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El 'ximismo' activa la operación para que Puig continúe al frente del PSPV

11/07/2019 - 

VALÈNCIA. Esto al menos es lo que se desprende tanto de las últimas declaraciones del presidente de la Generalitat y líder del PSPV, Ximo Puig, sobre su posible continuidad como de las reflexiones que pululan en su entorno. No fueron pocos, sobre todo entre sus allegados, los que se llevaron las manos a la cabeza cuando el secretario general de los socialistas valencianos anunció el 30 de julio durante su intervención en el XIII Congreso Nacional del partido que no repetiría en el cargo. "Esta es la última vez", prometió aquel día. Una afirmación que, ya entonces, criticaron algunos de sus más estrechos colaboradores al considerar que el propio líder había inaugurado la carrera por su sucesión.

Una carrera que, tal y como informó este diario, ha dado muestras de haber comenzado en los primeros compases de la recién estrenada legislatura. Ejemplo de ello fue la complicada pelea por las actas en la Diputación de Valencia, pugna en la que la secretaria general provincial, Mercedes Caballero, próxima al ministro y responsable de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, se ha llevado la mejor parte.

Con este escenario, no resulta extraño que el propio Puig haya comenzado a evitar ser tajante sobre su futuro tanto en el partido como de cara a una hipotética candidatura a la Generalitat en 2023. "De aquí a dos años, imagina lo que puede pasar", respondía la semana pasada el líder del PSPV en el desayuno organizado por Europa Press en Madrid.

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Foto: EVA MÁÑEZ

Una manera de conjurar cuanto antes la batalla por la sucesión que esconde sus primeros planes para continuar al frente del partido. Una opción que, según distintas fuentes socialistas, ya se viene estudiando en su entorno, donde tampoco se descarta la posibilidad de que Pedro Sánchez pueda adelantar su congreso y precipitar la cascada de cónclaves orgánicos autonómicos, lo que obligaría a agilizar la decisión de Puig.

En cualquier caso, las primeras escaramuzas por la sucesión del líder del PSPV han cargado de razones a los 'pesos pesados' del entorno del presidente de la Generalitat que abogan por su continuidad como la mejor opción para que el socialismo valenciano logre mantener el timón del Consell en la cita electoral de 2023.

Así, en el sector próximo a Puig insisten en la capacidad de unificar el partido en torno a la figura presidencial, algo a su juicio más complejo de conseguir si se apuesta por una cara nueva que abocaría, de entrada, a una bicefalia. En esta línea, tampoco se vislumbra de momento un sucesor claro por lo que la apuesta por la continuidad de Puig como líder del partido incluiría también la candidatura a la Generalitat. 

Conviene recordar que, según los estatutos socialistas, los presidentes autonómicos tienen la prerrogativa de repetir sin primarias salvo que la mayoría del comité lo solicite. Es decir, si Puig continúa como secretario general del PSPV, la lógica apuntaría a que también sería cabeza de cartel en 2023. De renunciar a este primer paso, poseería muchas menos garantías para repetir como candidato.

Puig, aplaudido en el congreso de 2017 en el que fue reelegido y anunció que no volvería a presentarse. Foto: RAFA MOLINA

Por otro lado, si Puig decidiera renunciar a postularse en el futuro congreso del PSPV, el sector afín a Ábalos -una de las familias socialistas más potente- podría aprovechar la disgregación del 'ximismo' dado que, al desaparecer la figura presidencial de la carrera, también lo haría la unificación en torno a su liderazgo sin que existan garantías de que el sucesor elegido desde este sector tuviera la capacidad de agrupación que se le presupone al jefe del Consell.

Con estos mimbres, las claves indican que desde el grupo más próximo a Puig ya ha comenzado una operación de reconstrucción interna para sacar brillo a los galones del secretario general. Una tarea nada desdeñable que presenta no pocas dificultades por cierta sensación de abandono que algunos sectores han percibido en los últimos tiempos y cuyo antídoto tal vez pueda empezar a hacer efecto con la política de nombramientos del presidente en el segundo escalón. Es decir, otorgar ciertos premios o compensación a referentes del partido que se han visto desplazados en los últimos meses.

Una primera pista para saber hasta que punto Puig comienza a interesarse en mayor grado por los equilibrios orgánicos de la formación que lidera y que debería seguir liderando si tiene aspiraciones de intentar asumir el reto de presentarse por tercera vez como candidato a la Generalitat.

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