VALÈNCIA (EFE/Alfonso Gil). El Valencia da estos días el pistoletazo de salida al diseño de la temporada 2019-2020 marcado por la satisfacción de haber ofrecido su mejor nivel de los últimos quince años en la campaña recién concluida y con el reto de superarse en la próxima.
Desde que en la campaña 2003-2004 el club ganó la Liga y la Copa de la UEFA, el Valencia no solo no había mostrado este nivel, sino que en algunas ocasiones había decepcionado con malas clasificaciones en Liga y trayectorias intrascendentes tanto en Copa del Rey como, cuando los había disputado, en torneos europeos.
Un título de Copa no celebrado en 2008 es el único registro destacable hasta que en la campaña recién concluida, el equipo ha ganado la Copa del Rey, ha sido cuarto en la Liga y ha llegado hasta las semifinales en la Liga Europa, tras haber empezado la campaña en Liga de Campeones.
Ahora, desde todas las instancias del club se ha hablado del objetivo de mejorar en el próximo ejercicio, lo que entraña una gran dificultad, pues en la Copa del Rey no puede superarse, en la Liga debería ser al menos tercero y en Europa necesitaría alcanzar una final.
Para que el equipo que entrena Marcelino García Toral pueda mejorar, el club ya ha puesto en marcha el engranaje de la preparación de la próxima campaña, que no se detendrá hasta el último minuto del periodo de fichajes del mes de agosto, aunque no se espera una revolución de la plantilla.
En esta fase inicial, el club está ante un puzzle plagado de incertidumbre con fichajes, salidas, retorno de cedidos, propuestas de cesión, jóvenes fichados a equipos de Segunda y ventas con derecho a recompra como posibles escenarios sobre los que conformar el próximo equipo.
En la temporada 2018-2019, el club de Mestalla ha llegado a utilizar veintisiete futbolistas, algunos de ellos con carácter testimonial en un grupo conformado, en términos generales, por unos veintidós jugadores que han logrado completar una buena temporada, aunque con un final marcado por el agotamiento y la debilidad física.
El primer asunto cerrado por el club ha sido el de Nemanja Maksimovic, ya que el Valencia ha llegado a un acuerdo con el Getafe a cambio de una cantidad económica para renunciar al derecho de recompra del futbolista.
El futuro del delantero Rodrigo Moreno y del portero Neto Murara se presentan como dos de los asuntos clave a la hora de encajar las grandes piezas del próximo ejercicio, aunque hay otras cuestiones aparentemente menores, que también influirán en la confección del próximo proyecto.
La dirección del club y el cuadro técnico deberán analizar el futuro de futbolistas como Facundo Roncaglia, que debe regresar al Celta tras su cesión en Mestalla, o Ruben Vezo, en una situación diametralmente opuesta, pues debe volver al Valencia tras su cesión al Levante, lo mismo que ocurre con Denis Cheryshev y el Villarreal.
Tan importante como los movimientos que se pueden generar va a ser la continuidad de los futbolistas a los que solo una sorpresa podría alejar del Valencia.
En esta lista, los que se presentan como imprescindibles en la columna vertebral del tercer proyecto de Marcelino son el capitán Dani Parejo y el lateral izquierdo, José Luis Gayà, aunque no son los únicos futbolistas llamados a tener protagonismo.
Lo pueden tener el meta Jaume Doménech, así como Gabriel Paulista, Geoffrey Kondogbia, Gonçalo Guedes, Carlos Soler, Kevin Gameiro, Mouctar Diakhaby, Francis Coquelin, Daniel Wass, Ferran Torres, Cristiano Piccini, Santi Mina o Ezequiel Garay, sin descartar alguna salida entre todos ellos.
