CASTELLÓ. Un año después de que la covid-19 se instalara en nuestras rutinas, la Fundación Adecco, en colaboración con la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana presenta el Informe Discapacidad Y Relaciones Sociales. Se trata de la segunda vez que se lleva a cabo este análisis que, en su primera edición, realizó una encuesta a 1000 trabajadores españoles para detectar su grado de conocimiento y apertura hacia la inclusión de las personas con discapacidad. En dicho informe, queda reflejado que el 72,1% de los valencianos con discapacidad ha visto empeorar su situación laboral desde que comenzó la pandemia y, en Castellón, la contratación de personas con discapacidad se ha desplomado un 17% durante 2020.
En esta ocasión, se ha invertido el planteamiento y los protagonistas han sido las propias personas con discapacidad quienes, durante el último año, se han visto gravemente expuestas a situaciones de pobreza y/o exclusión debido a la crisis del coronavirus.
Casi nadie pone ya en duda que las medidas de distanciamiento social son imprescindibles para frenar la expansión del virus, pero no es menos cierto que las restricciones están resultando especialmente duras para muchas personas con discapacidad, en la medida en que sus rutinas diarias y relaciones sociales se interrumpieron de forma brusca el año pasado, y, aún hoy, no se han reanudado con normalidad. En este escenario cabe hacerse una pregunta: ¿brinda el escenario de la “nueva normalidad” las suficientes oportunidades para garantizar la inclusión social y laboral de las personas con discapacidad? ¿la distancia física se traduce también en una mayor distancia emocional?
La Fundación Adecco, con la colaboración de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, ha encuestado a 700 personas con discapacidad, de los cuales 164 son de la Comunidad Valenciana, para dar respuesta a estas preguntas y analizar otros aspectos clave de cara a su plena inclusión en tiempos de pandemia. La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas en su apoyo a programas de interés general para atender a fines de carácter social con cargo automático al tramo autonómico de asignación tributaria del 0,7% sobre el Impuesto sobre la renta de personas físicas, apoya el presente informe, realizado por la Fundación Adecco, con el objetivo de visibilizar las situaciones de exclusión y/o pobreza derivadas de la COVID-19, analizando las secuelas del distanciamiento en el proceso de inclusión sociolaboral.
La pandemia ha trascendido el aspecto sanitario para desatar una emergencia social sin precedentes, que afecta en mayor medida a las personas con discapacidad y a sus familias, al encontrar tradicionalmente mayores dificultades de acceso al empleo y tener que asumir gastos extra derivados de la atención a la discapacidad.
No hay cifras más elocuentes que las de generación de empleo para ilustrar las grandes dificultades que han experimentado las personas con discapacidad durante los últimos meses. El año 2020 finalizó con un desplome interanual de la contratación de personas con discapacidad del 17,5%. En concreto, suscribieron 796 contratos el pasado año, frente a los 966 de 2019.
Por otra parte, los resultados arrojan que, durante este año de pandemia, un 72,1% de los valencianos con discapacidad ha visto empeorar su situación laboral. Concretamente, un 15,7% ha perdido definitivamente su empleo; un 10,6% continúa en situación de ERTE; un 7,5% ha tenido que reducirse la jornada; un 4,4% está de baja por motivos de salud y, por último, un mayoritario 33,9% estaba buscando empleo y destaca cómo la pandemia está dificultando enormemente esta búsqueda. En el otro lado, un 27,9% comenta que la pandemia no ha tenido ningún impacto en su situación profesional.
Castellón es la segunda provincia más envejecida de la Comunitat, con un126,4%