VALÈNCIA. La relación entre PSPV y Compromís vuelve a agrietarse. Esta vez, a cuenta de la reunión que mantuvo este martes la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, con sindicatos del ámbito sanitario contrarios a la creación de la Empresa Pública de Salud diseñada por la Conselleria de Sanidad (en manos de los socialistas) para acometer la reversión de Torrevieja. Una cita que no ha sentado nada bien a los socialistas que harán frente común con el conseller de Vivienda, Rubén Martínez Dalmau, para que se haga efectivo finalmente el nombramiento de María Oliver en la subdirección general de la Entidad Valenciana de Suelo y Vivienda (EVha), en contra del criterio de Compromís.
La cita de Oltra ha supuesto un antes y un después en la relación entre los dos socios mayoritarios del Gobierno del Botànic y el cabreo en el PSPV, donde acusan a la líder de Compromís de haber "roto las reglas de juego", es mayúsculo. Tanto por el resultado del encuentro, como por el lugar en el que se produjo: en la propia sede de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas y no en la sede de su partido, donde los socialistas entienden que debería haberse emplazado una cita de este calibre.
El punto de inflexión que supone esta reunión es de dimensiones significativas, dado que, por lo pronto, tendrá como consecuencia directa un cambio de equilibrios en la Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo (EVha) que no deseaba la coalición valencianista. Una vendetta a través de nombramientos de la que el mayor beneficiario será el conseller de Vivienda, que ahora cuenta con el PSPV de su lado para terminar de conformar el organigrama de la empresa pública como él quería y tenía previsto desde la semana pasada: con María Oliver al frente de la subdirección general del ente.
Y ello, pese al inicial rechazo de los socialistas de nombrar a Oliver, actualmente asesora en la Conselleria de Vivienda, en el segundo escalón de dirección de la EVha. De hecho, este pasado martes, tanto PSPV como Compromís votaron en contra de su nombramiento en el consejo de dirección de la entidad en el que sí se ratificó al ya exsecretario autonómico de Vivienda, César Jiménez, como nuevo gerente de la entidad pública.
En el consejo se debía ratificar la propuesta del conseller Dalmau para remodelar la dirección de la entidad tras la salida de Alberto Aznar de la dirección para asumir la gerencia de Aumsa. No obstante, el nombramiento de Oliver no contó con el apoyo de los miembros de PSPV y Compromís. Un escenario que podría cambiar en los próximos días tras el enfado del PSPV con la vicepresidenta Oltra y que supondrá la elección de la exconcejala en el Ayuntamiento de València en el segundo puesto de dirección de la empresa encargada del parque público de viviendas de la Generalitat Valenciana.
Según confirman fuentes de Vivienda a este diario, la próxima reunión se ha convocado para el próximos viernes 25 de junio. Desde Podem insisten en que en las empresas del sector público no debe haber mestizaje porque no quedó plasmado en los acuerdos del Botànic. Por tanto, desde Vivienda mantendrán, por un lado, la propuesta de Oliver en la subdirección general y, por otro, la de Mario Jordà para la subdirección social de la EVha, vacante tras la salida de Helena Ferrando hace un par de meses.
Mientras tanto, este puesto directivo sigue ocupado por el exsecretario autonómico de Medio Ambiente Julià Àlvaro, desde septiembre en el cargo, y hasta que se culminen los movimientos definitivos. Una vez se elija el nuevo perfil, previsiblemente Oliver de materializarse finalmente el apoyo del PSPV que avanzaron este miércoles, Àlvaro, como adelantó este diario, se incorporará como asesor de políticas verdes en el gabinete de la Vicepresidencia Segunda. Un cambio que, según explican desde Vivienda, obedece a la voluntad de este departamento de reforzar ese área en la Administración valenciana.
Para entender el lío que se ha generado en torno a esta cuestión y el cambio de criterio del PSPV -que antes compartía bando con Compromís-, conviene remontarse a la mañana del pasado martes. Oltra se reunió en el Palau dels Valeriola -sede de su Conselleria- con representantes de los trabajadores de Sanidad, quienes expusieron su rechazo a la creación de la EPS que plantea el departamento que dirige la socialista Ana Barceló. Un planteamiento, el de los sindicatos, que fue respaldado por Oltra, quien aseguró que el Consell debía buscar "otra fórmula" para gestionar de forma directa los servicios sanitarios externalizados.
