el sector, pendiente de la interterritorial

La cultura, en alerta ante una desescalada ‘dura’

21/04/2021 - 

VALÈNCIA. Las alarmas han saltado en el sector cultural nacional en general y en el valenciano en particular. Si hace dos semanas este diario titulaba, en su crónica de la reunión de las diferentes asociaciones y empresas culturales con Sanitat, La cultura allana el terreno para su desescalada, la de hoy viene a decir casi lo contrario. ¿El motivo? La reunión estuvo prácticamente monopolizada por la filtración de una carta del Ministerio a las comunidades autónomas para regular los aforos de los denominados “grandes eventos” que defiende unos máximos al parecer inasumibles para los diferentes centros culturales. Según el documento, las horquillas para las provincias en niveles de alerta más bajos estaría en un aforo de un máximo del 75% en el exterior y el 60% en el interior. Eso sí, con un limite máximo de 1.000 personas en el exterior y 300 en el interior en el mejor de los casos. En provincias con alerta media, los límites se establecen en el 75% o 500 personas en exteriores y 50% o 150 personas en interior. En el caso de las provincias con alerta elevada, se situarían en 50% o 250 personas en exteriores y 40% o 75 personas en el interior.

Esto ha cambiado totalmente el plan del sector cultural, que en la Comunitat Valenciana trabajaba en dos escenarios: por una parte, el aumento del aforo hasta el 75% que permite una incidencia acumulada menos de 50 por cada 100.000 habitantes (tal y como sucede desde mediados de marzo); por otra, el diseño de un plan de desescalada para los macroeventos, que ya han lanzado sus alternativas de festivales de música estivales con un protocolo que sí ha sido revisado pero aún no han definido con Sanitat y que en prácticamente ningún caso ven asumible el recorte de asistencia a solo 1.000 personas.

Bajo este escenario, el sector cultural -reunido ayer con representantes de Sanitat- hizo una lectura posiblemente ambigua de esta norma que promueve el Gobierno: no especifica qué es un gran evento. Por tanto, piden que, en caso de que se aplique esta norma, queden excluidos los centros culturales con programación estable, como pueden ser los teatros, las salas de conciertos, los cines o las terrazas de los cines de verano. Fuentes cercanas a la reunión explican que las programaciones no pueden depender de que una incidencia obligue -por ejemplo, a un teatro de 400 butacas- a que solo asistan 75 personas en vez de un porcentaje que tenga en cuenta el espacio del que dispone la sala. Además, recuerdan el gasto que han hecho los centros culturales en adaptar sus instalaciones para definir un protocolo sanitario que tardará en amortizarse y para el que este norma parecería no contar.

Foto: ESTRELLA JOVER

Por otra parte, en caso de que Sanitat incluya una distinción de los grandes eventos para los centros con programación regular, tal y como hizo este verano, los festivales tendrán que librar esta batalla en solitario. Desde la patronal FOTUR, también apuestan por limitaciones relativas a un tanto por ciento del aforo habitual de los espacios más que número de personas: 50% en discotecas, 75% en festivales y 100% en verbenas. Tras una reunión con la consellera Barceló, desde la federación aseguran que la conselleria se ha comprometido a estudiar cómo sacar adelante los festivales y se hará una mesa cientifica para valorar las propuestas.

Mediterranew Musix ha calculado que de los 96 festivales que acoge su marca, sólo 3 de ellos podrían hacerse sin graves dificultades y 35 eventos tendrían que estudiar la forma de reconvertir sus propuestas para poder realizar una acción reducida. Desde el producto de Turisme Comunitat Valenciana apuestan por un aforo del 50% sin límite de asistencia y seguir trabajando en mejorar los planes de contingencia. Y una promotora en concreto, The Music Republic, se reunió el pasado viernes con Isaura Navarro para revisar estos, a la espera de que la semana que viene se publiquen (previsiblemente) los resultados del experimento del concierto multitudinario de Love of Lesbian en el Palau Sant Jordi.

Más allá del aforo: el toque de queda cultural y las palomitas en los cines

Aunque la reunión del sector cultural ha estado copada por la posible aprobación de este plan, que sigue siendo a día de hoy un documento filtrado y nada más, las asociaciones de empresas pudieron plantear otras cuestiones periféricas. El segundo frente de batalla es, sin duda, el toque de queda, que previsiblemente decaerá con el Estado de Alarma a partir del 9 de mayo. A partir de entonces, las competencias serán exclusivamente de las autonomías, que no podrían limitar la movilidad pero sí tienen potestad para acotar el horario en el que los negocios estén abiertos. Con la idea del salvoconducto cultural en stand-by, tanto los cines como las salas de conciertos como los teatros han pedido consideración a la hora de diseñar esos limites horarios, que ahora mismo son toda una barrera para que el público acceda a la agenda cultural y que directamente imposibilita autocines y cines de verano al no poder funcionar si no es a partir de las 22:00.

El aumento del aforo al 75% en centros culturales y la reclamación de los cines de poder vender aperitivos y refrescos quedó en un segundo plano. Reivindicaciones a las que no renuncian pero que se ven asombradas por la posibilidad de una desescalada que empeore las condiciones actuales y la fatiga del toque de queda en los números de las empresas culturales.

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