Siempre he pensado que el ser humano es la máquina más extraordinaria y perfecta que existe, sin embargo, nunca deja de sorprenderme y demostrarme todo lo que somos capaces de hacer y afrontar.
Nosotros como deportistas nos hemos encontrado muchas situaciones difíciles durante nuestra carrera deportiva con las que lidiar, situaciones que nos complicaban el alcanzar nuestro objetivo, pero de todas ellas aprendimos. Ahora sabemos que nos han servido para crecer, conocernos mejor y descubrir nuevas capacidades que traíamos de serie.
Quizá esta situación que estamos viviendo es el imprevisto más inesperado que nos vayamos a encontrar en nuestras carreras (o no), no obstante, deberíamos mantener la misma actitud frente a otros ocurridos anteriormente. Aprender de ello y salir mejores.
Creo que es una oportunidad sin igual para darnos cuenta de lo que realmente amamos nuestro deporte, lo necesaria que es la competición en nuestras vidas, lo responsables que somos con nuestro rendimiento y lo claros que tenemos nuestros objetivos.
Los primeros días de esta etapa fueron difíciles para todos. Cada uno tiene su historia y a todos se nos desmoronó el castillo de naipes que teníamos montado para nuestra vida deportiva, personal y profesional. No fue fácil asumir la nueva realidad. Fuimos conscientes de que era algo que estaba muy por encima de todos nosotros y que teníamos que hacer un paréntesis en nuestras vidas. No obstante, al principio sólo podíamos pensar en lo que íbamos a perder y no recuperar nunca.
Entonces un día una Doctora a la que aprecio mucho me dijo: “Lidón, la inteligencia humana está hecha para adaptarse a los cambios y sobrevivir”. Cuánta razón.
Decidí, junto a mi psicóloga hacer un cambio de chip total respecto a mi día a día y analizar cómo podíamos sacarle todo el jugo a esta situación. ¿Por qué no aprovechar para hacer cosas que me gustan y que nunca tengo tiempo de hacer? ¿Por qué no disfrutar de las pequeñas cosas? ¿Por qué no poder hacer un entrenamiento mucho más atencional? ¿Por qué no profundizar más en mi entrenamiento mental? ¿Por qué no aprovechar para cargar nuestras pilas a tope para volver a nuestras vidas con mucha más energía e ilusión?
¿Por qué no?