VALÈNCIA. Que el diseño es clave en los distintos sectores económicos parece algo claro, pero, ¿son las empresas que lo integran conscientes de su valor? Las lagunas en torno a la cuantificación del peso del diseño en las empresas llevaron a la Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana (ADCV) a generar el primer estudio económico de diseño de ámbito autonómico, una primera experiencia de la que se extrajo más de una conclusión y que, ahora, quiere seguir perfilando su futuro inmediato. Lo hará a través de una herramienta online que permite a las empresas que lo deseen realizar un autodiagnóstico que determine en qué grado y de qué manera se relacionan con el diseño. “El diseño es ampliamente usado por las empresas. Sin embargo, no suelen identificar la inversión”, explicaba María Navarro, gerente de la ADCV, durante la presentación. De acuerdo con el informe, el sector productor del diseño aporta 3.762 millones a la economía valenciana, aunque lo cierto es que mucha de la inversión se hace de forma “inconsciente”, una relación que, sumada a la falta de herramientas de medición del diseño, hace necesario afinar el tiro en los estudios encargados de digerir el impacto en empresas.
Conscientes de que queda mucho camino por recorrer en este aspecto, D-Tool, que así es como se llama la herramienta, busca recopilar datos directamente de las empresas, que pueden participar a través de un formulario alojado en su página web. “Con los datos que nos aporten estas empresas seguiremos sacando conclusiones”, explicó el presidente de la ADCV, Ángel Martínez, quien anunció que programarán varias presentaciones del proyecto en distintos municipios de la Comunitat para fomentar la participación del mayor número posible de empresas. Pero, ¿cómo funciona D-Tool? El cuestionario, que se cumplimenta en aproximadamente 10 minutos, está dividido en cuatro fases: preguntas generales sobre la empresa, para definir su ubicación en la Escalera del Diseño, su posicionamiento en la Brújula del Diseño –herramienta desarrollada por la ADCV- y una última fase en la que se recopilan datos específicos de la empresa participante. El resultado: un informe con conclusiones en función de los resultados obtenidos. Es el cuarto apartado, además, especialmente importante, explican sus impulsores, pues permitirá en una segunda fase, una vez se recopilen los suficientes datos, que las empresas puedan compararse con las de su sector o por tamaño.
La herramienta, desarrollada de la mano de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), cuyo vicepresidente ejecutivo, Andrés García-Reche, participó en la presentación, es gratuita, una aplicación que, además de ayudar a cuantificar la relación diseño-empresa, quiere fomentar la reflexión sobre la manera en la que se integra y, también, poner negro sobre blanco su uso inconsciente. “Queríamos provocar una reflexión […] No es una auditoría, es un punto de partida”, afirmó Vicente Blasco quien, junto a Alicia García, desgranaron el proyecto en tanto que miembros del equipo estratégico responsable del desarrollo de D-Tool.
“La aplicación D-Tool está preparada para proporcionar de forma inmediata un resultado, basado en los datos facilitados por el responsable de la entidad que rellene el cuestionario y en los cruces que se realizan de las respuestas a través de tres herramientas: la Design Ladder -creada por el Danish Design Centre- y la Brújula del Diseño y los Patrones de utilidad del diseño, herramientas propias de la ADCV que proceden del estudio La economía del diseño en la Comunitat Valenciana. Estos cruces nos han permitido identificar una matriz de posibles tipologías de uso del diseño”, explicó García.
“Hemos sido capaces de resolver de una manera muy sencilla algo muy complejo”, destacó por su parte Vicente Blasco. Si bien este proyecto espera contar con una segunda fase una vez se recabe la suficiente información, lo que permitirá tener una información más detallada por sectores, D-Tool es en realidad la consecuencia del informe sobre la economía del diseño en la Comunitat Valenciana, que podría contar con una segunda edición basada en los nuevos datos recabados con la herramienta impulsada por la ADCV. En dicho informe se aseguraba que el sector productor de diseño aporta 3.762 millones de euros a la economía valenciana. De igual forma, el informe refleja que en torno al 50% de las empresas encuestadas de sectores productivos no primarios ha incorporado el uso profesional del diseño a su dinámica empresarial. El contrapunto viene con una realidad que se repite en muchos de los sectores culturales: los profesionales están más preparados que la media pero están peor remunerados.
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