VALÈNCIA. El ritmo de vacunación en España sigue pendiente de la llegada de dosis. Las Comunidades Autónomas (CCAA) aseguran tener la capacidad suficiente para asumir mayor cantidad de unidades, pero los sucesivos tropiezos con la paralización, primero de AstraZeneca, a lo que hay que sumar los envíos inferiores a los prometidos y, después, el bloqueo de Janssen, han disminuido las posibilidades de dar un salto cuantitativo importante a lo largo de estos días.
Ante esta situación, se presenta un dilema para el Ministerio de Sanidad, que ya fue objeto de debate en la reunión de la Comisión de Salud Pública celebrada el jueves: retrasar la segunda dosis de Pfizer y Moderna para destinar más vacunas a población que no ha recibido ningún pinchazo.
Una posibilidad ante la que, oficialmente, los expertos del grupo de vacunación de la Conselleria de Sanidad no ha querido pronunciarse a preguntas de este diario, si bien algunas voces del departamento que dirige Ana Barceló ve con buenos ojos.
Las dudas son lógicas. Las marcas empleadas en los mayores de 70 años (Pfizer y Moderna) necesitan de dos dosis para alcanzar su máxima eficacia, tasada en más de un 90% en ambos casos. Sin embargo, los últimos estudios de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos sitúan en un 80% la efectividad de estos compuestos en una sola dosis.
Con estos datos, el debate todavía no resuelto se centra en si la estrategia más adecuada es dedicar las preciadas vacunas que se reciban a cumplir con las segundas dosis o, por el contrario, emplearlas para vacunar por primera vez al mayor número de personas posibles, tal y como hizo Reino Unido.
En este sentido, cabe recordar que entre la primera y segunda dosis de Pfizer deben pasar 21 días, mientras que este plazo se eleva a 28 días en el compuesto de Moderna. Para algunos expertos, la pérdida de efectividad que pudiera producirse por el retraso de unos días en la segunda dosis es asumible, mientras que, en la otra orilla, se sitúan los que consideran preferible sellar por completo la inmunidad casi total con la segunda dosis especialmente ahora que se está vacunando a los grupos de edad más vulnerables.
La medida podría suponer un empujón para la vacunación de primeras dosis en España, especialmente en el grupo de edad de entre 70 y 79 años. Según los datos de este viernes servidos por el ministerio, el 22,4% de la población ha recibido el primer pinchazo, mientras que solo el 8,3% dispone de la pauta completa.
Así, el 98% de las personas de 80 años o mayores de esas edad han recibido la primera dosis, y el 58% la inmunidad total, mientras que en el siguiente grupo (70-79), no llega al 38% los que solo han recibido la primera dosis. La tesis de los favorables a esta iniciativa es que los menores de 80 años, que al menos tengan ya ese 80% de inmunidad, se les retrase la segunda dosis para vacunar al mayor número posible aunque sea solo con un pinchazo.
Por ejemplo, en la Comunitat Valenciana, según las previsiones oficiales de la conselleria, en la semana entre 29 de marzo y 4 de abril se pusieron 50.000 primeras dosis a mayores de 80 años que, en su mayoría, fueron de Pfizer, por lo que en los próximos días debería aplicarse el segundo pinchazo a estos ciudadanos. Dado que semanalmente se reciben -según anunció también la conselleria- 120.000 dosis de Pfizer, aplazar la segunda dosis significaría duplicar a los nuevos usuarios a los que se podría alcanzar con una primera administración. Unos números que podrían ser extrapolables al grupo menor de 79 años que es para los que se plantea la medida.