El analista repasa algunos de los avances más recientes hacia una recuperación sostenible y el potencial de inversión que ofrecen
MADRID. La pandemia de la covid-19 ha tenido efectos devastadores en la salud, el empleo y los mercados de todo el mundo. Si bien muchos países han conseguido reducir el número de fallecidos y las tasas de nuevos contagios, el futuro de la pandemia y sus repercusiones a largo plazo siguen siendo tremendamente inciertos. Considerando todo lo que los inversores mundiales ya han vivido y aprendido del confinamiento y de las consecuencias económicas de la pandemia, algunos inversores y organizaciones como el Foro Económico Mundial se preguntan si ha llegado el momento de que nos replanteemos la sostenibilidad, la gestión del planeta y nuestra forma de invertir y de hacer negocios en el futuro. En ese caso, ¿cómo podríamos lograrlo y qué implicaciones podría tener para los inversores?
En lo que se refiere a las políticas, la respuesta ha sido positiva, ya que los gobiernos, los bancos centrales y los reguladores de todo el mundo han tomado medidas sin precedentes y coordinado esfuerzos para ayudar a estabilizar los mercados financieros, apoyar las economías y sostener los medios de subsistencia de sus ciudadanos durante la crisis. Organizaciones mundiales como las Naciones Unidas también han contribuido por su parte. La red de inversores mundiales de los Principios de Inversión Responsable (PRI) apoyados por Naciones Unidas, que trabajan conjuntamente para implementar principios orientados a impulsar la sostenibilidad financiera mundial, publicó recientemente una lista de acciones que pueden llevar a cabo los inversores responsables para responder a la pandemia de la covid-19, bajo la premisa de que "la economía mundial necesita una respuesta fuerte e inmediata".
Estas acciones incluyen un llamamiento a implicarse, ya sea a través de la due diligence o por otros medios, con las empresas que no están gestionando la crisis de forma adecuada o en las que la crisis está ocultando o empeorando ciertas cuestiones perjudiciales. Los PRI también recomiendan que se le dé menos prioridad al activismo accionarial en otras cuestiones pero que se mantenga la atención en los factores ESG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo).
A su vez, el llamamiento a la acción de los PRI insta a los inversores a apoyar públicamente una respuesta a la pandemia de la covid-19 que abarque toda la economía, participando en juntas generales de accionistas virtuales cuando sea posible, en lugar de posponerlas indefinidamente.
Otras recomendaciones de los PRI animan a los inversores a ser receptivos a las solicitudes de ayuda financiera de las empresas y, sobre todo, a mantener un enfoque a largo plazo en las decisiones de inversión, prestando especial atención a los riesgos potenciales o a cualquier riesgo que pueda derivarse de los factores ESG.
Insight Investment se cuenta entre las firmas de inversión que han acogido con satisfacción las últimas aportaciones de los PRI. Es responsabilidad de todos apoyar una economía sostenible e influir positivamente en la sociedad, algo que, en nuestra opinión, también ayudará a los inversores a alcanzar sus objetivos a largo plazo.
En un mundo post covid-19, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para 2030 también desempeñarán una función crucial en la mejora de la salud y el bienestar económico de millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, aunque la pandemia y el medioambiente plantean desafíos verdaderamente globales, es probable que la respuesta sea muy diferente en unas regiones y en otras.
Aun así, se están realizando avances. Desde una perspectiva política general, Europa ha sido una fuente de buenas noticias en los últimos meses, ya que la Comisión Europea ha establecido un nuevo e importante marcador de sostenibilidad con el lanzamiento de un plan de recuperación por valor de 750.000 millones de euros que se apoya decididamente en el Pacto Verde Europeo.
Un elemento central de la propuesta es un paquete de estímulos destinados a la renovación de edificios, la movilidad sostenible, las energías renovables y el hidrógeno, con el objetivo de fomentar la creación de más de un millón de nuevos empleos 'verdes'. Sumada a la reciente noticia de que el Banco Central Europeo comprará bonos por 600.000 millones de euros, esta iniciativa debería proporcionar un importante impulso tanto a la recuperación económica como a la inversión sostenible en la región, además de crear nuevas oportunidades potenciales para los inversores.
La pandemia y la crisis sanitaria podrían acabar fomentando el crecimiento de ciertas áreas de inversión como los bonos de impacto, ya que, aunque la recuperación económica de la crisis costará miles de millones, es posible que los inversores sigan centrándose en la sostenibilidad. La transición a una nueva economía verde resulta costosa para los países. En este sentido, creo que Europa está siendo el motor del cambio. Pero el dinero público no es el único factor de impulso, las empresas también están invirtiendo en tecnología para reducir las emisiones. Obviamente, implica costes pero, si analizamos de dónde procede el dinero, vemos que los grandes inversores respaldan claramente la transición hacia una economía más sostenible.
En general, los datos sugieren que el impacto mundial de la covid-19 ya está estimulando la emisión de nuevos bonos sociales y sostenibles en todas las regiones. Según un análisis de HSBC, las emisiones sociales y sostenibles aumentaron un 69% en el primer trimestre de este año en comparación con los tres primeros meses de 2019, hasta alcanzar los 6700 millones de dólares, y se vieron impulsadas, en parte, por emisores que buscaban ofrecer financiación de emergencia en respuesta a la pandemia.
Entre estas nuevas emisiones, destaca el lanzamiento de bonos sociales por valor 3.000 millones de dólares del Banco Africano de Desarrollo para proporcionar financiación a países y empresas y para apoyar a las comunidades africanas, con el objetivo de superar el virus y sus efectos. También se han emitido otros bonos para financiar las respuestas a la pandemia.
Joshua Kendall es analista en Insight Investment (BNY Mellon)
Señala que firmas de 'retail' han lanzado sus servicios ‘pre-owned’ al constatar más demanda mientras que el sector del lujo y de la alta joyería y relojería también cuenta con grandes referentes.