CASTELLÓ. (EFE). Los ayuntamientos de la costa y del interior de Castellón han elevado al máximo su vigilancia y alerta ante posibles desplazamientos a segundas residencias y han establecido medidas extraordinarias en los accesos, al tiempo que han pedido la colaboración ciudadana para detectar a gente de fuera.
Las playas de la provincia y los lugares recreativos se mantienen vacíos gracias a este esfuerzo de vigilancia que están llevando a cabo los ayuntamientos en colaboración con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Ayuntamientos como los de Peñíscola, Alcossebre o Benicàssim intensificaron ya el fin de semana pasado las labores de vigilancia hasta el punto de "blindarse" ante la llegada de gente de fuera a las segundas residencias como en el caso de Peñíscola, que acotó todos sus accesos y en aquellos en los que no había control policial se instalaron bloques de hormigón.
Desde el consistorio de la Ciudad del Mar han explicado a EFE que los agentes hacen controles en supermercados y accesos, han acudido a la llamada de seis vecinos que habían detectado la presencia de moradores no habituales en los dos últimos días y se han interpuesto diecinueve denuncias por incumplir las restricciones de movilidad del estado de alarma.
En Benicàssim, desde el Miércoles Santo se han interpuesto un total de 11 denuncias en los 278 controles realizados, y de estas denuncias seis eran vecinos de la propia localidad, dos de Castellón, dos de Barcelona y una de Madrid.
La ciudad de Castelló, pese a no contar con un gran parque de segundas residencias, lleva a cabo controles para verificar la salidas hacia otros municipios vecinos, entre ellos Benicàssim, donde un gran número de castellonenses tienen segundas residencias, según han indicado a EFE fuentes municipales.
Almassora y Burriana, que cuentan ambas con un gran número de segundas residencias en sus respectivos distritos marítimos, han intensificado los controles también, aunque en el caso de Almassora, según relatan a EFE, la gente ya está "concienciada", pues vieron las dificultades que tuvieron para acceder a las viviendas de la playa en las últimas inundaciones producidas en pleno estado de alarma.
Y si bien la costa ha actuado de manera firme ante estos posibles desplazamientos, el interior de la provincia está igualmente alerta ante la llegada de gente que quiera pasar estos días festivos en las segundas residencias.
En Segorbe también se han intensificado los controles de acceso al municipio para evitar los desplazamientos a segundas residencias, tal y como ha informado el consistorio en un comunicado.
Según ha indicado a EFE el alcalde de El Toro, Alberto Lázaro, muchos vecinos están pendientes y han alertado de la posible presencia de vecinos no habituales, pero él mismo ha comprobado que esas segundas residencias todavía se encuentran vacías.
Desde la Mancomunidad Espadán-Mijares han enviado comunicaciones a través de sus respectivos consistorios donde recuerdan que está "absolutamente prohibido trasladarse a segundas residencias desde que empezó el estado de alarma" y alertan que se comunicará a la Guardia Civil cualquier "incidencia al respecto".
Asimismo han agradecido a sus vecinos, de poblaciones pequeñas y en peligro de despoblación, el "esfuerzo que están realizando por cumplir de manera ejemplar el confinamiento" y por ello, anuncian, no van a permitir que se vean expuestos "por la irresponsabilidad de algunos".
Los ocho pueblos que forman la Mancomunitat Alt Maestrat (Ares, Albocàsser, Benassal, La Torre d’En Besora, Vilar de Canes, Culla, Tírig y La Serratella) han elaborado un comunicado conjunto difundido en redes sociales para concienciar sobre la importancia de no viajar a segundas residencias o casas rurales durante la Semana Santa para evitar la propagación del coronavirus.
Lo hacen, han explicado, porque "muchos de los vecinos de estas localidades son personas de edad avanzada y tienen, por tanto, mayor riesgo frente al virus".
El Ayuntamiento de Sant Jordi, en la comarca del Baix Maestrat, también ha intensificado los controles y su alcalde, Iván Sánchez, ha insistido en "la necesidad de que todos nos quedemos en casa para frenar el contagio de esta enfermedad" especialmente "en estas fechas en las que tradicionalmente cientos de personas vienen a disfrutar".
"Pero este año -matiza el alcalde- nos vemos en la obligación de evitar con todos nuestros recursos cualquier desplazamiento a segundas residencias por la salud de todos".