un negocio familiar mucho más antiguo

El estudio de fotografía Sánchez cierra tras 80 años custodiando la memoria de Castelló

1/07/2021 - 

CASTELLÓ. Hasta las últimas horas de la mañana llegaron al estudio de fotografía Sánchez vecinos y vecinas para recoger negativos. También clientas fueron a hacerse su último retrato. La situación lo pedía: el estudio Sánchez de Castelló cerraba este miércoles tras ochenta años en pie. "Aquí me hicieron las fotos de mi primera comunión hace 72 años. Soy de Villafranca", le comentaba una mujer a Dorin, mientras la fotógrafa ultimaba las últimas comandas. Junto a su marido, representan la cuarta generación de este negocio que lleva décadas siendo testigo del cambio cultural que vive la ciudad. Comuniones, bodas, bautizos, puestas de largo... Pero, ahora, sus dueños se jubilan y sin nadie que los sustituya, ponen fin a tantos años de vivencias. 

"Sabemos que nos faltará algo, pero tiene que ser así, es ley de vida. Mi hermano también es fotógrafo, pero por eso mismo, porque tiene otros encargos, no podría dedicar su tiempo completo al estudio. Aun así, estoy feliz, porque después de estar cerrado por la pandemia siguió viniendo gente. Nos fallaron las comuniones, las bodas y los eventos, pero estábamos bien", explica Dorin, quien deja claro que su adiós no se traduce en una falta de trabajo. Aunque es evidente que el volumen no es el mismo que cuando inauguró la tienda su padre, Ramón Sánchez López, en 1942, el estudio ha seguido al servicio de tantas personas deseosas de inmortalizar sus momentos de mayor felicidad. 

"Cerrar con la crisis de 2008 o 2010 sí que hubiera sido una pena, porque luchamos muchísimo. Nos hubiera dolido que mi padre levantara este negocio con tanto esfuerzo y una crisis lo cerrara. Con suerte, no fue el caso ni lo es ahora. Tengo de hecho alguna clienta de Castellón empeñada en que le haga fotos en septiembre, pero yo me jubilo. Aquí se cierra y se acaba".

Foto: Ángel Sánchez

Familia de fotógrafos

Si bien la firma 'Sánchez' no llegó a la capital de la Plana hasta el 42, la tradición por la fotografía de esta familia es tan duradera, que mucho antes de que existieran estudios de fotografía ya iban de ciudad en ciudad para fotografiar a personas de a pie. "Entonces era un acontecimiento que el fotógrafo llegara al pueblo", apostilla Dorin. Aunque, también lo fue de alguna manera, cuando ellos aterrizaron en una provincia tan pequeña como esta. 

"En los años 60 aquí llegaron a trabajar hasta cinco personajes fijas. Venía gente de todas las comarcas. Incluso de algunos municipios de València como Faura. Hemos tenido familias tan fieles como decir que venían todos los veranos o Navidades a hacerse fotos. Personas que ahora lamentan que sus bisnietos no puedan tener su fotografía de nuestro estudio", cuenta con orgullo Dorin. 

No han sido pocos, en efecto, los clientes que desde que se hiciera pública la noticia han llamado para transmitir su cariño y contarle muchas historias de su padre. "Es emocionante ver que tanta gente se acuerda de él y también de mi madre. De lo cariñosos que eran. Llevamos con mucho orgullo el apellido Sánchez. En estos días nos han llegado a pedir incluso que les firmáramos fotografías que, por lo que fuera, se quedaron sin la representativa firma", asegura la castellonense.

Foto: Ángel Sánchez

Pero como decíamos, su tradición por la fotografía se remonta a mucho antes. Fue en 1885 cuando Ramón Sánchez del Moral abrió la primera tienda de esta familia en Martos, un pueblo de Jaén, y años más tarde, su hijo Ramón Sánchez Azcarraga hizo lo mismo en Puertollano, Ciudad Real. Así, no fue hasta la tercera generación que el longevo negocio se instaló en Castellón. 

Todo cambió con la digitalización

Durante sus años en la ciudad, el matrimonio no es capaz de contabilizar la cantidad de retratos que ha hecho. Tampoco podría enumerar las fotos que ha restaurado ni los negativos que ha digitalizado. Pero si de algo puede presumir este pequeño estudio es que fue el encargado de fotografiar al rey Juan Carlos cuando en 1976 visitó Castelló. "La Caja Rural nos encargó hacer las fotos y se las entregamos a posteriori", cuenta Dorin, quien apunta que durante estos años no han sido pocos los políticos y ministros que han fotografiado. Y es que por entonces, eran prácticamente el único taller que había en la provincia. 

Fue a partir de los 2000, sobre todo con la digitalización, cuando los estudios fotográficos dedicados al revelado y la fotografía se multiplicaron en la ciudad e incluso empezaron a ocupar con más fuerza los pequeños municipios de Castellón. "Hemos llegado a hacer fotos de comuniones cuando estas ya habían pasado. Pero desde hace unos veinte años los encargos empezaron a bajar, porque ya había más fotógrafos."

Esto, como cuenta Dorin, no fue un problema para ellos. "Ha sido la digitalización la que ha perjudicado en general a los fotógrafos", manifiesta. "Nos tocó renovar todo el equipo y hacer cursillos, y sin embargo, no se aprecia tanto el trabajo que hacemos. Hay quien cree que es lo mismo que un teléfono. Te piden de hecho si puedes sacarles una fotografía en la misma calidad que la tuya, y en grande, desde sus teléfonos móviles. Esto no puede ser", lamenta la castellonense, a la que incluso le han encargado reportajes tras previamente intentarlo un familiar sin experiencia ni conocimientos. "También cuando nos piden restauran una foto, algunos clientes creen que es un 'corta y pega', pero que ahora sea con el ordenador no significa que no sea laborioso. Nos toca ir punto por punto rellenando una foto". 

No obstante, Fotografía Sánchez se despidió ayer con el calor de muchos clientes y amigos que han sabido apreciar siempre su trabajo. Un trabajo que, muy raras veces, consigue no estar precarizado. Sin embargo, en su caso, han conseguido que este compromiso firme por su oficio lo pudiera-casi- todo. 

Foto: Ángel Sánchez 

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