VALÈNCIA. La negociación de los Presupuestos de la Generalitat Valenciana es cada año un bache a superar por los socios del tripartito y este año no iba a ser una excepción. Eso sí, con alguna diferencia respecto a los ejercicios anteriores: en esta ocasión, las discusiones no se centran exclusivamente en el 'qué' -a qué se destina cada partida de las cuentas o qué conselleria aumenta más sus fondos-, sino también en el 'quién' -quién participa en su elaboración-. Una puerta que hasta ahora el Gobierno valenciano no había abierto a la oposición, pero que con el pacto de reconstrucción firmado en agosto por el Botànic II, PP y Ciudadanos, el PSPV quiere explorar.
Así, desde hace días, socialistas, morados y valencianistas -especialmente estos últimos- discrepan abiertamente sobre la hoja de ruta que debería prevalecer para diseñar los Presupuestos autonómicos de 2021: para Unides Podem y Compromís, el eje central debería ser el pacto de legislatura que dio vida al Botànic II, mientras que para el PSPV sería el acuerdo de reconstrucción que rubricaron cinco fuerzas políticas en el Parlamento y que incluye una gran cantidad de medidas consensuadas por la mayoría del arco parlamentario.
La diferente óptica ha crispado el ambiente en el Consell, pero todavía lo ha hecho más que Ciudadanos tratara este lunes de tomar ventaja y se reuniera con el president de la Generalitat, Ximo Puig, para intentar avanzar en esta cuestión. Una reunión que la coalición valencianista desconocía -Puig la enmarcó en un encuentro informal cuando Cantó la desveló- y que no estaba marcada en agenda.
Con estos mimbres, para Compromís, Cs no es bienvenido en la negociación de los Presupuestos del próximo año, y si a alguno le quedaba alguna duda, las declaraciones de su síndic en la Cámara, Fran Ferri, tras la Junta de Portavoces de este martes lo pusieron de manifiesto: "Quien no está dentro del Consell no puede hacer la negociación que se hace con el conseller de Hacienda" subrayó.
Si bien trató de probar indiferencia ante esta cita y restarle importancia al asegurar que el president de la Generalitat se debe reunir periódicamente con todos los síndics si así se lo piden para hablar de cualquier tema, Ferri no dejó pasar la ocasión para recordar que el procedimiento de elaboración de los presupuestos lo regula el Estatuto y corresponde al Consell presentarlos y a Les Corts enriquecerlos con el debate entre los grupos. O lo que es lo mismo: alertó -al PSPV, aunque sin mencionarlo- que el grupo parlamentario que lidera Toni Cantó podría, atendiendo a la Carta Magna valenciana, realizar enmiendas una vez las cuentas estén hechas, pero no participar en ellas antes de que se presenten en la Cámara.
En este sentido, insistió en que el Presupuesto deberá tener "como base" el Pacto del Botánico. Y, a partir de ahí, podrán sumársele también "Proposiciones No de Ley (PNL), el pacto de reconstrucción", y otras iniciativas que se han aprobado en Les Corts: "Habrá que evaluarlo, porque quizá ahora lo que aprobamos en agosto -dijo en referencia al pacto de reconstrucción- ha cambiado". "Creo que tiene propuestas buenas pero puede quedarse desfasado con el avance de la pandemia", matizó.
Unas palabras del síndic de Compromís que fueron calificadas de "desafortunadas" momentos después de la rueda de prensa por sus socios, ya que a efectos prácticos la equiparación del pacto de la reconstrucción con una PNL devaluaban significativamente el mismo. Una manifestación que se podría enmarcar en un tropiezo del síndic al querer destacar la entidad del Acuerdo del Botànic, pero con el que terminó infravalorando el pacto firmado por PSPV, Compromís, Unides Podem, PP y Cs para reconstruir la Comunitat Valenciana tras la pandemia de la Covid-19. "Un pacto coyuntural que se da en un momento determinado por una situación concreta", según lo definió el propio Ferri.
El desliz provocó que su homologo socialista, Manolo Mata, momentos después cuestionara que este pacto de reconstrucción fuera equiparable a una PNL, ya que para poder elaborarlo llegaron a comparecer en torno a 200 personas por la comisión de Les Corts. Una tarea que, sin lugar a dudas, no conlleva la elaboración de una PNL, que son unas iniciativas que al no tener carácter vinculante los gobiernos suelen incumplir sin pudor aunque las apruebe el Parlamento. En definitiva, este tipo de propuestas sí que llegan a quedarse en una mera declaración de intenciones.
Con todo, el modo en el que Ferri se refirió a este documento no hizo más que poner de manifiesto la guerra de nervios que se viven estos días entre las formaciones del tripartito. Una intervención desafortunada cuya pretensión principal no era otra que la de enfatizar la trascendencia del Acuerdo del Botànic para lograr que el PSPV arrincone la idea de negociar con Ciudadanos cualquier partida. Más aún después de que el partido naranja se opusiera durante toda la legislatura pasada a votar a favor de las cuentas del Consell por incluir la partida de 1.300 millones para compensar la infrafinanciación que sufre la autonomía -el Gobierno valenciano calcula que es lo que necesitaría la Comunitat para corregir el desfase entre lo que percibe y lo que debería recibir con una "financiación justa"- que Cs tildaba de "ficticios".