VALÈNCIA. Compromís decidió este miércoles cambiar el paso respecto a su relación con el Gobierno de España liderado por el socialista Pedro Sánchez y en alianza con Unidas Podemos. Así, un rifirrafe verbal entre la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el portavoz de la coalición en el Congreso, Joan Baldoví, fue la gota que colmó el vaso para la fuerza política compuesta por Bloc, Iniciativa y VerdsEquo.
Así, tras una reunión de tres horas, la Comissió de Coordinació de Compromís, formada entre otros por los altos cargos institucionales como Mónica Oltra o Vicent Marzà, decidió este miércoles que condicionaba su apoyo a la siguiente petición de prórroga del estado de alarma que impulsara Sánchez a que se cumplieran una serie de condiciones. De esta manera, y tal y como afirmaron fuentes de Compromís a este diario, se ponía sobre la mesa la "ruptura de confianza" con el Gobierno de España y la "revisión" del acuerdo de investidura firmado meses atrás.
Una decisión que, como un resorte, activó la defensa denodada en redes sociales de la postura del Gobierno de España por parte de activos del PSPV pero también de Podem. En el caso de la formación socialistas, en esta ocasión no eran los afines al ministro José Luis Ábalos y considerados sanchistas 'pata negra' los únicos que sacaron la espada para respaldar al Ejecutivo central, si no también afines al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como el síndic en Les Corts, Manolo Mata, o el secretario de Organización, José Muñoz, entre otros.
Unas réplicas que tensaron todavía más los ánimos en Compromís, quienes recordaban que el propio Puig solicitó el pasado 3 de mayo que el reparto del fondo de 16.000 millones para afrontar el covid-19 se hiciera bajo el criterio del peso poblacional. "Al parecer, después de su discusión con el Ministerio de Sanidad por no habernos quedado fuera de la Fase 1, han recibido la orden de que defiendan al Gobierno en esto", comentaban fuentes de la coalición valencianista para cuestionar lo que consideran un cambio de criterio en las filas del PSPV.
En este sentido, la baza jugada por Compromís con las condiciones exigidas, podría permitir a esta fuerza política la posibilidad de mejorar las condiciones del reparto para la Comunitat Valenciana si el Gobierno decide ceder ante sus reivindicaciones para asegurarse su voto para la ampliación del estado de alarma. Un hecho que, de producirse, no dejaría en muy buen lugar al PSPV de Puig y supondría un tanto para Compromís.
Una situación, no obstante, compleja dado que deben producirse diversas carambolas para que el único voto de la coalición valencianista pudiera ser decisivo en la sesión parlamentaria, toda va que sus aliados, Más País, todavía siguen manteniendo a día de hoy con sus dos diputados, el apoyo al Gobierno.
Por otro lado, en esta ocasión el PSPV no fue el único en defender al Gobierno. El portavoz de Economía del grupo parlamentario Unides Podem en Les Corts Valencianes, Ferran Martínez, emitió primero un tuit y después un comunicado para calificar de "error" por parte de Compromís el "utilizar como arma arrojadiza contra el Gobierno central" el fondo 16.000 millones de euros creado para ayudar a las Comunidades Autónomas ante la pandemia por coronavirus y que este se distribuya teniendo en cuenta criterios sanitarios.
Eso sí, el diputado de Podem subrayó la necesidad por parte del ministerio de aportar "recursos adicionales a aquellas autonomías que, como la Comunitat Valenciana, sufren las consecuencias de un Sistema de Financiación Autonómico injusto”.
Para completar esta extraña situación entre aliados, llegó la aportación de la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, quien respaldó a Compromís ante el "tono inaceptable" empleado por Montero con Baldoví. "Los magos del enredo están en el PSOE, afirmó la dirigente popular quien defendió que el fondo se reparta en función a criterios objetivos como la infrafinanciación y la población valenciana. Es decir, la misma tesis que Compromís.
Una disputa entre los socios que conforman el Gobierno valenciano (PSPV, Compromís y Unides Podem) que ponen de manifiesto las complejas relaciones entre las fuerzas políticas que integran el Consell y que apuntan a colisionar en mayor medida conforme se vaya produciendo la salida de la pandemia.