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tribuna libre / OPINIÓN

Invertir en tendencias de futuro

Foto: EFE/MARTIAL TREZZINI
20/03/2019 - 

La tecnología está cambiando nuestras vidas a una velocidad, alcance y profundidad que no habíamos experimentado antes. Si esta transformación ya es una realidad en nuestra manera de vivir, producir, consumir, o relacionarnos con los demás, cómo no va a afectar igualmente a nuestra manera de invertir. Necesitamos entender estos cambios y podemos beneficiarnos económicamente de ellos, precisamente en el momento en el que la economía y los sectores tradicionales parecen dar señales de agotamiento.  

El mundo está cambiando a un ritmo vertiginoso, como consecuencia de la evolución imparable de la tecnología, y la irrupción de nuevas realidades sociales, demográficas o de conciencia medioambiental. Nadie discute ya que estamos inmersos en la Cuarta Revolución Industrial, en alusión al nivel de transformación que está trayendo a nuestras vidas la convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas. La digitalización, un elemento clave de la globalización, la facilidad de acceso a la información, la inmediatez o la movilidad son algunos de los elementos que en los últimos años han contribuido significativamente a modificar nuestros hábitos de consumo. A esto se suma una creciente preocupación social por las consecuencias del cambio climático para el medioambiente y una mayor demanda de proyectos que atiendan a criterios de sostenibilidad.

Tanto a nivel demográfico, como tecnológico, asistimos a cambios significativos, que generan necesidades y demandas específicas por parte de la sociedad y, por consiguiente, también oportunidades para aquellas empresas atentas a estas nuevas megatendencias. A la vez, las compañías capaces de adaptar sus modelos de negocio a los innumerables cambios que se están produciendo, generan también oportunidades de inversión.

Una de estas megatendencias, en el ámbito tecnológico, es por ejemplo, la robotización. En Banca March prevemos un ritmo de crecimiento del mercado mundial de la robótica superior al 15% anual entre 2014 y 2020. También esperamos alzas significativas en el crecimiento del comercio electrónico, como consecuencia del acceso móvil a Internet, que proporciona soluciones más rápidas, económicas y personalizadas a las empresas, mientras que la inteligencia artificial ha pasado de la ciencia ficción a la realidad. Se espera que el volumen estimado de este último segmento de negocio avance hasta los 36.800 millones de dólares en 2025.

Realidades tan actuales como la escasez de agua, la necesidad de gestionar las actividades agrícolas de forma diferente a como se ha hecho en los últimos siglos o la irrupción indiscutible de las energías renovables, son asimismo tendencias que ofrecerán oportunidades de inversión en este mundo cambiante.

En la demografía se están produciendo igualmente cambios notables; el continuo flujo migratorio del campo a las ciudades, masificadas, el envejecimiento de la población, los efectos sobre la salud, pero también sobre el ocio, el turismo o la alimentación, de una sociedad envejecida de manera desigual entre regiones. Todo ello nos deja pocas dudas sobre la velocidad a la que la sociedad está cambiando y las oportunidades que surgen alrededor de esa transformación. Por no hablar de la primera generación en la Humanidad de “nativos digitales”, la nueva generación nacida en el mundo del smartphone, los coches “auto conducidos”, el Internet de las Cosas o  el comercio electrónico.

Estas son sólo algunas de las corrientes que el equipo de Banca March estudia muy de cerca y sobre las que se asienta su cartera de fondos especializada Next Generation, que se estructura en torno a tres megatendencias: Revolución 4.0; Sostenibilidad y Medio Ambiente; y Demografía y Estilo de Vida. Tenemos muy presente la necesidad de encontrar nuevas fuentes de rentabilidad para nuestros clientes y acercarles, además, a los nuevos fenómenos con iniciativas didácticas y aclaratorias. A través de este enfoque de gestión discrecional, tratamos de hacer partícipes a nuestros clientes de estos cambios y atraer a las nuevas generaciones, que son, precisamente, los protagonistas de esas tendencias de futuro y demandan servicios innovadores y de alto valor añadido. De hecho, una de las claves de esta nueva solución es acercar el conocimiento de los mejores expertos en cada una de estas corrientes a nuestros clientes, a través de encuentros con los mejores especialistas que permitan compartir ideas acerca de estas tendencias.

Nos encontramos ante un cambio generacional sin parangón, que previsiblemente vendrá de la mano del mayor traspaso patrimonial de la historia. A nivel global, se espera que para 2020 el patrimonio agregado neto de la generación nacida después de 1980, y que ha llegado a la edad adulta con el cambio de siglo, alcance un volumen de entre 19 y 24 billones de dólares. Estamos asistiendo a un momento extraordinario en el que el agotamiento del ciclo económico coincide con un proceso de transformación global que afecta de manera sustancial a cómo vivimos, trabajamos o nos relacionamos y al que desde Banca March ya estamos respondiendo. Como inversores, sólo podemos tratar de obtener beneficios en un mundo en el que pasan cosas distintas, si hacemos cosas distintas, en línea con la frase atribuida a Albert Einstein: “La definición de la locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados".

Juan Antonio Roche es director de Productos de Banca March

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