudiera aglutinar a más fuerzas similares a Más Madrid en el resto de territorios.
El golpe de efecto -de alcance nacional- dado por Compromís merece un profundo análisis. Principalmente, porque la coalición que lidera Mónica Oltra ha evidenciado su preferencia por el incipiente partido de Errejón antes que por alcanzar un acuerdo con su actual socio en el Botànic II, Unides Podem, con quien ya compartió alianza en los comicios de 2016. Sin duda un duro golpe que costará digerir a la formación morada.
De hecho, en los últimos días, Oltra era la que a duras penas mantenía iluminada la llama de un pacto con Unidas Podemos. Si bien incluso algunos miembros del Bloc -pata mayoritaria de Compromís- habían tanteado esa opción días atrás, en la formación nacionalista terminaba imponiéndose la tesis de que la única alianza provechosa podría ser con Errejón, ya fuera como coalición electoral o buscando un mero acuerdo de cooperación. Una opción esta última, que quedaba diluida a última hora de ayer por las complicaciones para armarla.
La idea también cuajaba en Iniciativa, donde el fundador e histórico dirigente Pasqual Mollà, además de otros referentes del partido, también prefería el acercamiento a Más Madrid, lo que arrinconaba el deseo inicial de Oltra de buscar el pacto con Pablo Iglesias y los suyos. Un Iglesias que, este mismo lunes, aseguraba haber dialogado con la vicepresidenta del Consell y ver "cerca" un acuerdo.
No en vano, Oltra había profundizado días atrás en la posibilidad de conformar una gran alianza. La configuración de una amplia UTE de izquierdas que incluyera tanto a Iglesias como a Errejón. La vía era prácticamente imposible -más aún teniendo en cuenta los pocos días disponibles para resolver tanto el pacto (con sus correspondientes negociaciones de listas) como para obrar el milagro de reconciliar a ambos excompañeros de partido-. Sin embargo, hubiera permitido a Compromís una salida digna a la hora de explicar su clara preferencia por el segundo: es decir, la coalición ha intentado un pacto global que, aunque sabiendas de ser casi imposible, le permite justificar ante el electorado haber optado por Más Madrid.
De hecho, en la coalición llegó a plantearse consultar a sus militantes acerca de esa posibilidad y, de no ser posible, preguntar entonces por un acuerdo con el partido de Errejón (aunque no respecto a Podemos). No obstante, este planteamiento inicial fue abandonado al constatar las dificultades de un acuerdo a tres.
Así, Oltra explicó tras la ejecutiva de Compromís que la pregunta que se haría a la militancia versaría únicamente sobre la opción de concurrir a las elecciones con una "plataforma amplia y plural" en la que se incluyera Más Madrid y fuerzas similares a esta a lo largo y ancho del territorio. Una explicación que se sumaba a un comunicado difundido por la coalición minutos después en el que se admitía la "imposibilidad de conseguir" la mencionada "amplia plataforma".
La unanimidad en Compromís fue este lunes prácticamente total. Previamente a la Ejecutiva de la coalición se reunieron las direcciones de los tres partidos que lo componen: Bloc, Iniciativa y VerdsEquo. En todos los casos venció con claridad la opción de buscar la alianza con Errejón. Si bien hubo excepciones significativas. Oltra -que no estuvo en la ejecutiva previa de su partido- reconoció que aunque ella era partidaria de un pacto con Unidas Podemos, este no era el sentir mayoritario de su formación y debía asumirlo.
Los motivos por los que la coalición valencianista se inclinaba por Errejón frente a Iglesias son varios: concurrir con un aliado que, al igual que Compromís, no tiene responsabilidad alguna en el fracaso de la investidura con la que sí cargan PSOE y Podemos; más la posibilidad de conseguir un grupo propio en el Congreso dado que con la formación morada ya se evidenció imposible en la anterior ocasión; también ayuda la imagen de un líder menos desgastado y la mayor facilidad de Compromís para liderar la alianza en el territorio.
Algunas fuentes del partido apuntaron además que un acuerdo con Unidas Podemos hubiera proporcionado a Compromís, a lo sumo, dos puestos de salida. En cambio, todo apunta a que la coalición valencianista dispondrá de manga ancha para confeccionar la lista lo que conllevará menos conflictos, además de conformar una alianza de carácter confederal -suena Más País como nombre aunque personalizado en cada territorio- con otros actores -ya se hablaba ayer de Més Mallorca, Chunta Aragonesista, En Marea...- progresistas.