CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló activará la póliza de crédito de 20 millones de euros que la Junta de Gobierno Local aprobó el 5 de marzo para prevenir eventuales desajustes en tesorería. La crisis sanitaria obligará a utilizar el préstamo para asegurar el pago a proveedores y hacer frente a otros gastos corrientes.
La operación financiera, con una comisión de cancelación del 0%, servirá como blindaje frente a la contingencia por el Covid-19. Las consecuencias económicas de la epidemia se alargarán en el tiempo, según indican los expertos, y el consistorio no será ajeno a esa circunstancia agravante.
El anticipo bancario se había previsto inicialmente para disponer de liquidez en estos meses ante la falta de ingresos por tributos. Al no cobrarse el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y la tasa de basuras hasta abril y septiembre, respectivamente, la maniobra buscaba garantizar cierto colchón financiero. De hecho, tal cual explicó en su día el portavoz del gobierno municipal, Rafa Simó, la operación es práctica habitual como medida provisoria.
Sin embargo, el imprevisto del coronavirus precipitará la ejecución de la póliza, más cuando el presupuesto de 2020 sigue sin aprobarse. En este sentido, y como consecuencia de la actual paralización de la actividad municipal, sin comisiones ni juntas ni plenos, resulta complicado aventurar un nuevo horizonte sobre la validación de las cuentas.
Cabe precisar que el Acord de Fadrell aspiraba a culminar el proceso administrativo, con la exposición pública y dos sesiones plenarias, antes de abril. La oposición era menos optimista y apuntaba incluso al mes de junio. Ahora, hacer cábalas supone un ejercicio de ilusionismo, teniendo en cuenta que la única prioridad del tripartito estriba en combatir la expansión de la pandemia en Castelló.
Así lo ha venido reiterando la alcaldesa, Amparo Marco, en la última semana desde que anunciara la suspensión de las fiestas de la Magdalena el pasado 10 de marzo. Cualquier otro tema, independientemente de su calado político, ha quedado en un segundo plano como consecuencia de la crisis sanitaria.
En este escenario, la póliza de 20 millones de euros adquiere si cabe mayor importancia para responder a los compromisos de pagamento contraídos con abastecedores, autónomos y pymes, entre otros.