VALÈNCIA. Si algo demuestra la política es que, cuando una crisis se desata, siempre puede ir a peor. Estos días, el mejor ejemplo es Ciudadanos, cuya situación tras la –salvo sorpresa– fallida moción de censura en Murcia es de guerra total a cada hora que pasa. En la Comunitat Valenciana ya se encontraba uno de los grandes focos del incendio después de que el hasta este miércoles portavoz en Les Corts, Toni Cantó, comunicara que abandonaba todos sus cargos en el partido. Por si fuera poco, ahora se le suma otro con el inicio de la expulsión de la formación del senador Emilio Argüeso, quien al conocer la noticia solo abrió la boca por Twitter para afirmar que nada se le había trasladado al respecto.
La decisión, señaló Ciudadanos de manera oficial, se debe a que ha incumplido los estatutos por maniobrar contra el partido "al haber ofrecido prebendas a cargos y afiliados con tal de que abandonaran la formación y pasaran a ser tránsfugas". Hacía referencia, así, a las informaciones publicadas en medios de comunicación al respecto. Concretamente, se trata de las aparecidas en El Español sobre mensajes de Whatsapp que mandó Argüeso en los que llegaba a prometer a una persona del partido naranja un puesto en la consejería de Murcia que desempeña Valle Miguélez, una de las tres tránsfugas que frenarán este jueves la moción de censura en la Asamblea contra su presidente, el popular Fernando López Miras.
Aunque el partido indica que tiene derecho a recurrir la expulsión, le recuerda que la suspensión de militancia lleva consigo la obligación de abandonar el acta de senador, tal y como se comprometió él mismo por escrito en la carta ética que firmó antes de ser elegido cargo público.
Que Argüeso sea suspendido de militancia resulta de gran importancia debido a su pasado. Mano derecha del que fuera secretario de Organización nacional Fran Hervías –quien anunció recientemente que se pasaba al PP–, fue una de las personas que montó la estructura territorial del partido en la Comunitat Valenciana y en Murcia cuando Albert Rivera inició su expansión fuera de Cataluña. Ocupó durante años el mismo cargo que Hervías pero a nivel autonómico, construyendo una amplia red de afines –especialmente en la provincia de Alicante– con la que controló a lo largo de mucho tiempo el poder orgánico.
Aunque en 2020 abandonó el puesto, todavía mantiene influencia entre concejales y en Les Corts. Algo que se veía estos días con preocupación ante la posible fuga hacia el PP de cargos de la Diputación de Alicante y la división total existente en el grupo del parlamento autonómico. Allí la noticia cayó a media tarde como un jarro de agua fría. Especialmente entre sus diputados afines, que desde que Cantó anunció su marcha han tratado de hacer una demostración de fuerza y exhibir que cuentan con mayoría. En un grupo de 18 parlamentarios -en realidad 17 tras la entrega del acta de su exsíndic-, según los 'argüesistas' sumarían un total de 9. Y con la entrada de Asunción Sanchis, alcanzarían la cómoda suma de 10 diputados.
El primer movimiento que realizaron para demostrar su nueva disposición interna fue advertir apenas unas horas después de que Cantó anunciara su renuncia que el sucesor al frente de la portavocía debería ser consensuado con ellos. Un aviso que consumaron este martes en la reunión que se produjo en la sede del partido entre los diputados y la dirección nacional. En ella, postularon a Vicente Fernández como su candidato, quien a pesar de que al inicio de la legislatura era afín a Cantó, con los meses fue alejándose de su órbita al sentir que no se le daba espacio en las intervenciones del grupo en el Parlamento.
Las teorías que circulan en el seno de la formación en Les Corts es que este sería su primer candidato, aunque si la dirección nacional lo acabara rechazando se mostrarían indulgentes y podrían terminar aceptando a Mamen Peris como la síndica de consenso. Un matiz significativo, dado que según fuentes consultadas por este diario, en Madrid habría ciertas reticencias con Fernández precisamente porque comparte la tesis de que el futuro del partido pasa por el acercamiento al PP. Una idea que predican los discípulos de Argüeso en el territorio pero que confronta con la estrategia que pretende llevar a cabo ahora la cúpula del partido que preside Inés Arrimadas tras su aproximación a los socialistas en Murcia.
Así, este jueves la tensión puede poner a prueba la unidad del grupo parlamentario e, incluso, podría propiciar la salida de los diputados afines a Argüeso. Está previsto que la dirección nacional se reúna de forma individual con los diputados para "conocerlos más", saber cuáles son las apuestas de cada uno, a quién apoyarían si se produjera una votación y, de paso, tantear los equilibrios internos.
Una cita en la que todo parece indicar que los 'argüesistas' continuarán su particular pulso y exigirán "ser escuchados" en Madrid dado su peso en el grupo. Por el momento, la primera batalla que quieren ganar es la de la sindicatura, pero esta no será la única: sabedores de la relevancia que han adquirido, no descartan llevar la voz cantante en las votaciones de las iniciativas parlamentarias. De lo contrario, no descartan irse.
Consideran que tienen la sartén por el mango porque si en estos momentos deciden marcharse, Ciudadanos podría perder la mitad de la representación que tienen ahora mismo en Les Corts y también sus correspondientes ingresos, lo que dejaría más debilitada si cabe a la formación. Sin embargo, habrá que ver si la dirección nacional cede ante este desafío, se atreve a expulsarlos antes en el caso de que se salten la disciplina o prefiere calmar las aguas mínimamente.
Con todo este escenario, resulta curioso que los próximos a Cantó puedan ser, tal vez, el menor de los problemas actualmente para la dirección del partido, ya que por el momento no se cierran a llegar a acuerdos pese a que puedan estar 'señalados' por pertenecer a la corriente del exsíndic.