CASTELLÓ. La Confederación Hidrográfica del Júcar ha invertido cerca de 250.000 euros en actuaciones de restauración del bosque de ribera autóctono en el Clot de la Mare de Déu, en la desembocadura del río Veo, en el término municipal de Borriana.
La actuación de restauración iniciada en 2020 ya está en su fase final y comprende la retirada de caña exótica invasora (Arundo Donax), y posterior recuperación del bosque de ribera autóctono. Esta actuación ha sido posible gracias a un acuerdo de colaboración entre el Ajuntament de Borriana, que realizará el mantenimiento de las actuaciones, la Fundació per a la Restauració del Rius, Limne, el Centre d'Investigació i Experimentació Forestal (CIEF) y la propia Confederación Hidrográfica del Júcar.
En una primera fase, la Confederación Hidrográfica del Júcar realizó las tareas de desbroce y triturado mecánico de parte aérea de la caña, y extracción del rizoma para evitar su rebrote. En este caso, también se retiró arbolado seco o en mal estado fitosanitario, que comportaban un riesgo de seguridad al encontrarse en un sendero muy transitado.
En una segunda fase, la Fundació Limne realizó la plantación de especies de ribera autóctonas, producidas en los viveros del CIEF. Concretamente, se han introducido más de 900 plantas acuáticas en primera línea de ribera, y más de 1200 plantas arbustivas en una segunda línea, destacando las especies de sauces, tamariscos y adelfas.
En estos momentos, la actuación está casi totalmente ejecutada, "estamos en el periodo de consolidación de las plantaciones, así como de tareas de conservación y que consisten, principalmente, en la inmediata eliminación de los posibles rebrotes de la caña", comenta la CHJ.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la caña invasora o Arundo Donax, es una de las más peligrosas y nocivas plantas alóctonas invasoras a escala mundial, por lo que forma parte de la lista de las 100 peores especies biológicas invasoras del Grupo de Especialistas sobre Especies Invasoras (ISSG).
Entre sus impactos negativos sobre el medio natural se destaca el desplazamiento de la vegetación ripiera nativa, que provoca un empobrecimiento del hábitat para la fauna terrestre asociada; la disminución de la capacidad de desagüe de ríos y canales al taponar y reducir los cauces con sus sedimentos; por la gran biomasa que produce, es un factor de riesgo de cara a los incendios; debido a su intensa transpiración, reduce los recursos hídricos en zonas áridas donde los humedales escasean.
Por lo tanto, debido a la eliminación y su sustitución por los bosques de ribera, se tiene una menor exposición a los incendios forestales y se mejora tanto la calidad del agua como el comportamiento hidrológico de los ríos. También se consiguen mejoras en la biodiversidad del río de tal forma que se convierten en corredores ecológicos de fauna y flora.
La caña invasora está presente en los cauces de los ríos. La erradicación de ésta es una tarea prioritaria en la Confederación Hidrográfica del Júcar, la cual destina gran cantidad de recursos económicos para su eliminación.
No obstante, la eliminación de esta planta es una competencia compartida entre todas las administraciones. Así, cuando la caña está presente en tramos urbanos de cauces, la competencia es de los ayuntamientos a los cuales se les autoriza para que procedan a los desbroces selectivos y eliminación de rizoma.
Por otra parte, cuando suponen un riesgo de incendios la competencia para su eliminación recae sobre la comunidad autónoma, del mismo modo que simplemente por el hecho de ser una planta invasora, la competencia sobre su control y erradicación también les corresponde a las comunidades autónomas. Y cuando la presencia de la caña exótica invasora esté suponiendo un empeoramiento del estado del río, siguiendo los criterios de calidad marcados por la Directiva Marco del Agua, la Confederación Hidrográfica del Júcar procede a su erradicación.