VALÈNCIA. La profunda transformación que vive el sector del automóvil a nivel mundial y la oportunidad que suponen los fondos europeos llevo a más de cincuenta empresas de la automoción a conformar una alianza, liderada por firmas valencianas, para la renovación completa de la cadena de valor a través de un 'macroproyecto' tractor. Un consorcio que gana músculo con la incorporación de nuevas entidades y que aspira a captar hasta 368 millones de euros de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del Gobierno.
Bautizado como Ecomóvil23, esta iniciativa está liderada por importantes firmas con sello valenciano como Industrias Alegre, Faurecia y Franz Schneider, pero cuenta también con la participación de enseñas de otras nueve autonomías como Cataluña, Murcia, Galicia, País Vasco, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Navarra, Madrid y Aragón. Su misión es clara: afrontar los nuevos retos del sector del automóvil en un contexto de caída de la demanda e irrupción de nuevas formas de movilidad.
En un principio, eran unas cincuenta las compañías que se habían sumado al proyecto, pero en el último mes se han adherido nuevas compañías hasta sumar un total de 56. Destacan, además de sus impulsores, Talento y Experiencia, Mahle, Industrias Segura, Etra, Urbaser, UNVI, Matrival, KH, Industria Ochoa e Himoinsa y Cegasa, entre otras. Además, este consorcio cuenta con el apoyo y la participación de tres centros tecnológicos, el Ayuntamiento de Paterna y una fundación. Un apoyo que refleja la fuerza de una iniciativa que quiere fortalecer la competitividad del sector en España.
De hecho, Ecomóvil23 fue presentado este lunes al director general del Ministerio de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, Galo Gutiérrez, quien mostró interés por un proyecto del que destacó la colaboración entre diferentes compañías de diferentes sectores de la cadena de valor.
Y es que, a diferencia de otros proyectos presentado por la industria de la automoción y que también pujan por fondos europeos, esta alianza va más allá al incluir toda la cadena de valor y proponer su transición digital y ecológica para dar respuesta a la nueva movilidad. Y lo hace a través de la cooperación de sus diferentes miembros."Esto no es un plan de rescate, sino de apuesta por el futuro y de generación de competitividad y empleo", destacó en la presentación Raúl Natividad, director de AVS Consulting y gerente tecnológico del proyecto.
De hecho, cada uno de los integrantes aportan el 60% de las inversiones, mientras que el 40% esperan lograrlo a través de los fondos europeos. Dada la magnitud y transversalidad de sus líneas de actuación, su aspiración era, a priori, lograr 290 millones, pero finalmente el peso del proyecto y las nuevas incorporaciones elevan la inversión a 368 millones de euros. En concreto, son 128,9 millones para transición digital; 139,9 millones para transición ecológica; 84,7 millones para I+D+i; y los 14,7 millones restantes para formación. "Este macroproyecto de país vertebra la industria de componentes de automoción y da una respuesta ágil a las nuevas necesidades de desarrollo e industrialización, especialmente para el coche eléctrico y autónomo", incide Natividad.
Según sus promotores, esta iniciativa generará 1.315 empleos directos, 6.735 empleos indirectos y 8.073 empleos mantenidos. Para ello, cuenta con diferentes ejes estratégicos que van desde la innovación en toda la cadena de valor, la transición digital y ecológica, hasta la formación. Todo ello se desgrana en 34 actuaciones concretas relacionadas con las baterías eléctricas, la sensorización del vehículo, la fabricación de componentes, el diseño, el embalaje y los servicios.
En concreto, en el caso de las baterías eléctricas el proyecto propone la investigación y desarrollo de bancos de baterías inteligentes integrables en microrredes para la carga de vehículos eléctricos, mientras que para la sensorización del vehículo busca el desarrollo de sensores para la interacción del automóvil autónomo con la carretera, así como sensores inteligentes y tecnologías conectadas para la monitorización del bienestar de los usuarios y conductores, con el fin de detectar signos de somnolencia con el fin de generar alertas de seguridad y detección de obstáculos.
El Instituto de Biomecánica (IBV) tiene un papel central en el proyecto, al actuar sobre dos líneas prioritarias, los factores humanos de los vehículos y los nuevos modelos de movilidad.
Los proveedores de componentes han propuesto proyectos que se centran en la obtención de superficies higiénicas antivirus en el interior de los vehículos, la sustitución de piezas metálicas por composites termoplásticos o la fabricación de interiores de vehículos con la electrónica integrada -Plastrónica- o el desarrollo de sistemas de aireación para la neutralización de olores. Así, Ecomóvil23 incluye la creación de un laboratorio a escala real para la validación de soluciones de conectividad de smart city en Paterna.
Por otro lado y para el diseño de los nuevos modelos, plantea la investigación y análisis de soluciones híbridas multimaterial para aligerar la estructura del vehículo y el desarrollo de estructuras de aluminio para soportar las baterías eléctricas en el automóvil, entre otras cuestiones.
El proyecto también está dirigido a la satisfacción de las necesidades de movilidad en un entorno de smart city. De ahí que incluya actuaciones relacionados con los servicios de sharing, con la infraestructura de recarga del vehículo eléctrico, la conectividad e, incluso la gestión de los residuos. Paralelamente, cuenta con acciones formativas dirigidas a la capacitación tecnológica de los equipos productivos, así como acciones para incentivar la igualdad de género.