La posición de la vicepresidenta no era desconocida, pues su coalición ya había presentado alegaciones al decreto de creación de esta empresa planteado por Sanidad y, precisamente, este desacuerdo entre las tres patas que conforman el Botànic II -PSPV, a favor de la EPS, y Compromís y Unides Podem, en contra- es lo que bloquea actualmente el texto legal. Sin embargo, a pesar de que su postura no era ningún secreto, la recepción a los sindicatos ha sido interpretada por los socialistas como una deslealtad.
"Es una situación muy grave, de las más graves que se han producido en poco tiempo. Es como si el presidente Puig mañana recibiera a Aerte, que tiene muchas críticas que hacerle a la vicepresidenta, o a las decenas de ayuntamientos que no están a favor del contrato programa que ella -Oltra- propone", expresó este miércoles el síndic del PSPV, Manolo Mata. "Rompe unas reglas del juego que hasta ahora habían funcionando y que se basan en que el Gobierno maneje documentos, estudie y haga propuestas... Y al final, se adopta una decisión conjunta del Ejecutivo. Pero escenificar una posición contraria a la de la consellera de Sanidad en el seno del Consell, y encima en la sede de vicepresidencia, me parece muy mal", añadió el portavoz socialista visiblemente molesto.
No quedó ahí la intervención. Preguntado por los nombramientos que se deben resolver en la EVha, Mata advirtió que lo que haga el vicepresidente Dalmau "ahora será bienvenido". "24 horas después, si el vicepresidente tiene una propuesta, a mí me parecerá bien", concluyó el síndic. Un mensaje que no es trivial porque implica que los socialistas acabarán haciendo pinza con el conseller de Vivienda en contra de lo que venía reclamando Compromís desde hacía semanas y, por tanto, la coalición pierde aliados en este frente.
Por otra parte, para ahondar en el dilema de los nombramientos en la EVha hay que remontarse al inicio de la legislatura, cuando los tres socios del Ejecutivo autonómico acordaron los términos del mestizaje en las diferentes áreas. Entonces, Compromís aspiró a ostentar la gestión de las viviendas sociales al dirigir Mónica Oltra la Conselleria encargada de la dependencia. Un extremo al que se opusieron tanto PSPV como Unides Podem precisamente porque la existencia de una Conselleria de Vivienda -dirigida por los morados- exigía que de ella dependiera la entidad de vivienda valenciana. Y este fue el reparto definitivo.
Así, aunque en su momento Martínez Dalmau decidió elegir como director general a un perfil socialista como Alberto Aznar y como subdirectora a Helena Ferrando a propuesta de Compromís, ahora el vicepresidente segundo insiste en que el Acuerdo del Botánico no obliga al mestizaje entre distintos partidos dentro de las empresas públicas, de manera que los futuros nombramientos deberían basarse, a su juicio, en el criterio de la formación morada.
Con estos mimbres, la cuestión se enquistó: la EVha quedó con la dirección general vacante hace unos días y una subdirección general en las mismas condiciones. Tan solo quedaba cubierta la plaza ocupada por Julià Àlvaro, propuesto por Podemos. Compromís y PSPV defendían que la subdirección libre seguía correspondiéndole a los valencianistas, y Dalmau, no. El vicepresidente segundo insistía en que todos los puestos eran de los morados.
Llegado el consejo de administración de este martes, al nombrar Dalmau a Jiménez al frente de la dirección general, PSPV y Compromís reclamaron hacer los nombramientos de las dos subdirecciones que les correspondían, por lo que se opusieron a designar a Oliver en una de estas plazas en sustitución de Àlvaro. No hubo acuerdo y el tema quedó sobre la mesa.
Sin embargo, ahora, tras el enfado de los socialistas con Oltra, el apoyo que la coalición valencianista halló en el PSPV en esta causa se ha esfumado. Los socialistas advierten que están dispuestos a secundar los nombres que Dalmau proponga a pesar de que ellos, incluso, se puedan quedar sin representación en la empresa pública. Por lo que darán su apoyo a Oliver, y podrían hacer lo propio con Mario Jordà. "No podemos perder más tiempo en esta cuestión y lo que haga Dalmau será bienvenido", zanjan los socialistas.