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El Consell ocultó durante un mes el primer contrato de ocho aviones de China por 31,5 millones

8/05/2020 - 

VALÈNCIA. Objetivamente, uno de los éxitos más rotundos del Gobierno valenciano en la gestión de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus es el de la llegada de material procedente de China. Un logro del Consell que lidera Ximo Puig puesto en valor hasta la saciedad con todo lujo de detalles servidos por Presidencia de la Generalitat. No obstante, pese a toda la información transmitida de estos vuelos, el Ejecutivo olvidó ser más transparente a la hora de especificar el coste económico del, sin duda, necesario material sanitario.

El Consell ocultó un mes ocultó la información del coste de los primeros vuelos llegados desde China. El 23 de marzo, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, al igual que el presidente Puig había señalado horas antes, afirmó que el coste de los dos aviones iniciales se situaría en torno a 11 millones de euros. Cuando Barceló realizó esa afirmación ya existía un primer contrato de emergencia firmado por el subsecretario de su conselleria, David Fernández, para la contratación urgente de material de protección y su traslado en ocho vuelos escalonados desde el 23 de marzo hasta el 18 de abril por un importe superior a 31,5 millones de euros.

Pese a las preguntas constantes de Valencia Plaza y otros medios, el coste de la llamada Ruta de la Seda, no se hizo público -verbalmente- hasta que el presidente de la Generalitat informó en sede parlamentaria el 23 de abril de que el gasto en estos aviones había sido de unos 52,5 millones de euros.

Ahora bien, este viernes se colgaron en la Plataforma de Contratación varios de los contratos firmados sobre material sanitario. El más grueso, el mencionado de 31,5 millones de euros, se adjudicó a Comité Textil SL, cuyo administrador es el empresario chino Chen Wu Keping,  primer contacto facilitado por la secretaria autonómica de Economía, Rebeca Torró, para la llegada de estos aviones.

Lo curioso es que, como se ha dicho, la firma del contrato es del 17 de marzo, solo tres días después de la declaración del estado de alarma pero casi una semana antes a que la consellera y el presidente hablaran de 11 millones de coste cuando ya se había firmado un contrato por ocho aviones con un gasto de 31,5 millones de euros. De ellos, 7,3 millones se imputan solo al coste de los ocho vuelos.

El siguiente contrato publicado para la llegada de material de China es con la mercantil Anona, una micropyme de Albal dedica habitualmente a la importación de herrajes para la industria del mueble.

Este contrato, de un importe sensiblemente inferior, asciende a 11 millones de euros y lleva firma del 14 de abril. En este caso, el contrato fue suscrito por la secretaria autonómica de Hacienda, María José Mira, puesta al frente de la central de compras y suministros como comisionada del president Puig para estos efectos.

Relación de material contratado a Comité Textil (izquierda) y Anona (derecha) con el coste unitario.

De la comparación de los dos contratos llaman la atención algunos detalles como las diferencias que existen entre el coste unitario de algunos de los productos, que en algunos casos superan el 100%. Es el caso, por ejemplo, de los 6,5 millones de guantes de nitrilo comprados en la primera remesa que la Generalitat pagó a 0,28 euros el par, que en el segundo contrato, el de Anona, fueron adquiridos a 0,11 céntimos la unidad para un total de 5 millones de pares.

Las 10,6 millones de mascarillas quirúrgicas de los primeros ocho aviones se pagaron a 0,65 euros cada una frente a los 0,31 euros que se pagaron por cada una de las 3 millones de mascarillas compradas con el segundo contrato. Notables son también las diferencias de precio de las mascarillas FFP2, pese a que el número de unidades compradas ronda en ambos casos el millón de euros. A Comité Textil se le pagaron a 2,9 euros mientras que a Anona se le abonaron 1,6 euros.

Por el contrario, las 90.000 gafas de protección del contrato del 14 de abril costaron 9,5 euros cada una frente a los 3,92 euros del primer contrato. Bien es cierto que, en este segundo caso, el número unidades importadas fue muy superior: 370.000.

Anona es una SL constituida en Albal en septiembre de 2017 como intermediaria comercial. Figuran como administradores Jesús Martínez Serrano y Ana Martínez Torrome. En su primer ejercicio completo de vida, 2018, sus ventas superaron los 553.000 euros, con 22.120 euros de beneficio.

Comité Textil SL, por su parte, también es una joven empresa de importación –fue constituida en 2017– y sus ventas en 2018 ni siquiera llegaron al medio millón de euros con 52.000 euros de pérdidas.

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