CASTELLÓ. La suspensión de las comisiones, juntas de portavoces y plenos por el coronavirus obliga a los concejales del Ayuntamiento de Castelló a buscar fórmulas alternativas de comunicación. La obligatoriedad de mantener una mínima rutina interna convierte al WhatsApp en una herramienta indispensable. Tanto para los ediles de la oposición como para los del equipo de gobierno. Más que nunca se hace necesaria la utilización de la mensajería instantánea para tomar decisiones y avanzar en aquellas cuestiones que no requieran de una asistencia presencial.
Las improvisadas reuniones en las comunidades corporativas se suceden a gran velocidad, a medida que evoluciona la pandemia. Salvo alguna contada excepción, los regidores utilizan los despachos de sus domicilios como dependencias municipales, conscientes de que el estado de alarma condiciona por completo su actividad diaria.
Los ediles, dependiendo de su signo político y posición dentro de la corporación, se manejan estos días a través de múltiples grupos. Por ejemplo, existe uno común de los líderes de los seis partidos y que la alcaldesa, Amparo Marco, emplea habitualmente con vistas a realizar convocatorias urgentes, como ocurre desde la crisis sanitaria. También los portavoces de las tres formaciones que componen el Acord de Fadrell (PSPV-PSOE, Compromís y Podem-EUPV) tienen el suyo propio.
Además, cada munícipe del gobierno cuenta con tantas colectividades en la aplicación como departamentos a su cargo. Asimismo, está el grupo que afecta directamente a los concejales de una misma formación, sin olvidar otro más extenso en el que aparecen representantes instituciones y orgánicos.
En definitiva, el listado resulta tan amplio como las responsabilidades o lo que se quiera complicar el edil. En consecuencia, ante la suspensión de la agenda local para evitar el contacto directo y posibles contagios, el WhatsApp juega un papel esencial en el intercambio de correspondencia.
Por el estado de alarma, la cancelación de los órganos de gobierno se alargará presumiblemente más de 15 días, lo que afectará al pleno de marzo (previsto para el 26), así como a la comisión de investigación sobre la sala de Seguridad y Emergencias (viernes 27). Solo está previsto celebrar Juntas Locales Extraordinarias por el coronavirus, y siempre con un número máximo de cinco munícipes (lo normal son 10).
En el caso de la Diputación de Castellón, la otra institución de peso en la provincia, todo hace indicar que la comisión de seguimiento del Covid-19 igualmente aprobará hoy la supresión sine die de las juntas de portavoces o plenos. Así, la sesión ordinaria del mes programada para el martes 24 se cambiará de fecha.
La decisión irá en sintonía con lo acordado por el Ayuntamiento, esto es, impulsar cuantas medidas sean posibles para garantizar la protección de las personas frente a la propagación del virus.